Capítulo 4

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Konoha

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Boruto despertó por los leves rayos del sol, parpadeo levemente para aclarar su vista, bajo la mirada y se encontró con Sokuto durmiendo en su pecho pero hizo una mueca de asco al notar la saliva.

Se incorporo con cuidado en la cama, se sentó en esta y miro a su "Hijo" dormir. Se toco su abdomen siento la venda, bueno tenía varias en su brazo, pecho y pierna.

Seguro cicatrizaron

Escucho leves risas y miro a su "Hijo" reír y mover sus piernitas como si estuviera corrieron.

Sokuto... mi hijo —pensó en silencio.

Había desarrollado un vínculo profundo con el niño en tan poco tiempo. Recordaba la mirada curiosa y la sonrisa de Sakuto, y cómo había respondido a su cuidado y apoyo.

La idea de ser padre era algo que nunca había imaginado para sí mismo en ese momento de su vida con 14 años, pero la experiencia con Sakuto había despertado una sensación de responsabilidad y cariño hacia el niño.

Escucho la puerta del baño abrirse y vio a Sarada salir con una toalla en su cuello secándose el cabello.

La vio con sus pantalones negros anbu, sus sandalias ninja y un sujetador deportivo que revelaba su pecho copa C. Boruto notó que su pecho tenía una forma elegante y una talla copa C, lo que era evidente incluso bajo el sujetador.

Además, Sarada no era una masa de músculos, pero su entrenamiento como ninja hacia notar los músculos definidos en su abdomen, su cintura esbelta y sus brazos. La imagen de Sarada luciendo tan en forma y poderosa no pudo evitar capturar su atención.

Boruto no pudo evitar que un rubor se extendiera por sus mejillas ante la vista. Se sentía sorprendido y un poco nervioso al mismo tiempo, ya que la situación era inesperada. A pesar de todo, hizo un esfuerzo por mantener la calma.

Sarada sintió como la observaban y movió su cabeza para mirar a Boruto despierto y mirándola atentamente.

Se sonrojo levemente ante esos ojos azules observándola con mucha atención pero no mostró incomodidad. De hecho... Le gustaba.

—Buenos días.

La timidez se apoderó de Boruto, y sus palabras se atascaron un poco mientras intentaba responder.

—B-buenos días, Sarada...

Sarada notó la reacción tímida de Boruto y encontró su expresión adorable. Decidió acercarse a él de una manera un poco más sensual, consciente de que podía bromear de manera juguetona con él.

Se inclinó ligeramente hacia él, con una sonrisa traviesa en sus labios, y le susurró al oído con suavidad

—¿Te sientes un poco tímido, Boruto?

Boruto tragó saliva, sintiendo cómo su corazón latía más rápido. La cercanía de Sarada y su tono juguetón lo desconcertaron, pero también lo emocionaron. Tragó saliva antes de responder en voz baja.

—S-sí, un poco...

Sarada rió suavemente, disfrutando de la reacción de Boruto.

—Eres tan tierno cuando te sonrojas, Boruto.

Boruto finalmente se atrevió a mirarla a los ojos, encontrando una chispa de diversión en su mirada.

—Bueno, por alguna razón sabes cómo hacerme sentir así.

El Boruto de otra dimensión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora