『...𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓷𝓸𝓼𝓸𝓽𝓻𝓸𝓼 𝓬𝓸𝓷𝓸𝓬𝓮𝓶𝓸𝓼?』

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-Mis hermanos y yo pensamos que Hades salió para pasear y que su bidente había sido guardado en otro lugar, por lo que esperamos su regreso para que nos aclara el asunto.

-Pero no regresó...

-No lo hizo...

-¿Y qué pasaba en el Valhalla entonces?

-Probablemente estaba siendo como cualquier otro, tan pacífico y aburrido, ¿qué sé yo?, Lo que sí te puedo decir, es que las cosas se volvieron un caos después de que él volvió.

-¿Te refieres a tío Hades?

-Sí.

~~~

Nikola mantuvo su vista fija en el objetivo, en sus manos estaba el prototipo y en la camilla el paciente en turno. Las enfermeras estaban sujetando las extremidades del sosegado, dispuestas a utilizar las correas de seguridad para cerciorarse que el hombre no escaparía tan fácilmente.

-Sólo será un pellizco. -avisó el científico a su hermano mayor-. No dolerá demasiado.

-Me hace sentir un poco mejor oírte que no niegues que lo hará. -Qin cerró los ojos inseguro-. No estoy listo.

-No dijiste eso en la mañana. -Nikola suspiró-. Tranquilo. Una vez que todo esto termine, tendrás un brazo nuevo.

-... Adelante entonces.

Qin Shi Huangdi inhaló y exhaló buscando su característica valentía, Nikola le había mencionado el grado de dolor que sentiría en "aquella operación", así que confiaba ciegamente en él. Nikola también hizo lo mismo, buscando el apoyo de las enfermeras y de Göndul en la sala, llevando el brazo construido a la zona faltante sin ningún tipo de demora; Al principio no hubo reacción, así que el científico humano comenzó a vendar la zona con velocidad antes de la consecuencia.

El emperador humano por su parte, sentía más que nada un cosquilleo en la zona herida, la creencia de que no era mayor a ello lo hacía iluso. Un extraño ardor comenzó a emerger cuando Nikola vendaba la unión, hasta que el intenso dolor llegó en cuestión de un parpadeo.

-¡Esto no es un simple pellizco! -exclamó removiéndose en la camilla-. ¡Quítame esto!

-Lo sé, lo sé, tienes que aguantar. No puedo quitártelo, de verdad, no puedo. -Nikola y las enfermeras intentaron aprisionarlo en su lugar-. El brazo ahora mismo se está acoplando a la textura de tu cuerpo, ¿por qué crees que abrimos la herida una segunda vez?

-¡Nikola!

-Sólo resiste. No será mucho tiempo. ¡Cuenta del uno al diez! -propuso el científico en un latente nerviosismo.

-¡No soy un niño!

El dolor físico no era comparable a la primera vez que perdió el brazo, los grados de intensidad fueron peores, un sentimiento de arrepentimiento por sus acciones cruzaron por su cabeza, ese era su castigo por las cosas en la que falló siendo emperador.

Era una sensación incómoda de fuego interno que quemaba todo su brazo desde el dedo medio hasta el hombro donde una cicatriz olvidada había sido perpetuada una segunda vez. Una extraña conmiseración de ser comido vivo, desgastante y desagradable. Apretó la mandíbula y los dientes con la fuerza de la voluntad para soportar el angustiante peso de sus errores. La comezón y el ácido derriten su valentía y aumentan su debilidad.

La muerte es un recibimiento tranquilo a comparación.

Los minutos se convierten en horas, en semanas, en meses y hasta años a visión del emperador quien había dejado de moverse rendido por el dolor y el imperecedero tiempo; Sólo fueron un par de minutos, como Nikola había prometido, para que él como las enfermeras, lo fueran soltando.

✧ʟᴏꜱ ᴅɪᴏꜱᴇꜱ ᴍᴏʀᴛᴀʟᴇꜱ ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora