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Empresa de los Park; 3:30pm.

— ¿esto es un chiste cierto? — le habló a su descarado amigo, con una gran maleta rosa, arrastrándola estrepitosa por todo el piso, el recién trapeado piso.

— pues claro que no, yo me voy contigo, ¿crees que me perdería la caída de la bruja de Blair? Ni hablar.

— dios mío, me va a salir canas. — suspiró arrastrando sus rubios cabellos hacia atrás, cuando al fin se estaba preparando para irse a Seúl Jay tenía que amargarle la existencia con una excusa.

— en fin, reservé un vuelo en una hora, así que debemos darnos prisa.

— Espero a Yuna, tonto.

— Oh. — fingió inocencia. — se me olvidó que ella también iba, sería una pena que se perdiera el vuelo.

— No, Jongseong, ni lo pienses.

— Bien, bien, solo juego, es una broma. — aseguró, palmeando el rígido hombro de Sunghoon, esas serían unas largas dos semanas, aunque para Hoon era muy poco para ver a esa persona esperada.

Se escuchó una ruidosa caminata de tacones por todo el piso, Sunghoon y Jay supieron entonces que Yuna estaba allí, y no solo eso, por el ritmo y fuerza de las pisadas supieron que estaba furiosa.

— ¡Park Sunghoon!

Otra vez ese grito, no quería empezar mal esa mañana, justo esa no, la rubia se posó frente a Sunghoon, Jay suspiró decepcionado, la loca no arruinaría sus planes.

— Oye, bruja, ¿Qué traes en el cuello? — preguntó Jongseong y la chica bramó furiosa, señalando el vendaje que traía con fastidio sobre su blanco cuello decorado con joyas costosas.

— ¡tú estúpida empleada derramo el maldito café sobre mí!

Sunghoon abrió sus ojos con sorpresa, ¿Haerin había hecho eso? Algo sin duda no cuadraba.

— Yuna, ¿no le hiciste nada?

— Claro que no, simplemente le dije que no podía estar con su novia besándose en plena hora laboral, tan poco profesional, le di una buena lección.

— Dios mío, ¿Qué le hiciste, loca? — Yuna de pronto se sonrojó, observando como Sunghoon la miraba con decepción, dudó en responder.

— Yo...no es nada importante, después me encargaré de eso y le pediré disculpas, ¿de acuerdo?

Jongseong la miró perplejo, ¿Yuna disculpándose? Sunghoon debía enseñarle como lanzar esas miradas en el futuro. — De acuerdo, niña, vayamos de una vez al aeropuerto, ten. — le lanzó a la chica una almohada para su cuello y que no esté incómoda en el avión, esta con enojo intentó devolvérsela corriendo hacia él.

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⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

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꒰ PORNO ꒱ - sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora