Izuku, el niño despreciado por la misma sociedad heroica será bendecido con un dispositivo de otro universo, dándole la oportunidad de cumplir con su mayor sueño
*recuerden dejar su estrellita y comentar si le esta gustando la historia* _______________________________________
Era un día tranquilo, o eso diría si un pecoso no estuviera buscando su uniforme deportivo de manera peculiar...
Izuku levantaba las pilas de ropa de la habitación de Himiko en busca de su uniforme, no le importaba estar en calzoncillos, menos la mirada de su amiga, faltaban 30 minutos para el comienzo del festival.
Himiko se reía al ver la desesperación de su amigo, aunque por un momento miro con interés su cuerpo lleno de cicatrices, las más interesante para ella era una qué iniciaba desde su costilla inferior derecha hasta la superior, como si lo hubieran abierto y después una anciana ciega lo cosió.
-¡Vamos, vamos, se que esta por aquí, maldita sea, maldición!- Insultaba el peliverde levantando otra pila de ropa con su mano.
Satisfecha por el momento la rubia llamo la atención del portador del Omnitrix lanzandole el uniforme qué tanto buscaba.
-Lo dejaste en el lado donde duermo ayer, a la próxima intenta no caer como roca jiji- Divertida por la cara enojada qué le daba su amigo la chica también decidió prepararse.
Fue una suerte que el pecoso le haya conseguido un asiento, lo mejor de todo en un lugar VIP.
Ella no sabía pero Izuku había conseguido un boleto gracias a All Might, el como no era lo importante.
Dejando de mirar a su amiga al ver como empezaba a desvestirse empezó a ponerse su uniforme deportivo para terminar de ajustar sus inigualables tenis rojos.
Mirando el reloj colgado en la pared de la habitación Izuku abrió con horror sus ojos al ver la hora.
-(Mierda, mierda, mierda, no llegare a tiempo si voy en tren, ni siquiera pidiendo un taxi)- Pensando en lo que podría hacer Izuku miro de reojo su reloj de otro universo para despues sonreír.
Mirando de reojo como aun su compañera de cama seguía vistiéndose decidió por esperarla mientras mensajeaba con alguien.
-¡Ya estoy lista!- Toga declaró con una ropa bastante....¿Como decirlo?, era la perfecta combinación de una vestimenta gótica y formal.
-Bien, oye Himiko....¿Alguna vez volaste sobre un dinosaurio espacial?
-.....¿Acaso al fin decidiste probar uno de esos brownies qué vende el tipo de la esquina?
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-Jeje, espero que te gusten las alturas Himiko-chan.
La chica retrocedió con miedo al ver como su amigo se acercaba con una sonrisa parecida a las que daba ella cuando bebía de su sangre.
Ese día Toga descubrió qué odiaba las alturas.....
