Cap. 14

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- Oh viejo, realmente eres genial - halagó Denki.

- Es cierto, muchas gracias por salvar a Mina Izubro, eso fue muy varonil - siguió Kirishima.

- No fue nada, en serio - repitió Deku ya avergonzado, no estaba acostumbrado a recibir tantos halagos.

- No digas eso Midoriya, realmente si fue algo, gracias Midoriya tienes un gran potencial - respondió Shoto.

- ¡Ya dejen a Deku tranquilo, tú en especial mitad-mitad y vengan a comer! - exclamó Bakugo quién se encarga de preparar la comida para que no murieran de intoxicación.
Todos hicieron caso a la llamada del cenizo, no llevaban mucho ahí, pero, no les hizo falta más para darse cuanta de la poca paciencia que tenía el rubio.

Juntos comieron y al terminar se dispersaron, Mina y Denki fueron a la caravana, Shoto y Kirishima decidieron inspeccionar un poco la zona por precaución e Izuku y Katsuki se dirigieron a la caseta.

Bakugo trataba de dormir mientras Izuku se cambiaba su camisa hasta que un sonido los alarmó. Era el teléfono de Katsuki, su madre le estaba llamando.

-Vieja, dime que ya vienes a por nosotros - dijo Bakugo posando el móvil en la pared mientras Izuku se asomaba prestando atención.
- Primero que nada ¿por qué el pequeño Izuku está sin camisa? ¿que le estabas haciendo mocoso? - exclamó Mitsuki quién solo quería molestar a su retoño.

- N-no tía, solo me estaba cambiando - Izuku ya estaba rojo como un tomate.

Mitsuki dirigió la mirada a su cachorro que también tenía sus mejillas rojizas.

- ¡Eso vieja! ¡¿Qué pensabas?! - gritó Katsuki al notar la mirada juguetona de su madre.

- Mitsuki, no molestes a los niños - sonó una voz acercándose a la cámara.

-¡Mami! - dijo Izuku emocionando.

- Si mi cielo, mami está aquí y sí, llamamos para confirmaros que ya podemos recogeros - exclamó Inko.

Deku y Katsuki se miraron felizmente hasta que recordaron.

- Mamá, es que... Esta mañana llegaron al campamento unos chicos...¿pueden salvarlos a ellos también, por favor? - dijo Izuku con preocupación.

- Sí, claro mi ángel,  los recogeremos a todos ¿cuantos sois en total? - respondió la peliverde.

- 6 ¿cuándo vendréis? - soltó Katsuki.

- Con eso, hay un pequeño problema mocoso...- exclamó la rubia.

- ¿Cómo que problema? - dijo el pecoso un tanto nervioso.

- Pues verán, ese campo de tiro es una sona a la que no pueden acceder los helicópteros, así que tendrán que emprender hacia una ciudad a unos kilómetros de donde estáis, nos encontraremos en unos días, en la azotea del edificio Risu - respondió Inko.

- ¿Esto es una broma verdad? - exclamó el cenizo.

- Mocoso, estamos igual de preocupadas que ustedes, pero, no podemos hacer otra cosa, han sobrevivido hasta ahora y lo seguirán haciendo, sois muy fuertes niños - dijo Mitsuki.

- Eso ya lo sé bruja - respondió Katsuki calmándose un poco.

- Bien, pues entonces hasta unos días - dijo el peliverde.

- Hasta unos días...- exclamaron a la vez ambas mujeres para finalizar la llamada.

Permanece a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora