Cap. 23

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El peliverde miraba desesperadamente a su alrededor en busca del cenizo, pero...No había ninguna señal de este.

Las preguntas consumían la mente del pecoso - ¿Dónde está? ¿Y si le pasó algo? ¿Por qué no lo veo? ¿Y si no llegó...?- Esta última lo paralizó por completo.

En ese momento se encontraba solo, él y su cabeza divangando completamente ajeno a los sonidos de su alrededor quienes parecían estar en una dimensión paralela, solo era un eco en el fondo de su cabeza al cuál no le prestaba atención.

Hasta que, un fuerte golpe lo despertó de su transe, uno de los zombies había escuchado el sonido de Mina al caer y se había aproximado a ellos, los chicos avisaban mientras corrían a Izuku, pero, este ni se inmutó en ese entonces.

El muerto se lanzó sobre el pecoso quién ejercía fuerza con una de sus manos sobre la cabeza del zombie para que no le mordiera.

Tenía una fuerza descomunal, Izuku estaba perdiendo la batalla, el zombie le hacía retroceder cuando, en un tropiezo se estampó con una cristalera que se hallaba detrás suya.

Cayó al suelo mientras veía la sangre brotar de su abdomen donde se encontraba un pedazo de cristal incrustado, estaba a punto de abandonar, pero, derrepente dejó de sentir la presión que ejercía el muerto.
Al alzar la mirada se encontró con su rubio quién se encargó fácilmente de aquel bicho antes de correr hacia Izuku.

- Kacchan...llegaste - dijo el peliverde con una media sonrisa y lágrimas que corrían por so rostro.

- ¡No, mierda! ¡ZUZU! ¡Por favor, aguanta un poco! ¿¡sí?! ¡te sacaré de aquí conmigo! - exclamó Bakugo mientras que amarraba con un trozo de tela arrancado de su camisa alrededor del torso del pelivierde para después cargarlo y correr hacia las escaleras mientras repetía en su mente una y otra vez - ¡Joder, joder, joder...!

Una vez llegó a la azotea se reunió con el resto del grupo y posó a Izuku en el suelo.

- ¡JODER, ZUZU! ¡Por favor aguenta un poco más! - gritó Katsuki.

- Kacchan... que momento más trágico para decirte..,- murmuró Deku.

- ¡No digas nada, lo harás cuando te recuperes, no malgastes energía idiota! - interrumpió el cenizo.

- Me gustaría hacerlo, pero, no hay garantía de que lo haga... y no...no puedo irme sin-

El pecoso no pudo seguir debido a que los labios del rubio posados en su boca lo hacían incapaz de continuar hablando. Como pudo correspondió al beso dulce, aunque un tanto desesperado.

- ¡Mierda Zuzu te amo, siempre lo hice y nunca lo expresé por que me sentía vulnerable frente a tí y para no sentirme así te hice daño Zuzu! ...lo siento ¡lo siento joder! se que he sido una mierda de persona contigo, pero, por favor, permanece a mi lado... - exclamó Katsuki quien ya había liberado sus lágrimas durante el beso.

- Y-yo también te amo Kacchan y... siempre lo haré donde sea que esté - murmuró débilmente Izuku.

- Y...te perdono kats-

-¡Mierda Zuzu! ¡¿que mierda dijiste, no te escuché lo último?! ¡Repítelo, por favor, Deku! - Gritó el cenizo abrazando cuidadosamente al contrario.

Hasta que, derrepente dejó de sentir la presión que ejercía el pecoso sobre él - ¡MIERDA, ZUZU!

- ¡Bakugo, los helicópteros están aquí, date prisa! - se oyó un grito lejano.

Permanece a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora