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Un mes después casi todas las chicas de Hogwarts giraban la cabeza cuando Sirius pasaba, se sonrojaban cuando llamaban su atención y muchas de ellas le pedían citas.

—Es una pena que salga con Pandora Fointaine. Es muy guapo y ella... muy rarita —dijo Marlene con una mueca a la hora de la cena, mirando a Sirius de lejos embobada.

Olivia la miró mal.

—No sale con Pandora. De hecho, que yo sepa no han hablado desde la salida a Hogsmeade.

—¿En serio? Entonces ¿Crees que si le pido que salgamos, me dirá que si? —preguntó ilusionada.

Ella se encogió de hombros.

—Espero que sea una broma, Marl. Salir con Black debe ser casi igual de malo que salir con Potter —Contestó Lily.

—Es guapo y gracioso, que tú tengas un gusto horrible no es cosa mía —se burló la rubia sacándole la lengua.

Olivia bufó.

—Ya te he dicho que Sirius no quiere salir con nadie, Marlene. Lo de Pandora fue cosa de una vez.

—Claro que fue cosa de una vez. Por eso lo pillé el otro día dándose el lote con Dana Silver en un aula vacía —dijo Alice sonriendo burlonamente.

Olivia frunció el ceño e inconscientemente giró la cabeza a la mesa de Hufflepuff, hacia donde estaba sentada esa chica.

—¿En serio? ¿Pero a esas chicas les da igual que solo las quieran para fanfarronear de lo mucho que liga? —se quejó la pelirroja.

—Tal vez porque ellas tampoco quieren algo serio con él, Lils.

Olivia volvió a bufar.

—¿No tenéis nada más de lo que hablar? —dijo cortante.

Sus amigas la miraron extrañadas. Alice carraspeó incómoda antes de cambiar de tema.

—Hoy es el primer partido de la temporada contra Ravenclaw. Les vamos a dar una paliza.

—Si, aunque habrá tormenta eléctrica. Espero que no sea muy peligroso jugar al Quidditch así —murmuró Marlene.

—¿En serio? —preguntó la morena, de repente muy interesada en la conversación.

—Eh... si, bueno eso creo.

Olivia se excusó y se levantó de su sitio rápidamente. Caminó un par de metros hasta donde sus amigos estaban sentados.

—En unas horas habrá tormenta eléctrica —murmuró al oído de James sentándose junto a él.

El castaño la miró sorprendido y ella asintió. Se le dibujó una enorme sonrisa en el rostro.

—Merodeadores —llamó la atención de sus amigos en voz baja— mañana hay tormenta eléctrica.

Peter pareció asustado y Sirius sonrió de medio lado, mientras que Remus los miró confundido.

—¿Y qué?

—Remus... hay algo de lo que deberíamos hablarte ya —contestó James con una sonrisa suficiente.

Los cinco chicos se levantaron haciendo que un par de cabezas se giraran hacia ellos y fueron a la habitación de los chicos, allí Olivia decidió sentarse esa vez en la cama de James. Él la miró con una ceja alzada, exactamente igual que como la miró en Hogsmeade y ella se alzó de hombros con simpleza.

Allí James le contó resumidamente a Remus lo que habían estado preparando y para qué.

—Es una locura. Una completa y absoluta locura. Esto es demasiado incluso para nosotros. ¿No os dais cuenta? Si el ministerio se entera de esto podríais ir a Azkaban.

Olivia Ross | Meradeurs EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora