Estudios muggles (editando)

El nuevo futuro

(Dedicado a Glory2907)

Cincuenta años después...

Una niña vestida con un vestido celeste, empujó su carrito con su equipaje a través del portal mágico en King Cross. Se quedó asombrada por la locomotora roja, la gente que deambulaba por la estación, los animales que volaban o correteaban por el andén...

-Luna, querida, espéranos. -la llamó su madre acercándose, con su marido detrás de ella atravesando la barrera.

-¡Es tal como lo describió la abuelita! -exclamó la niña saltando al lado de su equipaje.

Una mujer de aparente sesenta años cruzó la barrera con una canasta, seguida de un hombre también entrado en años de semblante serio.

-Luna, aquí está el almuerzo...

La mujer se quedó mirando a un grupo de personas que estaban un poco más allá de su nieta. El niño tenía el cabello oscuro rebelde, los ojos de un verde asombroso y unos anteojos de marco dorado. Sonreía a su familia, quien lo despedía desde el andén.

-¿Está bien, tía? -preguntó la madre de la niña, preocupada.

-Sí, Pan. No te preocupes. Solo creí ver a alguien...

-Es extraño ver a tantos de los descendientes de nuestros viejos amigos. -aportó el caballero de cabello entrecano, sujetando la cintura de la mujer.

-Siempre me pregunté por qué abandonó el ministerio, tío Tom. -dijo jovialmente el padre de la niña.

-Uno solo puede hacer mucho por un tiempo. Luego debe alejarse y dejar a los más jóvenes, Xeno. -contestó tío Tom con una encantadora sonrisa.

-Abuela, ahí está mi amiga Ginny.

-Toma, Luna. Recuerda que tiene un encantamiento de encogimiento...

-Y con un pulso de mi magia lo puedo abrir. Ya lo sé.

-Diviértete, mi pequeña Luna.

-Lo haré, abuela Mione.

La niña fue al tren acompañada de su madre, mientras su padre levitaba en equipaje detrás de todos.

-Tenga usted un muy buen día, Lord Slytherin. -saludó un rubio platinado seguido de su esposa y su hijo.

-Lord Malfoy, Lady Malfoy, heredero Malfoy. -saludó formalmente Tom. -Espero que su señor padre se encuentre bien.

-Perfectamente, Lord Slytherin.

-Si sigue llamándolo así, va a gastar el nombre. -se quejó la mujer castaña.

-Debes entender, querida, que ciertas normas aún se practican en la actualidad... aunque ninguno se dignó a saludarte.

No era novedad que ciertos miembros destacados de la sociedad miraba por encima del hombro a "Lady Slytherin", por su origen.

-Sinceramente, no sé en qué se equivocó Abraxas. Él es tan educado... -mencionó Lady Slytherin con rintintín. -Al igual que Lord Black. -dijo deliberadamente mirando a Narcisa Malfoy.

Un grupo grande de hombres, mujeres y niños cruzaron la barrera. Los caballeros vieron a Lord Malfoy inmediatamente, y mientras se acercaban, con reticencia, también vieron la tensión con Lord Slytherin.

-Mi Lord. -saludó el de cabello oscuro a Tom. -Mi Lady. -reverenció a Hermione Riddle.

-Lord Nott. Lord Crabbe. Lord Goyle. Señoras. -asintió con la cabeza.

-Buen día a todos. -saludó Hermione con una sonrisa encantadora. -¿Cómo están ustedes, niños? ¿Listos para otro año en Hogwarts?

-Sí, Lady Slytherin. -respondió Teo Nott, los demás solo asintieron con la cabeza.

-Permítame felicitarla por su próximo bisnieto, Lady Slytherin. -se acercó Lady Crabbe, una mujer robusta pero sonriente. -¿Ya es el decimo segundo?

-El decimo quinto. -contestó Hermione con una sonrisa.

-Pero ninguno va aún a Hogwarts, ¿verdad? -preguntó Lady Goyle.

-No. En dos años irá Francis, el primogénito de Salazar. -dijo con orgullo Lady Slytherin.

-Ese hombre sí que se hizo de rogar para llegar al altar. -mencionó Lady Goyle con más confianza.

-Por un tiempo, el Ministerio fue su pasión. Al igual que su padre.

-¿Su hija Ema aún organiza el baile de All Hallows Eve? -preguntó Lord Nott.

-Así es, caballero. El orfanato mágico necesitan toda la ayuda, ya que el Wizzengamot no lo hace.

A Hermione le entusiasmó todo lo que pudieron lograr mientras Tom estuvo en el Ministerio. Un refuerzo del Estatuto del Secreto con los avances tecnológicos, adelantar el conocimiento de la magia a los hijos de muggle, el análisis de herencia que debían realizar los nacidos de muggle y mestizos que vivían en el mundo no mágico, la colaboración con otras naciones mágicas. Pero hubo otras en las que realmente quería cruciar a los idiotas. Los asientos aun eran hereditarios y vitalicios, las leyes contra criaturas no era tan duras pero aun estaban ahí, y, lo peor, no permitieron financiar el orfanato que fundó una vez que Tom tomó el cargo de ministro.

Y tampoco pasó por alto como Lord Nott, luego de enviudar, pretendió a su hija Ema. No tenía nada contra el hombre, excepto que no aceptó un no por respuesta de su hija.

-¿Tiene noticias de sus otros hijos y nietos? -preguntó Lady Crabbe sintiendo la tensión.

-Richard está aun en viaje de exploración con su familia en Perú. Los espero para Yule. Junior está trabajando en el IWC  en Ginebra y también vendrá para Yule. Y la pequeña Elizabeth está acompañando a su nuera embarazada de nuestro decimo quinto bisnieto y reposando en Toscana. -en ese instante sonó el silbato que anunciaba la próxima salida del tren.

-Oh, vamos niños. Hay que buscarles un compartimiento. Encantada de verlos nuevamente, Lord Slytherin, Lady Slytherin. -saludó Lady Goyle.

No corrieron, los caballeros y damas no corren, pero se apresuraron a ayudar a su progenie a subir al tren.

Tom Riddle, actual Lord Slytherin, abrazó a su mujer, Hermione Riddle, antes Granger, y esperaron a que el tren saliera.

-Había olvidado que los encontrarías... -susurró Tom en su oído.

-No estoy tan afectada como crees. Harry tiene su familia, todos sobrevivieron porque no hubo guerra, somos una nación próspera con relaciones internacionales activas...

-¿Y "ella"?

-Y ella es una gryffindor nuevamente, pero más social y feliz de lo que fue. 

Ambos vieron a un muchacho de cabello oscuro sentado junto a una joven de cabello castaño ensortijado y dientes de castor saludando a su familia. El tren partió hacia un colegio en medio de las tierras de Escocia dirigido por un muy buen profesor medio goblin, sin otra aventura que estudiar y hacer amigos que duraran toda la vida.