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Sunoo sudaba, jadeaba y cerraba sus ojos con fuerza debido a las rudas mordidas a los que se sometía su espalda en ese cubículo del baño, estaba pegado a la puerta mientras que Sunghoon admiraba la blanca y pulcra espalda del contrario.

-Mira cómo reacciona tu cuerpo solo con mis dedos, tan obsceno- pronunció con su encantadora sonrisa maliciosa, aunque el Omega no podría verlo.

Solo respondía con leves gemidos al sentir los dos dedos en su interior que se movían sin una pizca de pasividad, eran demandantes y largos, moviéndose bruscos buscando espacio en la estrecha entrada del más bajo.

El cubículo tenía mini cámaras y micrófonos escondidos, sin nada de gente alrededor dándoles un mínimo de privacidad, cosa que el pálido agradecía pues esos dedos lo hacían jadear como la mierda, el sonido sucio del lubricante natural siendo desparramado por sus piernas y su rosada lengua mojando sus esponjosos labios lo hacían avergonzarse de que alguien más que Sunghoon viera en vivo lo que estaba haciendo.

Sunghoon agradecía mentalmente a su manager por haber conseguido ese contrato, a pesar de que al principio no estaba para nada contento apenas al probar esa pequeña boca del pálido lo había llevado directo al infierno, haciendo que su cuerpo quemara por querer tocarlo y joderlo fuertemente.

-¡Ah! Ya, ya estoy listo- susurró entre sus jadeos tenues, quería más que esos dedos, quería la dura erección de Sunghoon que sobre salía de su pantalón, si, seguro era grande y dura, justo como le encantaban a Sunoo, quien se volteó abrazándose a los hombros de Sunghoon.

-¿La quieres?- preguntó bajando sus pantalones junto a su ropa interior, si, Sunoo tenía razón, era grande, venuda y palpitante, deliciosa a los ojos de Sunoo. -Tendrás que ganártela, no está ni la mitad de dura cariño.- rió con malicia y arrogancia. -Arrodíllate.- Sunoo ladeó su cabeza nublada de deseo, no entendía nada, solo sabía que quería eso dentro de él, que lo rasgara si fuera necesario. -¿Qué sucede? Te di una orden, arrodíllate, ahora.-

Sus rodillas dolieron e hicieron un sonido sordo al caer al piso, el Alfa tomó sus cabellos y empujó su pene contra las rosáceas mejillas del rubio, sonriendo arrogante y de lado, Sunoo con extraña timidez tomó aquél falo grande y rojizo, besando con suavidad la punta y con su áspera y caliente lengua dio varias lamidas.

Sunghoon llevó su cabeza hacia atrás, estaba sentado en el váter del baño con un lindo rubio entre sus piernas, lamiendo y succionando, sus jadeos causaban excitantes vibraciones en su pene, dándole una corriente eléctrica a todo su sistema nervioso, la punta de su rojizo pene palpitaba dentro de la caliente garganta, el chico sí que sabía hacer buenas mamadas.

Sus pequeños ojos gatunos estaban cristalizados, el pene era grande y llegaba realmente profundo, comenzó a llorar cuando las caderas de Sunghoon se levantaron follando su boca de manera gloriosa y deliciosa, sus finos cabellos apretados en el gran puño del moreno, ayudándose de igual manera con ellos, guiándolo a donde chupar correctamente.

Sunghoon estaba en el paraíso, y lo confirmo cuando su vientre bajo comenzó a hormiguear advirtiéndole de que estaba casi acabando, sonriendo victorioso metió aún más su intimidad en la pequeña boca del rubio descargándose completamente en él.

Sunoo por otro lado sintió aquél espeso, agrio y caliente líquido en su garganta, tragándolo todo obedientemente y recuperando el aire perdido, su pene dolía y urgía por atención, chilló cuando fue tomado con fuerza de su pantalón y quedado completamente desnudo, su cabello estaba pegado a su frente por el sudor y su lengua estaba seca de tanto jadear.

