Sirius oyó que Bellatrix lanzaba la Maldición Asesina y sintió que algo lo golpeaba en el pecho.
Pero no era la muerte instantánea que siempre había supuesto.
No, tuvo tiempo de girarse ligeramente y ver la expresión asustada en el rostro de Harry antes de que empezara a caer hacia atrás. Al ver el arco del Velo pasar por encima de él, se dio cuenta de que tal vez no estuviera realmente muerto, de que la maldición de Bella tal vez no le hubiera alcanzado realmente. Si había estado demasiado cerca del Velo, cabía la posibilidad de que éste hubiera convertido la maldición asesina en una ráfaga de aire, pero aún así habría bastado para hacerle caer de espaldas contra la superficie del Velo.
La cara de Harry se desvaneció, el color se desvaneció seguido de la luz, dejando la negrura.
De repente, esa negrura dio paso a la luz. Una luz clara y brillante. Pasó un segundo mientras Sirius se sacudía el shock de atravesar el Velo. Un segundo que le costó, estaba cayendo. Y cayendo desde una altura. Una gran altura. Estaba en las montañas. Gran Bretaña no tenía montañas como estas, eran más como alpes que montañas, llegaban hasta donde él podía ver, en todas direcciones.
Obligó a sus brazos a trabajar y buscó en el bolsillo de su abrigo la escoba encogida en la que había estado trabajando, cuando la alerta de Snape llegó a Grimmauld Place. Pasaron unos segundos preciosos antes de que la escoba fuera lo bastante grande como para montarla, pero pronto se elevó en un gran círculo, buscando cualquier prueba que le permitiera localizarlo. Si no encontraba ninguna, aterrizaba y lanzaba un tempus et locus, lanzar un locus cuando no estabas en contacto con el suelo estaba condenado al fracaso. ¿Cómo podía la magia marcar tu ubicación en la superficie de la tierra, si no estabas en la superficie de la tierra?.
¡Allí! Una línea recta, que tenía que haber sido hecha por el hombre.
Oh, lo era. Era una línea de ferrocarril.
-Oh, gracias a los dioses-. Sirius susurró y giró la escoba en esa dirección, con cuidado de no empujarla demasiado, llevaba años en Grimmauld, recordaba haber aprendido a montar en ella, mucho antes de ir a Hogwarts. ¿Quién sabía por lo que había pasado, cómo se había usado o cuándo había sido la última vez que se había cuidado? ¿Quién sabía por lo que había pasado, cómo se había usado o cuándo había sido cuidada por última vez?.
Un tren salió de un túnel y rodeó la montaña. Mientras Sirius observaba, bocanadas de humo salían de distintos lugares a lo largo del tren y, a medida que se acercaba a él, se oían crujidos que coincidían con las bocanadas, fraccionadamente retrasados por la distancia.
-Eso no es una aparición-. Sirius frunció el ceño. -¿De Bombarda?-.
Una explosión hizo un enorme agujero en el costado del tren, cerca de la locomotora, una parte de la pared del vagón se desprendió como la corteza de un tronco.
-Sí, Bombarda-. Sirius resopló. Un destello de luz azul dibujó la silueta de un hombre dentro del agujero antes de que saliera despedido del vagón, agarrándose a duras penas a un asidero de la pared trasera desprendida. -Espera, los de Bomarda no son azules-. Frunció el ceño ante la discrepancia antes de volver a centrarse en el tren y en lo que allí ocurría. Unos segundos después, un hombre rubio alcanzó el agujero y gritó al hombre que colgaba fuera del tren y empezó a trepar por el metal retorcido, un brazo tendido hacia el otro hombre.
Cuando el hombre colgante alcanzó al rubio, ignorando el espacio vacío entre sus manos extendidas, la barra a la que se aferraba cedió. El hombre y la barra empezaron a caer.
-¡Mierda!- Exclamó Sirius y empujó su escoba en picada, no podía dejar morir a alguien, no cuando podía hacer algo para ayudarlo.
Su atención pasó del tren al hombre que caía y se inclinó hacia delante, empujando la escoba a velocidades poco aconsejables para una escoba inestable. Sus pies rozaron apenas unos centímetros por encima de la superficie de la montaña nevada, lo bastante altos para estar por encima de las rocas que sobresalían, pero lo bastante bajos para disminuir el arrastre del aire contra su cuerpo.
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A SIRIUSLY COMPLICATED SITUATION
FanficSirius entró en el velo pero no estaba muerto, cayó por el otro lado en el aire. Muy por encima de los Alpes en Europa. En plena Segunda Guerra Mundial de los muggles. ¿Cómo llega desde allí a cazar Horrocruxes con su ahijado?. ...