Cap. 010

261 31 0
                                    

Después de haber dejado los aposentos de la Bestia, todos los sirvientes suspiraron con pesar mirándose unos a otros.

—Esto es increíble.— dijo Taehyung, afligido — Estuvimos a esto de ser libres.— gesticuló con sus dedos.

—Creo que lo único bueno que salió de esto, fue que el amo al fin logró empatizar con otro ser humano.— señaló Hoseok con algo de optimismo.

—He intentar ser uno.— dijo esta vez NamJoon girando los ojos. Jin lo codeó suavemente.

—Realmente pienso que ahora el amo cambiará.— dijo Jin con leve esperanza.

—Pero tal vez sea para peor.— dijo en un susurro YoonGi mientras frotaba sus muñecas adoloridas — No creo que haya nada peor que un hombre con el corazón hecho pedazos y sin la oportunidad de amar de nuevo.— Hoseok lo rodeó con su brazo y apoyó su cabeza en la contraria.

—¿Qué...qué tal van sus marcas? — preguntó Jackson con amargura — Las mías están matándome.— rascó su cuello para aliviar la picazón persistente.

—Supongo que las podremos aguantar un tiempo más.— dijo Jin, dudoso.

—Pero ¿cuánto es un tiempo Jin, cuánto? — pidió saber NamJoon con la mirada perdida y la mandíbula apretada — ¿Meses, días... horas? — se alejó hasta quedar frente la puerta —¿Soportaremos este dolor hasta que uno a uno vayamos pereciendo? ¿realmente esperaremos ese momento? Yo no quiero ver como mis amigos van perdiendo su esencia día a día, no los quiero ver mo...

—¡Nam!— le gritó Jin con enojo — ¡Suficiente! — caminó hacia él — ¿Crees que eres el único que piensa así, el único que teme por los demás y por sí mismo? — tomó su muñeca — Todos los días pido que cada uno de nosotros logremos llegar al final del día sin sufrir.— NamJoon bajó la mirada — Hay que dar apoyo, quizá no fe vacía, pero hay que mostrar soporte para lograr dar un paso más cada mañana.

—Yo no quería...

—Lo sé, Nam.— Jin ablandó su mirada — Sé que no querías, pero ahora no es el momento de perder la cabeza.— tomó suavemente su cara — Hay que mostrarles a todos que juntos aguantaremos lo que se nos venga encima, ¿de acuerdo? — NamJoon asintió — Te amo.— le susurró al oído. Nam sorbió su nariz.

—También te amo.

—Muy bien muchachos.— dijo Jin yendo hacia la multitud — Ahora que Hyung se fue deben... — las pisadas de caballos alertaron a Jin.

—¿Será Jimin hyung? — preguntó YoonGi con emoción. Todos se acercaron a la ventana, pero solo vieron como una muchedumbre se acercaba a paso veloz.

—Invasores.— confirmó Jackson — ¡Ese tiene el espejo!.— gritó señalando a Wonsik.

—Hay que avisar al amo.— Jin corrió hacia la planta superior y entró sin tocar — Amo...

—Déjame en paz.— le dijo de espaldas.

—¡Pero señor, están atacando el castillo! — señaló hacia el ventanal.

—Eso ya no importa. Déjenlos que entren.— apoyó su cabeza sobre el poste de la cama.

...

—¡Tomen todo lo que quieran! — gritó Wonsik a los pueblerinos — ¡Pero recuerden, la bestia es mía! — tiraron abajo la gran reja y avanzaron hacia la puerta de madera tallada — ¡Derriben esa puerta! — con un gran tronco cargado por los hombres más corpulentos, comenzaron a golpear la puerta hasta astillarla. Retiraron los pedazos de la puerta y entraron con cautela hacia la gran mansión. Todo estaba calmo lo que logró inquietar a la gente, el aspecto lúgubre del lugar no era agradable. De la nada, oyeron una voz.

¡Esa es mi Bestia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora