Reencontrarse con su primer amor no estaba en los planes de Harry y Violette. Han transcurrido diez años desde que la aventura que tuvieron terminó, por lo que verse después de todo este tiempo, despertará en ellos aquella vulnerabilidad e inocencia...
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Estaciono mi carro fuera de la casa de mi mejor amigo, quien vive a tan solo cinco cuadras de mi hogar, y bajo del vehículo casi corriendo.
No entendía por qué me sentía tan ansioso, pero necesitaba compartir esta emoción con alguien más.
Me acerco hasta la puerta principal y desesperadamente presiono el timbre y a su vez, golpeo la puerta no solo una, sino siete veces.
¿Dónde se había metido el irlandés?
- ¡Mierda! ¡Ahí voy! - se escucha que dicen al otro lado de la puerta y una vez que esta se abre, me muestra a un castaño molesto - ¿Qué carajos, Harry?
- ¿Puedo pasar? ¿Sí? Gracias, amigo - paso a un lado de él e ingreso en su hogar
- Claro, mi casa es tu casa - dice sarcástico y cierra la puerta - ¿Quieres decirme qué sucede?
- No adivinarás a quien me acabo de encontrar - digo con una sonrisa
- Me encuentro muy bien, Harry, gracias por preguntar. Únicamente con la novedad de que un alumno trató de discutir conmigo, pero le di su merecido. Ahora entiendo eso de que nunca le podrás ganar a un profesor en una discusión, es muy satisfactorio, pero ¿cómo estás tú?
- ¡Vamos, Horan!
- No lo sé ¿a la reina Isabel? - cuestiona y toma asiento en un sofá
- Niall, más respeto, ella ya no está en este mundo
- Harry ¿te recuerdo la intervención política y militar que tuvo mi país por culpa de esa señora?
- Niall, en primer lugar, ella aun no nacía cuando eso sucedió, en segundo, eso fue hace cien años...
- Yo no olvido - me interrumpe
- Y es por eso que vives en Inglaterra - sonrío cínico y el rueda los ojos - ¿Acaso quieres que te deporte?
- Sí, sí, bueno, basta de esas estúpidas bromas de ustedes ¿a quién te encontraste entonces? - cambia el rumbo de la conversación y yo suelto una carcajada
- Adivina
- No sé ¿a Gemma? - frunce el ceño
- Si hubiera sido mi hermana no me encontraría así
- Bueno, pues a tu hermana le agradará saber que no te sientes feliz cuándo la ves - se encoge de hombros y ahora yo ruedo los ojos - Anda, dime ¿a quién has visto?
- A Violette - digo finalmente
Mi mejor amigo frunce el ceño y me observa sin entender muy bien de qué hablo, sin embargo, con el pasar de los segundos su boca se abre por asombro y yo asiento repetidas veces.
