Reencontrarse con su primer amor no estaba en los planes de Harry y Violette. Han transcurrido diez años desde que la aventura que tuvieron terminó, por lo que verse después de todo este tiempo, despertará en ellos aquella vulnerabilidad e inocencia...
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No sabía si se debía a Violette o a la comodidad del pequeño escape que tuvimos el fin de semana pasado, pero lo que era cierto, es que había regresado al trabajo recargado y listo para continuar con la rutina.
Me muevo por la cocina con sencillez, cocino las preparaciones y me tomo el tiempo de, en algunas ocasiones, salir de la cocina para acercarme hasta los clientes y preguntar sus opiniones sobre nuestro trabajo, doy órdenes a mis compañeros, a quienes agradezco que sigan mis indicaciones de forma inmediata, e incluso, regreso con nuevas ideas para el menú y concreto una reunión con el dueño del restaurante para poder hablar sobre la posibilidad de agregar nuevos platillos a la carta.
Por ahora, debía concentrarme en el presente, ordenar mis ideas y claro, llegar al departamento de Violette para poder brindarle la segunda clase de cocina, únicamente que en esta ocasión era distinto, pues la pelirroja había invitado a nuestros amigos a cenar en su hogar y debíamos darnos prisa si es que queríamos que todo saliera bien.
Conduzco hasta su departamento después de terminar con mi jornada laboral deteniéndome por un segundo a comprar algo para la chica y al llegar, bajo de mi automóvil tomando conmigo el pequeño obsequio y algunos ingredientes que he decidido comprar tomando en cuenta el pequeño desastre que se creó la ocasión pasada. Ingreso al edificio subiendo por el elevador y golpeo su puerta al llegar al frente de ésta. Rápidamente soy recibido por la guapa pelirroja que viste de negro y lleva su cabello recogido en un moño desordenado.
- ¿Flores? ¿para mí? - es lo primero que dice impresionada cuando me ve recargado en la puerta con mis manos llenas
- Las primeras de muchas - respondo sonriente y le entrego el ramo de tulipanes amarillos antes de envolverla entre mis brazos
- Son preciosas, Harry, no debiste - dice, sin embargo, por el brillo de sus ojos logro detectar que se encuentra fascinada con el gesto y hago una nota mental de volver a comprarle otro ramo de flores próximamente - Pasa, por favor
- Gracias - dejo un rápido beso sobre sus labios cuando ingreso a su hogar - ¿Estás lista?
- Lo estoy. Sé que aún falta la cena pero he decidido adelantarme y la mesa está puesta
- ¡Perfecto! Aún tenemos dos horas así que es el tiempo necesario para que todo esté listo
Violette asiente y mientras yo me instalo en la cocina, la veo moverse por el espacio colocando sus flores en un jarrón lleno de agua fresca; admito que me siento enternecido cuando detecto que mira el ramo de tulipanes con encanto y una sonrisa tímida.
- ¡Muy bien! Nuevamente aquí estamos, maestro, soy toda tuya para que hagas...
