CUANDO TE VI | Fanfiction Álvaro Fidalgo & Tú

Capítulo 11: ¿Nervioso?.

Cancún, México.

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El sol ilumina el hermoso paisaje que tengo enfrente de mi, las olas celestes, la arena blanca, algunas palmeras, definitivamente quiero quedarme aquí para siempre. Leyla entra al cuarto, la pequeña trae un balón de voley, me toma de la mano y salimos las dos en busca de alguien más para jugar.

Ian está preparando de desayunar, mi hermana está arreglando la mesa y no veo a los demás por aquí.

—¿Y tus papis?, chula  —pregunto mientras tomo una pera del frutero.

—Salieron a caminar con mis abubus —la chiquilla me roba la pera y se la dejo, le ayudamos a Jimena y en menos de nada ya está todo listo para servir el desayuno que Ian nos preparó.

Esperamos a que vuelvan mis padres, jugamos un ratito con la pelota de voley, un clásico "la papa caliente", Leyla es algo tramposilla, pues cuando tiene la pelota la retiene y después la avienta al que tenga a lado o enfrente. Jimena se levanta, mis padres se acercan a la entrada y junto a ellos vienen mi cuñada y Fernando.

—Buenos días —saludan al entrar— pensé que seguirían dormidas, pequeñas ositas dormilonas —mamá se aproxima a nosotras y deposita un beso en nuestras frentes.

—La gente productiva se despierta temprano —empieza papá— los chicos ya están arriba desde temprano —mira a mis hermanos con sus parejas.

—La gente vieja querrás decir, pa —Leyla y yo nos carcajeamos, mi papá nos avienta un cojín.

Ian está nervioso, tal vez sea por la noticia de que se van a casar en pocos meses, sí, su relación es larga pero la decisión fue de un día para acá. Ian y Jime sirven la comida, yo me encargo de servir el jugo de toronja y después de eso, comenzamos a comer, Sahira y mi hermano quedan maravillados con el platillo del argentino, mis padres ni se diga, están fascinados, la pequeña Leyla y yo estamos bien, aún nos falta probar el postre para dar el visto bueno.

El desayuno se va en algunas anécdotas de cuando éramos pequeños, Ian nos cuenta más sobre su familia, sobre un par de amigos que encontró en México. Fernando cuenta con entusiasmo los partidos que ha ganado, también nos presume de la aceptación por parte la gran afición. Yo me quedo con que tengo un nuevo trabajo, con que encontré a Mónica y me reservo la parte en donde encontré a su mellizo.

—Vale —Ian empieza y su nerviosismo es notorio, jamás lo había visto así— Jimena y yo tenemos años de relación, años de amistad que ambos consideramos muy importantes —mi hermana toma su mano— por lo que, queremos dar el siguiente paso —mi cuñado se pone de pie, se arrodilla y saca de su bolsillo la cajita que tiene el anillo de mi hermana.

—Jime —este sonríe— ¿Quieres casarte conmigo? —mi hermana está echa un mar de lágrimas, asiente e Ian le coloca su anillo.

Mis padres se levantan con emoción, bueno, todos nos ponemos de pie para felicitar a la pareja que está comprometida, nos abrazamos como si fuéramos muéganos.

—Bienvenido oficialmente a la familia —mi papá estrecha la mano de su yerno— cuida bien de ella, porque ella ha sabido cuidar tu corazón.

—Téngalo por seguro, Señor —Ian abraza a mi papá, después llega Fernando para felicitar al argentino.

Dos horas más tarde, estamos rumbo a XCARET, este es un parque natural, puedes hacer snorkel, tirarte de la tirolesa, presenciar un hermoso espectáculo de tradiciones mexicana y por supuesto, tradiciones mayas. Nos dividimos para poder cambiarnos y bañarnos, pues ahora nos iremos a adentrar a un cenote, por lo que nos piden, nos quitemos cremas corporales, protector solar y demás productos, así que recurrimos a bañarnos.