Relatos cortos de Hannibal y Will siendo muy jóvenes, cómo habría sido de conocerse entonces. En ellos, Will siempre ha sido acogido por la familia Lecter y normalmente Hannibal es su protector.
Gracias, preciosa mujer, por la idea de agruparlos aq...
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#relatocorto #Hannigram #Hannibal #WillGraham
🌹 Corona de flores 🌹
- Te queda bien, Will. Estás.... - Hannibal busca la palabra adecuada - estás muy guapo. Brillas más que el sol.
Will se sonroja, lo que le vuelve todavía más bonito. Las flores azules que Hannibal ha entretejido para él y puesto en su cabeza, resaltan sus ojos también del mismo color.
- Gracias, Hanni. ¿Quieres que subamos a por más?
- No te preocupes. Verte a ti con ellas es suficiente.
- Podemos intercambiar la corona, Hanni....
Si Will supiese... si entendiese. Todavía es joven, Hannibal lo tiene claro, pero cree que Will es demasiado pequeño para comprender.
- Llévala tú, te la he hecho a tu medida, Will. Además, mira, resalta tus bonitos ojos azules. Son lo más... azul que he visto nunca. Casi más que el cielo despejado.
Will y Hannibal se han hecho inseparables. Hace casi medio año que el pequeño está con la familia, durmiendo con Hannibal, siendo sol y sombra. En breve empezarían las clases y eso significaba pasar menos tiempo juntos, pues iban a aulas diferentes. Así que aprovechaban el tiempo que faltaba disfrutando el uno del otro.
- Tus ojos también son.. bonitos, Hanni. Son como un árbol, como la tierra.
Hannibal recoloca la corona en su cabeza, que se ha movido un poco. Y al hacerlo baja su mano hasta la mejilla de Will, acariciandola con el pulgar. Su corazón da saltos de alegría mientras Will cierra los ojos. Cuando los abre... Hannibal juraría que hay comprensión en su mirada.
- Will....
- Ya lo sé, Hanni....
Acerca a Hannibal con sus manos y le da un beso en la mejilla. Ahora es Hannibal quien se queda quieto, disfrutando, soñando.
- Hanni...
Al oír su nombre Hannibal abre los ojos. La nariz de Will roza la suya, jamás habían estado tan cerca el uno del otro. Ninguno de los dos se mueve, ninguno de los dos se atreve a dar el primer paso, que es siempre el más difícil de todos.
Una ráfaga de viento levanta la corona de la cabeza de Will, y la deja caer entre los dos. Will la coge y la coloca sobre la cabeza de Hannibal, le viene pequeña pero aguanta.
- Tú también estás muy guapo con ella. Mucho, Hanni.
Hannibal respira. Escucha a su corazón en sus oídos. Coge la mano de Will y le da un fugaz beso en la palma, algo demasiado íntimo. Will se ríe, le ha hecho cosquillas, y sin pensárselo dos veces le da un beso rápido a Hannibal en la comisura de los labios.
Algo rápido. Etéreo. Como si fuese humo. Casi casi como un sueño. Se levanta y se va corriendo cuesta abajo, llamando a Hannibal.
Hannibal sigue en el mismo lugar. Toca con los dedos el lugar exacto, justo, de ese beso. Está totalmente Perdido con Will. Perdido y enamorado.
- ¿A qué no me coges? Venga Hanni, intenta atraparme.
Hannibal se pone en pie, sujeta la corona con la mano y camina en dirección de Will.
- Por supuesto que voy a atraparte.
Siempre. Siempre estaré a tu lado, piensa. Siempre estaré contigo, aunque a veces quieras huir, aunque tengas miedo. Aunque haya algún momento que no te conozcas, yo estaré contigo para ayudarte a regresar. Seré feliz sólo con verte, siendo la musa e inspiración de mis futuros poemas. De todos mis dibujos y composiciones musicales.
- Vamos, Hanni, ven a buscarme.
Siempre, Will. Siempre.
Todavía tenía tiempo. El día aún era largo, el verano no había acabado.
