Permanece a mi lado

Cap. 4

Estamos listos, dijo Izuku con su mochila puesta y un botiquín de primeros auxilios en mano, finalmente, Deku se quedó con el hacha y la navaja y Katsuki con el bate y con la escopeta que estaba en el garaje.

- ¿ Listo, Kacchan ? Vámonos -

Bakugou se sobresaltó.

- ¡¿Estás loco, maldito Deku?! ¡Nos matarán! - gritó el cenizo

- Kacchan, tenemos que ir por provisiones, además, estamos en la ciudad, hay que ir a algún lugar más tranquilo, si un grupo grande viene a la casa no aguantará - Explicó Izuku con el tono de voz más sereno que pudo poner, él estaba igual de aterrado que Bakugou.

Katsuki seguía asustado pero, estaba cansado de parecer débil ante Izuku, él no lo era, así que tomó iniciativa y bajó al garaje.

Cargaron el coche del padre de izuku con la comida y el agua, cogieron la escopeta, la linterna y las municiones.

Las armas las llevaron consigo, igual que sus teléfonos, se subieron al coche quedando bakugou en el asiento del conductor listo para arrancar e Izuku en el del copiloto con un mapa en sus manos, al abrirse el garaje, los zombies los escucharon y los persiguieron. Uno se agarró a una de las puertas, Katsuki cerró las puertas con seguro para que esta no se abriera y con un par de giros se deshizo del zombie para luego pisar a fondo.

La primera parada y la más esencial para Izuku era una gasolinera abandonada, pasarían por provisiones y a recargar el tanque de gasolina.
Katsuki fue el primero en abandonar el vehículo, caminó eufórico hacia la pequeña tienda que parecía haber sido ya atracada.

- Kacchan, espérame, de seguro hay zombies dentro , es mejor permanecer unidos - dijo el más pequeño acelerando el paso para alcanzar a Katsuki, el cual, empuñaba con firmeza el bate.

- No te necesito, puedo sobrevivir por mi mismo, no sé por quién me tomas, mocoso - exclamó el rubio con gran impotencia.

Se adentraron a la pequeña tienda y efectivamente esta ya había sido saqueada, aunque pudieron conseguir un par de barritas energéticas, unas cuantas latas de bebidas isotónicas y unas papas de bolsa.

- Pasaré al baño - dijo el peliverde un tanto apresurado, había sido un trayecto largo y necesitaba ir al baño.

Una vez terminó, se apresuró a lavarse las manos y a salir, pero, justo cuando estaba empujando la puerta, sintió que alguien jaló la puerta desde afuera, entró y le hizo retroceder adentrándose a uno de los aseos.

Al alzar la vista para ver el causante de aquello se encontró con su amigo un tanto nervioso.

- Deku, estaba llenando el tanque del coche cuando escuché unos pasos, cuando miré vi a un grupo de esas cosas viniendo hacia mi, rápidamente vine a buscarte, es obvio que no voy a pelear con 5 bichos solo, pero, uno me siguió - dijo el cenizo con un leve sonrojo al notar que la distancia entre el pequeño brócoli y él era muy corta.

- Kachan, te dije que permanecieras a mi lado - murmuró el pecoso con el ceño un tanto fruncido.

- Ya sé, mierda, pero, sabes que no soy alguien obediente, así que, ahórrate el sermón y piensa en un puto plan rápido - susurró Katsuki desviando la mirada de esos ojos esmeralda, que ahora fijándose más detenidamente eran jodidamente hermosos.