Diferencias y desacuerdos

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Capítulo ocho.

Las clases de los sábados, que comenzaron luego de darle el alta a la profesora Granger, tenía tantos en la mañana como en la tarde,  una concurrencia nunca antes vista.

Para la primera de la mañana, no solo fueron alumnos. Como todo cotilleo, los profesores escucharon que el artífice de la captura de los magos malvados había sido su compañera con magia natural, una magia ancestral perdida en el tiempo. ¡No podían perder la oportunidad de aprender!

Divididos en grupos pequeños, Hermione les enseñó las técnicas de respiración y meditación que le enseñara Luna. Así, descubrieron que la mayoría eran magos de tierra, mientras una minoría era de agua. Por supuesto, hubo excepciones. Dumbledore era de agua y Tom era de fuego. ¡Típico! Había algunos de aire también, varios puff en realidad.

Una vez clasificados, los puso a entrenar. Cosas pequeñas, pues la magia del núcleo mágico de los alumnos menores de 15 años no se terminaba de desarrollar. Los profesores también, ya que nunca habían experimentado con su propio núcleo. Y era raro, ya que ¡eran profesores! Muchos académicos y maestros en sus propios rubros, ¿cómo no habían experimentado?

Las clases en la tarde fueron toda una delicia para las chicas. Por supuesto, muchas nacidas muggle y mestizas estaban ansiosas por aprender a ser "señoritas de sociedad". Minerva y otras señoritas de sociedad habían resultado ser una gran influencia. Reconoció en algunas a sus descendientes, como Bones y Greengrass. Todas las admiraban por su porte y delicadeza. Casi como de la realeza.

En cuanto a los chicos... no estaban tan interesados en el protocolo, hasta que Tom les relató un incidente que tuvo con Malfoy el primer día de clase. Al parecer, sostener la mirada por más del tiempo permitido y no inclinar la cabeza en señal de respeto, era considerado un reto, no solo en Slytherin, sino en todo ámbito mágico.

-¡Como los hipogrifos! –exclamó Hermione de sopetón.

-¿Perdón? –Lorcas Malfoy la miró como si fuera uno de color rosa.

-Con los hipogrifos tienes que reverenciarlos y no mirarlos porque lo toman como una afrenta y atacan.

-No lo había pensado. –dijo el platinado, pensando en la analogía.

-Entonces... -Hermione se dirigió a los pocos alumnos hombres del momento. -¿Entienden que pueden incurrir en un error por no conocer apropiadamente todas las reglas? Y luego se enojan si alguno los mira mal.

-¡Es que ellos no los explicaron! –saltó un Gry. Bastante parecido a Arthur Weasley.

-¡Y por qué deberíamos! –estalló Lestrange.

-Bueno, bueno, bájense del caballo, vaqueros. –apaciguó Hermione llamando a todos la atención por su acento texano que copió de una película. ¡Ahora todos creerían que era americana! –Para eso son las clases de protocolo. Para evitar esos malos entendidos. Realmente, no entiendo cómo es que nadie se dio cuenta de la gran diferencia que hay entre los dos mundos. Es como si yo quisiera ir a China y vivir sin aprender el idioma. –se quejó cruzándose de brazos.

Todos asintieron.

-Lo mismo ocurre con las rivalidades de casas. –dijo un Hufflepuff.

-Exacto. Lo que debería ser una competencia sana se volvió algo...

-Sanguinario. –dijo Tom. Estaba allí para aprender. Nada más.

-¿Por qué la rivalidad entre Slytherin y Gryffindor? –preguntó Hermione. –No preguntó por lo Ravenclaw y Hufflepuff porque no es tan fuerte como los otros.

-Se dice que Salazar Slytherin tuvo una pelea con los otros fundadores por solo querer aceptar a los sangrepura... -comenzó Nott.

-¿Dicen? ¿Un rumor? ¿Un chisme? ¿Esta rivalidad es solo por un simple "lo escuché por ahí"? –cortó Hermione, haciéndolos pensar.

Todos se miraron y cayeron al interpretar las palabras de su joven profesora.

-¿Sí? –intentó responder el mismo Gry de antes.

-Mmm... -Hermione meditó un momento. -¿Alguien conoce el "rumor" sobre la Cámara de los Secretos?

No le pasó desapercibido el brillo en los ojos de Tom. Los demás asintieron.

-Dicen que dejó un monstruo para que su descendiente lo libere y mate a todos los sangresucia. –dijo con voz conspiradora. Varios temblaron. –Ahora, imaginen la situación. Seiscientos años atrás, los muggles cazaban, torturaban y mataban a todos los que creían en la magia. Y presten atención, dije los que creían en la magia, no a los magos. Miren a su alrededor. ¿Esto qué es?

-Un castillo. –respondió un puff.

-Una fortaleza. –declaró Tom.

-Exacto. ¿Vieron los soldados en la atalaya sur? ¿Sabían que con un hechizo del director o subdirector cobran vida para defender el castillo? –Hermione reprimió la punzada de dolor al recordar a Minerva entusiasmada por recitar ese encantamiento. –Entonces, ¿por qué pensar que el "monstruo" es para eliminar a los nacido muggle y no a los muggle que llegaran a atacar?

Todos se quedaron en silencio, meditando las palabras. Se miraron entre ellos, casi sin conocerse y reconociéndose a la vez, mientras Hermione se retiraba a hablar con las chicas. Sí, había mucho que hacer, pero ya estaba sembrando sus semillas. Pensamiento lógico.

Estudios muggles (editando)Where stories live. Discover now