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— Sigues sin darme una buena razón.
La presión de Sunghoon incrementó sobre las manos de Sunoo, era una presión firme y segura pero desesperada al mismo tiempo, una que le pedía la respuesta que él quería.
— Heeseung es mi novio, Sunghoon — dijo por fin, sus hombros se relajaron al decirlo — y estoy enamorado de él desde hace mucho tiempo, he soportado mucho para estar con él... ambos lo hemos hecho.
Entonces, Sunghoon soltó sus manos y se alejó un paso de él, su vista cayó al piso con pesadez, pero luego negó y volvió a mirar a Sunoo, su ojos vidriosos penetraron en su mirada transmitiendo sus sentimientos más sinceros.
— No me digas eso, Sunoo... — su voz se oyó quebrada. — No es divertido.
— No es divertido, porque no es una broma — aseguró Sunoo. — Lo siento, no quería lastimarte.
— Sunoo — el mayor nuevamente se acercó a él, sus manos se posaron en sus brazos caídos. — Yo... te quiero.
Las lágrimas amenazaron con salir de los ojos de Sunoo al oírlo. — Hyung... yo también te quiero, pero no lo hagas más difícil, no puedo verte como algo más, somos... amigos.
— Es que no entiendo — Sunghoon negó — No tiene sentido ¿Cómo es que te gusta desde antes de debutar? Ustedes ni siquiera eran cercanos, hasta que un día, de pronto lo eran.
— Fuimos novios hace tiempo, hyung, y ahora regresamos, nunca dejé de querer a Heeseung, no quería dejarlo en primer lugar — Sunoo pasó las manos por su cara con frustración y luego volvió a sentarse en la cama.
Sunghoon lo siguió y se inclinó frente a él. — Entonces ¿Por qué terminaron? ¿Fue culpa de él?
— No fue culpa de nadie, fue lo que acordamos, y ahora fue un buen momento para regresar, es todo, él no me lastimó — aclaró Sunoo con severidad.
— ¿No te lastimó? ¿Es en serio? Si lo querías hasta ahora ¿Me dirás que no lloraste ni una sola vez por él? — Sunghoon buscó su mirada.
— Esto no se trata de Heeseung.
— ¿Lo ves? Ni siquiera puedes negarlo.
— Basta.
— ¿Ni una sola vez pensaste en mí como algo más? — cuestionó el mayor, con esperanza.
Sunoo levantó su rostro para mirarlo y se dio cuenta del camino de lágrimas que había en sus mejillas blancas.
— Sunoo... — repitió Sunghoon, animándolo a contestar.
Pero Sunoo negó. — Lo siento, si te hubiese conocido antes quizás lo habría hecho, pero ahora todo lo que puedo ver es a Heeseung. — respondió con honestidad.
