Cap. 9

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Los chicos, se adentraron en el bosque empuñando fuertemente sus respectivas armas, el camino no era muy largo, en el mapa indicaba que se encontrarían con el río en unos pocos metros. Izuku no paró de murmurar en todo el viaje, cosa que a Bakugo le empezaba a irritar, pero, se sorprendió a sí mismo prestando atención a lo que el peliverde tenía que decir, hasta que...

- Cálla enano, ¿oyes eso? - dijo el cenizo prestando atención de donde provenía el sonido.

Unos instantes después, comenzaron a correr hacia donde se escuchaba ese flujo de agua correr y lo encontraron.

- ¡Lo encontramos Kacchan! - dijo el pecoso.

Bakugo sin pensarlo dos veces se deshizo de su camisa y su pantalón quedando en tan solo ropa interior y se tiró al agua.

Izuku no tardo en hacer lo mismo y cuando se dieron cuenta ambos estaban salpicándose y ahogandose como niños pequeños.

Un rato después salieron del agua con risas juguetonas.

- ¿Sabes qué nerd? Hacía tiempo que no me divertía así - dijo Katsuki quien se dejó llevar por el momento, cuando se dio cuenta de lo que dijo rápidamente frunció el ceño y con las mejillas un tanto coloradas desvío la mirada.

Izuku estaba muy feliz de volver a compartir momentos así con su amigo.

El peliverde sacó de su mochila unos termos vacíos y los rellenó, acto seguido lavó las camisas ensangrentada del día anterior con un poco del jabón que tenía en su kit higiénico, que realmente estaba destinado al Instituto.

- ¿Tú ya sabías que esto pasaría o qué? ¿Por qué llevas un puto bote de jabón en tu mochila? - dijo el cenizo observando como el pequeño lavaba las camisas.

- En realidad, en mi maleta escolar siempre llevo un kit higiénico para lo que pueda pasar, lo saqué de mi madre - dijo Izuku con una sonrisa tímida.

- Nada mal, a fin de cuentas, si sirvió - respondió el rubio.
Una ves se sacaron, se volvieron a poner sus prendas y volvieron al escampado.

Izuku colocó las camisas a secar en el capó del coche y puso el agua que había cogido en el río a hervir, prepararon sus últimos paquetes de fideos instantáneos y abrieron unas latas de bebidas isotónicas.

-  Hoy sobreviviremos con la comida chatarra que nos queda, pero, a partir de mañana tendremos que empezar a cazar. - dijo Katsuki mientras engullía sus fideos.

- Me temo que sí... Kacchan, enséñame a disparar - dijo Izuku mirando fijamente a Katsuki.

- ¿Y qué mierda gano yo con eso? - respondió el cenizo mirando atentamente al peliverde.

- Una bolsa de chuches picantes - dijo Izuku orgulloso porque sabía que su amigo no podría rechazar eso.

- Decidido, esta tarde empiezas - exclamó Bakugo levantándose a por su recompensa.

- ¿Y por qué no desde ya? - dijo el pecoso un tanto curioso.

- Porque ahora vamos a dormir una jodida siesta - dijo Katsuki.

- ¿En serio, Kacchan -_-? - respondió Izuku.

- Y tan enserio Deku, hay que reponer fuerzas - dijo el rubio con una expresión orgullosa mientras caminaba hacia la pequeña caseta.

Izuku se rehusó a pelear con el rubio porque sabía que no entraría en razón así que se acostó a su lado y mientras el contrario dormía, este apuntó en su cuaderno lo que habían hecho desde ayer hasta que se aburrió y simplemente puso a dibujar a su amigo durmiendo, en realidad cuando dormía parecía un ángel.

Permanece a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora