CAPITULO 5

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5 AÑOS ANTES

Jace se aferraba fuertemente a la cintura de la omega mientras ella se movía encima de él gimiendo contra su oído, el alfa se tomó un momento para verla al rostro, las pupilas de sus ojos verdes estaban sumamente dilatadas y su piel ardía intensamente, el castaño no dudaba que él estuviera igual, después de todo esa reacciones que tenían se las advirtió el maestre cuando los dos le solicitaron algún afrodisiaco o remedio para que los dos lograran consumar su matrimonio.

El dia previo a la boda el neta de edad avanzada les había entregado una botella transparente con un líquido de un tono rojizo anaranjado e indicándoles que previo al acto debían consumirlo y que después este solo le tomaría unos segundos en actuar.

Cuando los dos fueron conducidos a la habitación donde estarían los 3 días en los que se esperaba que consumaran el matrimonio trataron de tener relaciones sin ningún remedio de por medio, pero simplemente ninguno de los dos había logrado excitarse o estar lo suficientemente receptivo.

El alfa le propuso a la omega cortase el dorso de la mano para manchar las sabanas de la cama con la sangre y hacer parecer como si él hubiera desflorado a su esposa, pero rápidamente lo descartaron ya que todos se darían cuenta y sospecharían de la herida en la mano de Jace.

Sin ninguna otra alternativa y después de una larga plática los dos ingirieron el afrodisiaco que los puso en su situación actual.

-Jace... ¡Ahh!- Volvió a gemir Margaery cuando el alfa la tomo por debajo de los muslos para alzarla y tocar un punto en su interior que la hizo estremecer.

El Strong metió una de sus manos en la suave y larga mata de cabellos castaños de su esposa enredando sus dedos en los mechones de cabello que desprendían un dulce olor a lavanda.

No sabía si era por las copas que también tomo mescladas con el afrodisiaco que ahora le estaban haciendo ver cosas que no eran porque de un segundo al otro el que se encontraba encima de el ya no era Margaery, si no aquel omega de cabellos platinados con el que compartió lecho la mayoría de las noches que estuvo en desembarco del rey.

Soltó un suspiro a la vez que besa todo el blanco pecho del omega y le recorría el cuerpo con las manos.

-Jace- Gimió el omega contrato su oído, su respiración y aliento caliente choco contra su oído haciéndolo estremecer, con una gran facilidad el alfa lo hizo girar para dejarlo debajo de él, lo sintió temblar cuando empezó a torturar sus sensibles pezones, mordía y chupado uno mientras que el otro era estimulado con su mano al pellizcarlo.

Acelero sus movimientos cuando sintió como el interior del omega se empezaba a contraer.

-Jace-Sintió las manos sobre sus hombros tratando de empujarlo para hacerlo a un lado, acción que claramente lo confundió, el Aegon que él conocía nunca lo apartara de esa forma, sino al contrario, le rodearía la cadera con las piernas y el cuello con los brazos para pegarlo a él lo más que pudiera- ¡Jace!- Gracias al grito de su esposa recobro la lucidez y salió de ella antes de venirse sobre las sabanas de la cama.

Después de unos minutos en los que el afrodisiaco pareció perder efecto sobre ellos, los dos se vistieron, cambiaron las sabanas y se recostaron dormir, Margaery cayó al instante, pero Jace se quedó despierto un rato más pensando en todo lo que había pasado durante el dia

-Padre, herrero, guerrero, madre, dama, anciana, extraño- Había recitado en la ceremonia mientras que el Septon ataba sus manos con aquel lazo dorado - Yo soy de él y ella es mía, desde este día hasta el último de mis días.

La multitud se había puesto de pie aplaudiendo y festejando el acontecimiento mientras que la vista de él se dirigía al lugar donde estaba ubicado toda su familia, Harwin y Lyonel aplaudían fuertemente y tenían plasmadas en sus rostros, pero Lucerys estaba serio y lo miraba intrigado mientras acunaba en sus manos su vientre de 6 meses de embarazo.

Durante el resto de la fiesta el alfa trato de evitar a su hermano a toda costa, pero cuando salió a uno de los enormes jardines para tomar aire no pensó en que su hermano omega se encontraría ahí.

-Si me evitas es por qué hiciste algo y sabes que te voy a reprochar al respecto- Dijo el omega acariciando su vientre sobre sus vestimentas rojas y negras- Y antes de que respondas de que no sabes a lo que me refiero entonces dime tú lo que me tengas que decir.

-¿Te encuentras bien?

-El bebe estaba algo inquieto y decidí salir un momento- Jace soltó un suspiro para caminar y sentarse al lado de sus hermano en el banco de piedra- Pero no respondiste mi pregunta.

-Eso es porque no hay respuesta.

-¿Hasta cuándo dejaras de hacer eso?- El alfa miro confundido a Lucerys- No hagas esa cara sabes muy bien de lo que hablo.

-Yo no estoy haciendo nada fuera de lo normal Luke, simplemente estoy cumpliendo con mi obligación.

-Sabes muy bien que tu matrimonio no era necesario.

-El tener una alianza con la casa Tyrell y no solo con la Targaryen también nos ayuda mucho, además si no es con Margaery tarde o temprano me habría tenido que casar- Dijo acomodando la maga de su saco que estaba algo torcida para evitar la penetrante mirada de su hermano menor.

-Si es asi entonces no discutiré, pero se honesto conmigo y respóndeme esto- Lucerys tomo su mano y dejo algo frio y duro en ella, pero no le permitió verlo ya que cerro su mano en un puño- ¿Estás seguro de que no dejaste nada sin resolver, hermano?

-Luke...- El alfa soltó un suspiro mientras buscaba las palabras correctas a la pregunta que le habían hecho, pero solo pudo atinar a responder un simple...- No.

-Si es asi entonces me alegro por ti- El omega se puso de pie dándole unas palmaditas en el hombro y avanzando hasta donde estaban unas pequeñas escaleras que descendían a una zona del jardín bastante alta- De todo corazón te deseo lo mejor hermano y espero que cuando te des cuanta no sea demasiado tarde para retomar tu rumbo.

-¿Qué quieres decir? ¡Luke!- Le llamo a su hermano, pero el omega siguió caminando hasta descender las escaleras, un sonido ensordecedor hizo que el alfa alzara la mirada al cielo, una enorme figura negra alada surcaba los cielos con gran agilidad para después caer en picada y aterrizar en la explanada de alto jardín.

Se trataba nada más y nada menos que del esposo de Lucerys, el príncipe Aemond Targaryen quien montaba a la dragona Vhagar.

-¡Te escribiré pronto!- Grito Lucerys dejando que su alfa le ayudara a subir a la montura.

Una vez que Vhagar regreso a los cielos el castaño miro lo que su hermano le había dado, se trataba de un medallón de acero valyrio con el escudo de la casa Targaryen.

La misma casa a la que ahora pertenecía Lucerys, la misma casa a la que pertenecía Aegon.

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Hola hola, se que dije que el día de hoy subiría dos cpsitilos pero aun tengo algunos problemas con mi laptop, apenas logre que encendiera unos momentos para poder subir este capitulo que ya estaba listo.

Esta historia está por tomar un rumbo repleto de emociones.

Nos leemos el sábado.

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