EL REGALO DE UNA NOCHE (G!P)

27

Jisoo

La imagen de Jennie encima de mi, continua clavada en mi mente, el poder ver sus ojos, sus gestos sin esa máscara logro enamorarme aún más de ella.

La forma es que se movía, y pedía más, la sensación de tener sus uñas en mi piel provoca querer volver a la habitación y estar dentro de ella otra vez.

Mis pensamientos se ven interrumpidos al escuchar la voz de Lia llamándome con tanta insistencia.

- mamá Cgu , te estoy hablando, hazme caso  - sus ojos negros me observan con tanta intensidad que aún no me la creo tener dos mini versiones de mi.

–Lo siento princesa, estaba recordando unas cosas – mis ojos buscan a Jennie y sus mejillas se enrojecen.

–¿Que cosas Mamá?– ambos voltean a verme luciendo extremadamente curiosos.

Busco a su madre con la esperanza de que me ayude y niego sonriendo burlona.

–Si Jisoo, ¿En que estabas pensando?– entre cierro los ojos y su sonrisa crecen aún más.

–Bueno, ya mero es Navidad, y mis padres harán una fiesta y quería ver si les gustaría ir– ambos asienten emocionados.

–Tambien irá mamá con nosotros?– asiento evitando la mirada letal de Jennie.

–Por supuesto, su madre fue la primera en saber y está muy emocionada de ir, solo me faltaba preguntarles a ustedes
– ambos sonríen y siguen comiendo.

Al terminar ambos se dirigen a su habitación por sus cosas dejándome a solas con su madre.

–Eso es trampa, que tal si ya no quiero ir a la cena– sus ojos cafeses me miran desafiante.

–Lastima, eso pasa por no ayudarme, no les iba a decir a nuestros hijos que pensaba en ti y lo que pasó en la habitación – sus mejillas enrojecen y aparta la mirada.

–No puedo creerlo, estando con tus hijos y pensando en eso– mis manos tocan si cintura acercándola más a mi.

–Que te puedo decir, esperaba estar así contigo, no puedes culparme por eso – sus manos se dirigen a mi cuello dejando leves masajes.

–Bueno señorita alegría, vamos que se nos hará tarde– deja un pequeño beso en mis labios y se aleja hacia la habitación de los niños.

Escucho las risas de mis hijos y la voz de Jennie acercarse, una vez listos nos dirigimos al auto hacia el parque de atracciones.

El transcurso del camino fue demasiado divertido ya que, dicho lugar se encuentra a hora y media del departamento de ellos, Jennie se encargaba de poner la música y los pequeños se dedicaban a jugar y bailar.

Al llegar nos dirigimos a la entrada, los boletos los encargue desde ayer así que fue más sencillo entrar sin tener que hacer fila.

–Mamá, mira esta enorme– Lia miraba todo con asombro.

–Asi es, es demasiado grande este lugar
– dice Jennie también asombrada

–Bueno, no solo es un parque de diversiones, al fondo se encuentra una puerta más que da hacia un zoológico, es por eso que el lugar esta grande– ambos me miran con los ojos abiertos.

–No sabía de este parque– alzó los hombros restándole importancia.

–Vamos primero con los animales, después no subimos a algún juego– asienten tomándome de la mano para empezar a caminar.

Antes de poder pasar la puerta, la voz de una mujer nos hace voltear a las 3 y a Jin.

–Disculpen, primero tienen que llenar un pequeño formulario, y bueno pueden elegir si ustedes quieren ir solos o se les pone una guía– asiento regalandole una sonrisa.

–Por supuesto, sería genial que una guía nos acompañará, que tengo que llenar– me extiende unos papeles y una pluma.

–Es algo de rutina, cuántas personas son, si los niños tienen alguna alergia, ya que interactúan con los animales y cosas asi– asiento y volteo en busca de Jennie.

–Tu sabes más de los niños, sería mejor que tú lo llenaras– asiente sin mirarme y arqueo una ceja sin entender que pasa.

🤔

–Listo, los niños no son alérgicos a nada– me entrega los papeles y voltea a hacia donde Lia y está mirándome molesta.

–Perfecto, bueno como traen niños lo ideal sería ir en un carrito, déjeme ir por el y empezamos el recorrido– asiento sin decir nada.

Mi mirada se posa en mi mujer e hija que me miran raro, y no entiendo la razón.

–Iremos en un carro, así no nos cansaremos– asienten dándose la vuelta hacia unas sillas.

–Mamá, sabes el porque mi mamá y Lia están enojadas – Jin sigue mirando a su madre y hermana sin entender.

–Estoy igual que tú campeón, no entiendo nada– un pequeño bufido sale de su boca.

–Las niñas son muy complicadas – asiento empezando a reír ante el comentario de Jin.

Después de un rato la mujer llega con un carrito dónde cabemos los cuatro sin ningún problema.

–Por precaución nadie puede ir sentado enfrente, no se pueden subir alimentos y bebidas, no bajarse del carrito a menos que se les indique – asiento, y volteo al sentir a Jennie junto a mi.

El recorrido empieza con las tortugas, los niños empiezan a reír y emocionarse por cada animalito que vemos.

Mi mano busca la de Jennie y la aparta dejándome aún más extrañada y confundida.

–¿Que tienes?, ¿Estás enojada?– susurro cercas de su oído.

–Nada, no tengo nada y no estoy enojada – frunzo mis cejas porque claramente si está molesta pero no sé la razón.

– Jennie, vamos hablame, que sucede– su mirada encuentra la mía y veo la molestia en sus ojos.

–Es una tontería, ya se me pasara– niego tomando su mano entre la mía.

–Nada que te moleste es una tontería, dime qué pasa y lo solucionaremos– se muerde su labio, antes de suspirar y apartar sus ojos de mi.

–Estoy celosa, ¿Okey?, Y no digas nada, ya se me pasara – mis ojos se abren, me imaginé cualquier otra cosa menos esto.

–¿Porque lo estás?– pregunto con cautela, es la primera vez que estoy en esta situación.

–Ya te dije, es una tontería– tomo su mentón obligándola a mirarme.

–No es una tontería porque por algo te sientes así, no debes estar celosa, te quiero a ti, me importas tú y mis hijos, nadie podrá cambiar esto que siento– un pequeño puchero aparece en su boca.

–Es ridículo, lo sé, pero apenas estás empezando a ser madre, a tener algo con alguien, y no se, simplemente se que no soy la única mujer que puede enamorarte – mis manos tocan sus mejillas tratando de calmarla.

–Si es algo ridículo porque la mujer no me estaba coqueteando, estaba haciendo su trabajo, no hay nadie más capaz de enamorarme, tú eres la única, además te ves tierna estando celosa– rueda los ojos y se acerca dándome un beso.

–Lo siento, pero dejaré en claro que eres mía y de nuestros hijos– la acercó más a mi profundizando el beso.

–Mamá, podemos ir a darles de comer a las jirafas– nos separamos al escuchar a nuestros hijos hablar.

–Se puede hacer eso?– preguntó mirando a la mujer.

–Por supuesto señorita, les comentaba a sus hijos que pueden acariciarlas pero con ayuda de un adulto – asiento mirando a los niños que tienen sus cejas fruncidas.

–No están poniendo atención a lo que Luz está diciendo, tienen que aprender también ustedes sobre los animalitos– los miro intentando decir algo pero bueno mis hijos logra dejarme sin habla.

–Vamos ya niños, luz serías tan amable de explicarnos otra vez – la mujer asiente y empieza a explicarnos y esta vez ponemos atención.

______________________________________