UN POZO DE DOLOR

capítulo 3

-Alleia- le gritó. Ella habia salido corriendo del lugar. Herida por lo que habia visto. El quiso alcanzarla, pero ella ya habia subido a su auto y se había ido. Verlo en la cama con otra mujer había sido demasiado para ella.

Días después la volvió a ver. Ella fue buena con el, decidió perdonarlo, pero el pensando que ya no la quería, decidió terminarla.

-No puedes... Damon, te he perdonado. ¿Porque quieres terminar conmigo? ¿Acaso no me amas?

-Ya no Al.

-Es imposible. Prometiste que siempre me amarías, y que yo siempre podría confiar en ti...dijiste que era especial, ¿ donde quedaron tus te amo?

-Es a ella a quien siempre he amado. Lo siento.

-No! Me niego a aceptarlo. Me niego. Tú me amas a mí, dijiste que era importante para ti, que jamás me fallarías Damon. Te demostraré que soy mucho mejor que ella, vas a arrepentirte de haberme dejado.

-No hagas ninguna tontería Alleia. No te conviene, lo sabes.

-Damon, por favor. Podemos resolverlo, lo prometo. Mira. Haré lo que quieras, seré una mejor amante, una mejor compañera. Pero por favor...

-Eres una buena amante, es sólo que lo nuestro es sólo eso. Contigo tengo todo el placer que quiero, pero amor, eso jamas lo he sentido realmente por ti. Entiéndelo. Leyla es la persona que siempre he amado. Jamás la he podido sacar de mi corazón.

-Mientes. Me amas a mi, lo sé. He visto como me miras cuando...

-Trato de adorarte lo mejor que puedo Al. Pero ya no puedo, déjame estar con quien realmente amo.

-Haré que te arrepientas de estar con ella. Yo soy mejor y lo sabes.

-Pero no estás en mi corazón.

Damon volvió al presente al escuchar un quejido de dolor de Alleia, ella estaba llorando hecha un ovillo en la cama, sus manos cubrían su vientre de forma protectora. La fiebre le había subido nuevamente y ella seguía delirando.

-No, no puedo perderte, no a ti... por favor, ya lo perdí a él... quédate conmigo porfavor. Quédate aquí, te protegeré... lo juro, lo haré... no te vayas, no me abandones tu también. Por favor...Noo!

-¿De que demonios habla?- preguntó Damon a su amigo con gesto de preocupación- Aydan,  ¿de que habla?

Damon no entendía los delirios que la chica estaba teniendo. Le parecía todo surrealista. 

-No lo sé. De verdad que no lo sé.

-Seré una buena madre... lo seré. Quédate, no te vayas, bebé mío.  Mi bebé quédate... por favor. ¡Nooo!

De pronto ella se levantó gritando de forma histérica, y asustó a Damon y Aydan.

-¡Mi bebé! Mi bebé.

Al darse cuenta de que Damon estaba ahí frente a ella,  Alleia entró en pánico y comenzó a ahogarse, no podía respirar.

Se sentía al borde de la muerte.

Ver a su peor pesadilla frente a ella, la aterró tanto que instintivamente retrocedió en la cama. Su rostro estaba empapado de sudor. Y su mirada estaba perdida. Aydan se acercó a ella pero ella puso sus manos al frente en gesto de que no quería que se acercara.

El lugar comenzó a moverse nuevamente como la vez anterior cuando ella se había descontrolado. Partes del concreto de cemento estaba cayendo, ambos hombres se miraron con terror. Si no salían pronto de ahí,  quedarían aplastados en aquel lugar y ella también. Tenían que encontrar una forma de calmarla, pues al parecer ella era la causante de todo eso.