Cap. 004

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Esa tarde, antes de que anocheciera, tres gritos histéricos se escucharon casi por todo el pueblo.

—¡No puede ser verdad! — gritó la rubia — No lo creo.

—¡No creo poder soportarlo — quien parecía ser la amiga de la rubia, puso su mano en la frente dramáticamente — ¡Simplemente no puedo soportarlo!

—Oh, Wonsik, ¡Dinos que no es verdad! — la tercera chica se acercó a Wonsik para tomarse de su brazo, pero este se alejó.

—Lo es.— contestó. Tres llantos volvieron a sonar — Muchachas... solamente me voy a casar. ¿Esto no va a cambiar sus sentimientos por mí, o sí?

—¡Oh,no! — se apresuró a decir la rubia.

—¡No!

—¡Nunca!

—Les aseguro que todavía tendremos nuestras pequeñas... citas.— guiño un ojo y les sonrió.

—¡Siempre! — gritaron las tres al unísono.

—Bien.— asintió satisfecho. Froto sus manos y chasqueo la lengua — Bueno... si va a haber una boda, ¡Debería avisarle primero a Jimin! Quiero ver su reacción.— dio una risotada y se encaminó a casa de Jimin — Cuando el acepte tu empiezas a tocar.

—Entendido.— Seung se puso tras Wonsik.

—¡Jimin! ¿Jimin... hay alguien en casa? — grita Wonsik mientras alisa su traje. Jimin, quien estaba en una esquina de la casa llevando una maceta en las manos, volteó y vio a Wonsik, hizo una cara y volvió a donde estaba — ¡Se que me viste Jimin! — Wonsik se acercó a Jimin y se apoyó al costado de la casa. Jimin suspiró largamente y se giró lentamente hacia Wonsik con una sonrisa falsa sobre su cara.

—Oh, qué...uh, bueno qué sorpresa tan... agradable.

—¿Si, verdad? — dijo Wonsik moviendo levemente la cabeza — Yo estoy lleno de sorpresas.— guiñó y llevó su mano hacia el interior de su traje — Para usted... mi querido Jimin.— en su mano habia un pequeño retrato, el cual le tendió al joven.

—Vaya, un retrato en miniatura...— achicó sus ojos mientras acercaba el retrato a su rostro —... tuyo.— concluyó con una mueca no tan notable — Wonsik, no debiste molestarte.

—Ni lo menciones.— le restó importancia — Sabes, Jin cualquier persona moriría por estar en tu lugar ¡Hoy es el día en que tus sueños se hacen realidad! — dijo totalmente entusiasmado, mirando con ojos brillantes a Jimin. El joven frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos.

—¿Y... que sabes de mis sueños, Wonsik?

—¡Mucho! — gritó totalmente seguro — Imagínate esto.— cubrió los hombros de Jimin con su brazo mientras estiraba el otro e imaginaba plasmar una serie de imágenes inexistentes en el aire — Una cabaña rústica, mi última presa de caza asándose en el fuego, y mi joven pareja masajeando mi espalda, mientras los pequeños juegan con los perros en el suelo. ¡Tendremos seis o siete! — concluyó chocando su puño contra su palma.

—¿Perros? — preguntó Park.

—No, tontito! — rio fuertemente — ¡Muchachos fuertes... como yo!

—¡Me lo imagino! — respondió con sarcasmo.

—Entonces qué Jimin, ¿Será un "Sí", o un "Oh, Sí"? — Jimin lo pensó unos segundos antes de responder. Suspiró y rodó los ojos.

—¡Yo... yo no te merezco! — dramatizó. Wonsik, confundido preguntó.

—¿Y quién sí? — Jimin caminó lenta pero audazmente hacia la puerta de entrada, con Wonsik detrás.

¡Esa es mi Bestia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora