Un pato silvestre cayó sobre el suelo al recibir una bala.
—¡Eres el mejor cazador de todos! — aduló Seung a Wonsik.
—Lo sé. — respondió este con petulancia mientras pulía su escopeta.
—Ninguna bestia se te podrá escapar. — corrió hasta alcanzar a Wonsik cargando el saco con el pato — O muchacha.
—Muy cierto Seung.— abrazó al hombre con brusquedad por el cuello — Pero tengo los ojos puestos en ese.— dijo mientras apuntaba a Jimin, quien ajeno a todo, seguía caminando mientras leía.
—¿El hijo del inventor? — Wonsik asintió con seguridad.
—Exacto.— fue bajando la mirada, recorriendo todo el cuerpo de Park — Y si tiene suerte, será mi pareja.
—Claro, claro.— asintió enérgicamente Seung.
—Pues es el mejor de aquí.— Wonsik empujó a Seung de su agarre — Y yo merezco lo mejor, ¿o no?
—Pues sí, pero como vas a...
—Ah, definitivamente lo atraparé y lo haré mío.— ignoró a Seung y caminó hacia Jimin. Pasó frente a un trio de chicas, quienes suspiraron ante la presencia del hombre. Este, al notarlas les guiñó un ojo y corrió hacia Jimin —Hola... Jimin.— paró en frente del joven bloqueándole el paso y saludándole con coquetería.
—Hola Wonsik.— saludó casi al aire, pues aún no se despegaba de su libro. Trató de esquivarlo, pero este seguía sin moverse. —Permiso Wonsik.— intentó rodearlo pero el más alto le arrebató el libro de sus manos. Suspiró cabreado. — ¿Me puedes devolver mi libro, por favor? — apoyó una de sus manos en su cintura mientras que la otra la estiraba para recibir el libro. Wonsik ojeó el libro y arrugó la nariz.
— ¿Te divierte leer esto? — preguntó con cara de hastío. — Ni siquiera hay dibujos.
—Bueno, ¡algunas personas usan su imaginación! — intentó alcanzar el libro, pero Wonsik lo elevó.
—Jiminnie, deberías dejar los libros y prestar atención a cosas más importantes.— pone una postura recta mientras aspiraba para sacar pecho.
—¿Cosas como tú? — se cruzó de brazos y rodó los ojos.
—¡Exactamente! — contestó emocionado —Todo el pueblo lo dice.— se encogió de hombros — Además, no es bueno que un joven como tu lea. ¡Eso lo haría mujer! — Jimin totalmente ofendido, le gritó.
—¡No seas primitivo! — Wonsik se acercó más a Jimin, pero antes, arrojó el libro al suelo y pasó encima de él.
—Gracias, Jimin.— restó importancia a su comentario. Rodeo a Jimin con un brazo y le sonrió — ¿Qué te parece si damos un paseo por la taberna y miramos mis trofeos?
—¿Qué te parece si mejor no? — quitó su brazo de encima y se agachó para recoger el pobre libro. Tomó un pañuelo de la cesta y comenzó a limpiar la tapa.
—Oh, vamos Jimin.— lo tomó de los hombros — Sé lo que sientes por mí.
—No te lo puedes imaginar. — masculló con sarcasmo. Quitó las manos de Wonsik de sus hombros, pero este insistió — ¡Wonsik, por favor! Tengo que ayudar a mi padre.— Jimin se quita de su agarre y continua caminando hacia su casa,
—Ese viejo loco. ¡Necesita toda la ayuda del mundo! — gritó Seung al aparecer y carcajea junto con Wonsik. Jimin totalmente molesto les filmina con la mirada.
—¡No hables así de mi padre! — pararon de reír y Wonsik aprovechó de golpear a Seung en la cabeza.
—¡Sí! ¡No hables así de su padre! — reprende con el ceño fruncido.
—¡Mi padre no está loco! ¡Es un genio! — Min vuelve a cruzarse de brazos. A lo lejos pidieron escuchar una explosión y Jimin, al instante, palideció — Oh Dios.— gira su cabeza en dirección a su casa — ¡Papá! — deja a los hombres y corre en busca de su padre. Al llegar a su casa corre hacia las puertas del sótano y las abre, dejando que el humo se liberara — Papá, ¿Estás bien? — agita sus manos para esparcir el humo mientras se va adentrando al sótano.
