Compañeros Efímeros

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ZARA

Yo estaba rota por dentro, pero al mirar a Alex, que estaba sentado a mi lado, pude comprobar que sus entrañas estaban completamente destrozadas. Era como si su corazón se hubiera convertido en piedra y se hubiera desmoronado en arena.

Estaba destrozado. Quería ayudarlo, pero no sabía cómo.

Kook había sido nuestro Alfa por años y años. Qué sería de nuestra manada sin nuestro intrépido líder?

No se me ocurría nada para decirle a Alex, así que me limite a estirar la mano y ponerla suavemente en su espalda.

Podía sentir las grietas de su columna vertebral. Sus altos y bajos en su caja torácica. Los latidos de su corazón, rápidos e irregulares.

Pero cuanto más le frotaba la espada con la palma de la mano abierta, más empezaba a liberar la tensión y su ritmo cardíaco comenzaba a calmarse.

Tras varios minutos en silencio, levantó la cabeza de las manos y me miró.

Las comisuras de su boca se curvaron en un débil y sombrío intento de sonrisa.

—Gracias —dijo.

Mari volvió a gritar de angustia. Parecía que la garganta se le iba a partir por la mitad si seguía gritando así.

Me tapé los oídos. No podía soportar más el sonido.

Quería moverme, pero teníamos que hacer guardia en la puerta por si intentaba hacer algo imprudente.

Y entonces sentí la mano de Alex, ahora en mi espalda, frotándola con movimientos suaves y lentos. Su tacto dejó un rastro de una sensación de hormigueo y calor. Con su mano en mi espalda, me sentí segura en este mundo completamente tumultuoso.

Pero no sólo me sentí segura. Estaba segura de que sentía algo más.

Una chispa.

¿Podría ser?

¿Podríamos ser compañeros?

He esperado toda mi vida para este sentimiento.

¡Oh mi Diosa!

La intensidad de m angustia por haber perdido a Harper y a Kook estaba actuando como una presa, deteniendo el torrente de emociones que normalmente estaría consumiendo mi cuerpo en este momento de encontrar a mi pareja.

Alex me rodeó con su brazo y me atrajo hacia su pecho, y la sensación de la chispa se intensificó.

Pero no.

Debo estar imaginándolo, sólo busco un rayo de esperanza en estos tiempos oscuros y dolorosos.

No seas tonta, Zara.

ALEX

Acerqué a Zara. Su aliento era cálido contra mi pecho.

Las lágrimas caían de vez en cuando de sus ojos y se deslizaban sobre mi estómago. Cuando sentí estas joyas de su dolor, la atraje más cerca.

Me mataba verla llorar.

Estaba sintiendo el dolor de la pérdida de Harper y Kook y yo...

Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora