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🔥 Mi luz hecha persona 🔥
Habían pasado los años y Hannibal seguía sin hacer amigos, desconfiado como era de la raza humana. Su padre había desistido tiempo atrás, aceptando que la naturaleza de su hijo era la de ser solitario.
Mischa, por el contrario, los tenía a montones. Todos los niños querían jugar con ella y que fuesen a sus fiestas de cumpleaños. Era una niña encantadora.
Will también había crecido, yendo un par de cursos por debajo de los que va Hannibal y unos pocos más por encima de los que lo hace Mischa. Will estaba en un punto intermedio: él quería hacer amigos pero sin saber por qué, se sentía rechazado.
Mischa y Hannibal eran los únicos que tenía.- Debes dejar de intentarlo, Will - le dice Hannibal mientras en la hora del descanso limpia tiernamente sus heridas. No los necesitas.
- Ya, Hanni, ya lo sé... pero no quiero que te canses de mí al estar siempre juntos.
Hannibal jamás se cansará de la compañia de Will, tan dulce como es, tan empático. Está enamorado de él aunque nunca se lo ha dicho. Cree que no es necesario, a vista de todos parecen novios.
- Nunca me cansaré de ti, Will. Ni aunque nos encerrasen toda la vida en la misma habitación, ni aunque nos esposen y tengamos que hacerlo todo juntos. Jamás - acaba de limpiarle. Venga, ya está. Si te vuelven a decir algo esos groseros, debes decírmelo. Yo me encargaré.
- Vale, Hanni, eres mi angel protector.
Otros chicos de la clase de Will le insultan casi cada día, a veces, como hoy, llegan a las manos. Will acude a Hannibal cuando ya ha pasado, y nunca a los profesores. Desconfía de los adultos y pone su total confianza en su adorado Hanni. Will empezó por hacer caso omiso de esos niñatos, pero al final se acababa metiendo en peleas que perdía, al ser menos corpulento y además ellos ser más.
- ¡Eh, par de maricones!
Un grupito de cuatro jóvenes se acerca a Hannibal y Will. Hannibal se levanta hecho una furia, Will está tras él todo magullado.
- ¿Dandoos besitos, maricas?
- ¿Qué quieres uno, Tom? - Hannibal no se acobarda. Si es así dímelo, Will no es celoso. Puedo darte uno a ti también.
El tal Tom aprieta los puños, mirando a los demás esperando apoyo.
- Hanni... vámonos - Will coge su brazo intentando alejarlo.
- No, Will, esto va a acabar hoy. Ahora.
A Hannibal no le importa en absoluto que la gente piense que Will y él son pareja, al revés, le encanta. Lo que odia es el mal trato que Will recibe casi a diario sin merecerlo. Lo que le molesta es esa palabra, m~ricon, que en boca de este tipo de personas es claramente un insulto.
- ¿Quieres un beso o no, Tom? Decídete, no tengo todo el día.
En cuanto ve que el joven Tom abre las piernas en posición de ataque, Hannibal se abalanza sobre él, golpeandolo con los puños en la cara. Está disfrutando de darle su merecido.
- ¡Hanni, para!
Will grita, intenta meterse en medio y cada vez que lo hace Hannibal le empuja. Esto es algo entre él y esta gentuza.
- Oidme bien, todos vosotros - dice Hannibal señalando al resto de jóvenes. Como alguno le vuelva a tocar a Will un pelo de su cabeza, o a insultarle, o a mirarle siquiera... Bueno. Id escribiendo vuestro testamento, vuestros padres jamás encontrarán vuestros cuerpos. Os acecharé, os cazaré como los animales que sois, y me comeré vuestros órganos fritos, horneados o como más me guste. ¿Ha quedado claro?
El chaval que está en el suelo no puede ni levantarse, son los demás quienes le ayudan. Hannibal sonríe mientras ve cómo se aleja, cojeando, y sigue sonriendo cuando se gira a mirar a Will.
- Asunto resuelto, Will.
- Hanni... no deberías haber hecho eso. Te van a expulsar.
- Que lo hagan. Dormiré tranquilo sabiendo que tú estás bien, a salvo.
Will abraza a su adorado Hannibal, a su héroe, y le da un ligero beso en el cuello. Hannibal tiembla ante el contacto, pocas son las veces que Will demuestra sus sentimientos así.
Niños y adolescentes les miran de reojo, nadie se atreve después de haber visto lo que han visto a decir nada.- Te quiero, Hanni. Gracias.
- Yo te quiero más, dulce Will.
Los dos se sueltan del abrazo, justo a tiempo para ver al Director del Instituto venir hecho una furia.
- Sr. Lecter, venga usted conmigo. Ahora.
Hannibal sonríe a Will, intentando calmarle. Los dos saben qué va a pasar. Por eso cuando llega Hannibal, de vuelta, no es necesario decir demasiado.
- ¿Cuántos días?
- Un mes - responde Hannibal.
- Tu padre te va a matar.
- Todo sufrimiento merece la pena si sirve para que tú seas feliz. Eso es lo que... lo que es el... amor, ¿no crees?
Will ama a Hannibal desde que es pequeño y llegó a la familia Lecter. Hannibal estaba siendo directo por primera vez, ahora. Will le debe lo mismo.
- Eso es lo que es, Hanni. Te quiero... mucho.
- No más que yo a ti. Mi dulce Will, mi querido Will. Mi luz hecha persona.
El padre de Hannibal se enfada cuando el director le llama. Y, con la misma rapidez, ese enfado desaparece al escuchar de los labios de Hannibal y Will lo que ha pasado. Su hijo no ha actuado responsablemente, pero ha atajado el problema.
Así es Hannibal. Directo, serio, un luchador por aquello que ama.
De entre todas esas cosas, Will era lo primero para su hijo, siempre Will. Su compañero. Esperaba, por el bien de ambos, que fuesen capaz de cuidar el uno del otro manteniéndose Unidos.Mañana hablará con los dos. Hoy tan sólo les pregunta por su día, obviando las heridas de Will, y ven una película todos juntos después de una copiosa cena.
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Hannigram infancia y adolescencia
FanfictionRelatos cortos de Hannibal y Will siendo muy jóvenes, cómo habría sido de conocerse entonces. En ellos, Will siempre ha sido acogido por la familia Lecter y normalmente Hannibal es su protector. Gracias, preciosa mujer, por la idea de agruparlos aq...