—Si, sí, estoy bien. — contesta su padre — ¡Pero no puedo hacer que esta chatarra funcione! — Jimin sonríe de alivio al ver a su padre salir — ¿Qué le pasa a esto? — masculla mientras recorre con la mirada su invento — Estúpida cosa.— y la patea — ¡OW!
—¡Papá! — Jimin grita al ver como su padre salta por el dolor.
—¡Estoy listo para tirar esta chatarra! — grita con enfado el hombre.
—Oh, siempre dices eso. — va hacia él y le pone una mano en el hombro para calmarlo.
—¡Esta vez hablo en serio! — se cruza de brazos, furioso. — ¡Nunca voy a conseguir que funcione este pedazo de armatoste!
—Si, si vas a poder.— alienta Jimin — Vas a ganar el primer premio en la feria de mañana.
—Lo dudo mucho, cariño.— dice refunfuñando — ¡Hmmph!
—Yo sí creo que serás un famoso inventor.— le sonríe.
—¿De verdad piensas eso? — su padre se gira y lo mira. Jimin se encoge de hombros.
—Siempre lo he pensado. — ambos se sonríen
—Bueno, entonces debo conseguirme algo mejor para ajustar esto. — señala una pieza de su invento — Esta cosa no va a fijarse. — piensa unos segundos — Ahora déjame ver, ¿Dónde deje esa pinza divergente? — Jimin niega divertido con la cabeza.
—Papá.— agarra una herramienta y la ve graciosa, y se lo sostiene frente a él amablemente. Él lo toma y lo usa para trabajar.
—Y... dime, ¿Te divertiste en el pueblo hoy? — pregunta mientras aprieta la pieza. Jimin piensa unos segundos.
—Traje un libro nuevo. — su padre ríe.
—Realmente amas los libros. — dice y Jimin suspira.
—Es que... ellos me llevan a maravillosos sitios donde hay aventura, misterio, romance y... finales felices. — Jimin muerde su labio y observa a su padre. — Papá... si te pregunto algo, ¿vas a responderme honestamente?.— el hombre frunce el ceño, confuso.
—¿A caso no lo hago siempre?
—Pues sí. — soba su brazo y vuelve a mirar a su padre — ¿Crees que soy... extraño?
—¿Mi hijo extraño? — pregunta con extrañeza mientras deja de lado el invento y mira a su hijo — ¿Pero de dónde sacaste esa idea? — Jimin niega.
—No sé, es que... papá, la gente murmura cosas y...
—¿Y qué? — se apresura a decir —Ellos hablan de mí también. — frunce sus labios —No hay nada raro aquí. Pues somos muy normales. — se encoge de hombros. Jimin suspira —Con mi invento a todo el mundo podre impresionar.— se frota las manos — Ayúdame a ponerle los troncos ¡Aquí vamos!— él tira la palanca y el invento funcionó para impresión de ambos.
—¡Fu-funciona! — grita emocionado Jimin.
—¿Funciona? ¡Funciona! — ambos se mirar totalmente sorprendidos.
—Papá, ¡Lo hiciste! ¡Realmente lo hiciste! ¡Vas a ganar el primer el premio para la feria mañana ¡Lo sé! — le grita a su padre —¡Ah, casi me olvido!— saca una bufanda del cesto y la cuelga alrededor del cuello de su padre —Te hice una bufanda para la buena suerte.— su padre lo mira con cariño y acarició la bufanda.
—Ahora sé que ganaré.— le agradece con la mirada a su hijo —Ahora tendremos oportunidad de salir de este pueblo y viajar a todos aquellos sitios que leíste en tus libros. ¡Bien, debo irme a la feria!— Jimin ayuda a cargar el invento sobre una pequeña carreta que es tirada por un caballo. El joven abraza a su padre y le desea buena suerte cuando este parte por el bosque.
—¡Adiós Papá!— le grita.
—Adiós hijo.— agitan sus manos.
—Cuídate.— le susurra al viento mientras Jimin entraba a su casa.
ESTÁS LEYENDO
¡Esa es mi Bestia!
FanfictionKookMin| Ya que, ¿Quién podría algún día... amar a una bestia? Adaptación Autora: @Buho-tan