4.Repetir.

846 84 3
                                    


Rosé una vez en su casa, sigue pensando en la pelinegra, prepara su ropa de dormir, y la bañera, culpa al alcohol, y al mal sexo, se mete a la bañera con una copa de vino, y sonríe al recordar que estaba obteniendo mas placer de sus recuerdos de la pelinegra que de con quien estaba.

Rosé esta segura de algo, buscará nuevamente a Lisa, aunque va en contra de lo que ella esta acostumbrada, no es algo malo repetir, menos cuando fue algo tan bueno. La rubia sale de la bañera y se tira sobre la cama, se queda profundamente dormida, cuando despierta ya es tarde, se estira feliz, descansada, ni si quiera ha puesto a cargar su celular, y no le importa cargarlo nuevamente.
Aprovecha su día realizando las compras de alimentos, hacer ejercicio, y regresar a casa a revisar los correos antes de desconectarse por completo del trabajo, cuando menos lo espera, ya es de noche, ve la hora y sonríe, podría ir ese día al club donde conoció  a la pelinegra, así que decide prepararse.
Una vez lista se ve en el espejo, por ultima vez, corrige esos detallitos que no le gustan y sube a su amado mercedes gle negro, ama a ese auto lleno de elegancia y clase, mientras piensa si debería ir o no a ese club, ella nunca había querido repetir con la  misma persona porque eso se volvía una relación aseguraba ella, mientras continua debatiendo si ir o no, llega al club, así que decir mandar todo al diablo y divertirse, si es con la pelinegra o con un rubio, eso seria lo de menos, baja de su auto y entra al club, mira a su alrededor, de inmediato atrae las miradas de una que otra chica y chico, cuando ve a una alta pelinegra, riendo con una chica, bastante hermosa y bailando pegadas maldice por pensar en ir a ese lugar, quizás debió haber buscado otro club.
Aunque su orgullo no le permitía pasar desapercibida, un chico mas alto se le acerca de manera seductora, y ella claro que piensa que no podría quedarse parada mirando a quien seria su presa, volverse la presa de alguien mas, así que acepta el coqueteo.

-¡Hola preciosa! ¿Esperas a alguien?- Pregunta un atractivo chico, alto parecía castaño o pelirrojo, de un aspecto bronceado, y bastante fornido.

-Hola, no, vine a divertirme un rato.- Dice Rosé sonriendo algo coqueta, de esa manera en la que ataca a sus presas.

-¿Te invito a bailar o una copa?- Pregunta el chico seductor.

-Una copa primero.- Dice Rosé  caminando a la barra pasando frente a Lisa sin mirarla, mientras la pelinegra no quita su mirada de la rubia, y del hombre que la acompaña, viéndola sonreír y lanzar sonrisas coquetas a su acompañante, cuando ve que la comienza a querer abrazar y ve que Rosé amablemente trata de evitar contacto.

-¿Entonces preciosa, vamos a un lugar mas cómodo?

-Pensé que querías bailar.- Responde Rosé evitando el contacto, y alejándose discretamente.

-Vamos, se que quieres venir conmigo.-Dice insistente, sujetando su muñeca.

-No, de hecho ya no quiero.-Se suelta bruscamente del agarre, por un momento sintió miedo, mientras pensaba "¿en que momento acepte bailar con este idiota?".

-Vamos nena, no puedes ser una calienta camas, tu lo querias ¿y ahora ya no? No puedes ser una perra.- Dice tratando de volverla a tomar del brazo.

-Te acaba de decir la señorita que no quiere nada contigo, así que aléjate de ella.- Dice una Lisa, que lo toma del pecho y lo empuja bruscamente lejos de Rosé, la rubia la ve asombrada incluso podría jurar que se ve mas alta y poderosa, con una mirada de la pelinegra el ebrio hombre sabe que no tiene posibilidades.

-¡Quédate con esa perra, no es tan linda!- Dice esbozando una sonrisa burlona.

-¿Que dijiste?- Pregunta Lisa, levantándolo de la camisa y llevándolo fuera del club, mientras el tipo se trata de soltar, Rosé la sigue pálida del miedo que tiene, y el tipo sigue riendo.
-¡Repítelo imbecil!- Dice Lisa arrastrándolo fuera.

-¡Lisa! ¡Déjalo, no vale la pena! ¡Por favor!- Grita Rosé poniéndose frente a la alta pelinegra para atraer su atención, cuando Lisa ve su rostro con algunas lagrimas, y asustada, lo suelta tirándolo en el suelo bruscamente, la rodea con su brazo y vuelven a entrar, no sin antes voltear a ver al hombre como amenaza.

-¿Estas bien?- Pregunta Lisa caminando a la barra protegiendo a Rosé. Que trata de respirar calmada, y solo asiente.
-¡Una botella de agua por favor!- Pide al bar tender que de inmediato la entrega.
-Toma, te ayudara a calmarte.-Dice Lisa calmada mientras abre la botella y la entrega a Rosé, que la toma y bebe delicadamente, cuando termina de beber el liquido, la regresa a Lisa.
-¿Mas tranquila?- Pregunta Lisa viéndola a los ojos.

-Si, estoy bien.- Dice Rosé tomándola del cuello y lanzándose a ella. Lisa la recibe con la misma necesidad.

-Rosé ¿Estas segura?

-Eres la razón por la que estoy aquí.- Dice Rosé, segura de sus palabras.

Mientras la acorrala en una esquina oscura y sola donde no hay nada ni nadie a su alrededor, mientras continua con los besos, Rosé la detiene.

-Vamos a mi lugar.- Dice en un hilo de voz al sentir el miembro de Lisa reaccionando a ella.
Lisa solo asiente en sus labios sin parar el beso, pegándola mas a ella.

Cuando la diversion se acaba. (Chaelisa) (GiP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora