Permanece a mi lado

Cap. 19

- Bien, como no hace mucho nos limpiamos en el río hoy solamente nos limpiaremos con paños húmedos para ahorrar agua, menos tu peque, tu hoy te darás una duchita para quitarte toda esa sangre - dijo Izuku.

- ¿Cómo lo piensas duchar? ¿dónde conseguirás el agua? - preguntó Kaminari intrigado.

- En la parte superior del vehículo hay un depósito de agua portátil, con eso le limpiaré. - respondió el pecoso.

- Wow ¿es en serio viejo? - preguntó nuevamente.

- ¿No sabías? - formuló el peliverde sorprendido.

- En realidad, no sabíamos para qué era eso - interrumpió Kirishima llevándose una mano a la nuca.

- Sois realmente estúpidos - soltó el cenizo.

Con esto, Izuku se dispuso a limpiar a Kota quien estaba un poco avergonzado, pero, el peliverde insistió en ayudarle a lavar su cabello, en una ocasión el menor hizo una de sus travesuras mojando la cabeza del pecoso haciendo que esté terminará con el cabello empapado.

Una vez limpio, ambos subieron al vehículo donde se encontraban Katsuki y Shoto preparando la cena. Al ver el pelo de Deku el cenizo se apresuró en buscar un trapo para secarlo, no quería que el más pequeño se resfriara.

- ¿Cómo mierdas terminaste así? -

- Kota-san...-

- ¡Ese mocoso malcriado! -

- No seas así Kacchan, no es un niño malo -

- ¡Tsk! No lo desfiendas, lo estás consintiendo demasiado -

- Habla quien le dejo sus preciados dulces -

- Lo hice porque no los quería - dijo el cenizo mientras sentí su cara arder.

- Ay ajá, aunque no las hubieras querido las hubieras guardado para más tarde, te importa~ -

- Bobadas ¿sabés qué? Sécate tú mismo, voy a comer y no te esperaré -

- Me esperaba que hicieras eso- respondió Izuku encogiéndose de hombres.

- Ah, ¿sí? ¿Y te esperabas esto? - con esto último se rebajó un poco a la altura del pecoso y antes de irse depósito un pequeño beso en la mejilla de este haciendola tornarse de un color rosado.

Una vez que todos terminaron su comida fueron a descansar, al día siguiente tenían que seguir su largo recorrido, Shoto y Denki durmieron en los sofás, Kiri y Mina se encontraban descansando abrazados dulcemente en una de las literas y Deku y Kota quien se negó a separarse de Izuku en la otra litera, Katsuki no había ido a la cama todavía estaba limpiando un poco el desastre que hicieron los jóvenes en la cena.

Sobretodo el que hizo el infante quien comenzó a jugar con la comida, cosa que en ese momento no se podían permitir con su situación actual. Estaba bastante molesto al ver aquel desastre, aunque suponía que eso lo había sacado de su madre.

Cuando terminó se dispuso a subir a la cama con el peliverde, pero, se encontró con un pequeño cuerpo ferrado al pecho de Deku.

-Demonios, ese debería ser yo- pensó el cenizo metiéndose a la cama arrimando al pecoso y al infante haciendo que esté último quedara pegado a la pared. También lo despegó como pudo y se aferró a la espada de Izuku en volviéndolo en un cálido abrazo.