-Mierda, ¿estás duro de nuevo?- gimió nuevamente cuando su pene fue tomado y masturbado deliciosamente de arriba abajo con rapidez y precisión. -¡Ah, ah, espera, espera, voy a, Ugh!- jadeó y escondió su cara entre el cuello de Sunghoon, olfateando las deliciosas feromonas de este, lo atrajo hacia él y lo sentó en sus muslos, su caliente aliento rozó con la erizada oreja de Sunoo.

-Joder.- frotó su miembro contra la húmeda entrada del menor, haciendo fricción queriendo entrar, besó fugazmente al chico en los labios maltratados e hinchados dándole el aspecto más caliente que vio en su vida.

-Voy a entrar precioso, ¿está bien?- el mencionado solo asintió ansioso y lloroso, dio un grito de dolor y placer mezclados al sentir el groso en la entrada de su rosado agujero, arañó un poco la espalda de Sunghoon y gimió con ojos llorosos. -Tranquilo, no vayas a gemir en mi oreja, o te juro que te joderé tan duro que no recordarás tu nombre.

Sus mejillas se empaparon de lágrimas al sentir como de a poco el glande entraba en él, dándole un delicioso escozor a sus paredes anales apretadas debido a la intromisión, escuchó el ronco jadeo de Sunghoon como un balde de agua fría, ese supuesto heterosexual lo estaba volviendo loco sin duda alguna.

Ya cuando lo tuvo entero gimió con todas sus fuerzas, ¿dolía? Sí, mucho, pero el placer no era comparable con el dolor, a pesar de que no se movía, era un placer exquisito el solo tenerlo dentro de él, aunque lo deseaba sin aquella horrorosa cosa de látex impidiéndole la máxima expresión de placer, pero eso no importaba, mucho más cuando él mismo comenzó a moverse.

Dando pequeños saltitos que a ambos les fascinaba, la forma en que el interior de Sunoo fuera tan estrecho y apretado, mojado y delicioso hacía todo una ola de placer puro, el sucio sonido de las pieles chocándose reinaba en ese lugar.

Las nalgadas en las apretujadas, marcadas y húmedas nalgas del Omega rubio eran proporcionadas de manera ruda y demandante por el pelinegro mientras su rosada e hinchada boca era comida desesperada por Sunghoon, sus respiraciones entre mezcladas, los jadeos y gemidos se habían vuelto gritos pidiendo por más y lloriqueos desesperados.

-¡Más, más, por, ah, por favor!

-Lo que pidas, cariño.- gruñó y penetró aún más fuerte a su pequeño pálido, las nalgadas más duras y los besos más húmedos, limpiando con sus manos las saladas lágrimas de sus rojas mejillas, mientras volvía a marcar el sucio ritmo de golpeteo de embestidas.

El rubio dio un último grito y arqueó su espalda, ensuciando la mano de Sunghoon con su semen, un par de embestidas más y Sunghoon también se corrió en la pequeña y maltratada entrada del menor.

-Mierda, mira nada más esta vista.- de la rosada entrada salía por montones el lubricante natural del pequeño Omega, deslizándose igualmente por sus temblorosas piernas, El pelinegro orgulloso atrajo el cansado pálido hacia él dándole un último beso acariciando su espalda.

Sunghoon lo admitía, aquél pálido era precioso, bueno en la cama y con dulces gemidos, no se arrepentía de haberlo jodido tan duro.

-Tú, yo, en mi casa sin cámaras, ¿te parece bien precioso?

Solo ganó un pequeño negamiento de parte del exhausto pálido, quizás había sido un poco rudo con él, quién sabe, en ese momento no sabía que solo sería el inicio de sus aventuras.


Solo ganó un pequeño negamiento de parte del exhausto pálido, quizás había sido un poco rudo con él, quién sabe, en ese momento no sabía que solo sería el inicio de sus aventuras

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NUEVO CAP, oigan m ayudan dándole una estrellita? 😭
espero les haya gustado JAJSAK

꒰ PORNO ꒱ - sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora