Reencontrarse con su primer amor no estaba en los planes de Harry y Violette. Han transcurrido diez años desde que la aventura que tuvieron terminó, por lo que verse después de todo este tiempo, despertará en ellos aquella vulnerabilidad e inocencia...
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Navidad había llegado.
Las celebraciones poco a poco comenzaban a juntarse y el final de Diciembre solo se sentía como un recordatorio de que la boda de nuestros amigos también se encontraba cerca.
Junto a mi madre, compruebo que el pavo se esté horneando adecuadamente y que el resto de la comida se encuentre en su punto. Había pasado toda la tarde preparando la cena de esta noche y toda una semana planificando qué podría presentar ante nuestras familias, mi fuerte siempre era la comida, así que sabía que todos esperaban mucho de mí en estas ocasiones.
- Parece que todo va bien - dice mi madre con una sonrisa satisfecha
- Eso parece - sonrío de la misma manera - ¿Crees que a la familia de Violette le agrade la cena?
- Seguro que sí, cariño ¿cómo te sientes ahora que los verás de nuevo?
- Bien, un poco nervioso sí te soy sincero - hago una pausa - Ellos, ya sabes, no solo las conocerán a ustedes, también a Elizabeth ¿crees que sea muy pronto? Violette dice que no, pero temo que se sientan abrumados
- Harry, entiendo de dónde viene esta sensación pero si Violette te ha dicho que todo está bien, debes confiar en su palabra. Además, tengo entendido que ellos saben de la existencia de Lizzi ¿cierto? Así que ¿qué puede salir mal?
- No lo sé, no puedo evitar cargar con ese temor - suspiro y miro atento a mi madre - Quiero aprovechar este momento para hablar con la familia de Violette sobre nuestro compromiso
- ¿No saben que están comprometidos?
- Sí, de hecho Vi se los dijo casi de inmediato, pero quiero que se sientan tranquilos sobre esto. Me gustaría que vieran cómo es mi entorno, mi gente y puedan ver que su hija estará en buenas manos
- Bueno, sabes que no es necesario demostrarle a los demás esto cuando es a tu pareja a quien debes hacerlo, pero me parece algo muy dulce de tu parte, hijo
- Solo espero hacerlo bien, sabes que soy un poco torpe cuando me pongo nervioso
Mi madre ríe, niega con la cabeza y acuna mi mejilla.
- Si eso pasa, buscaré la manera de salvarte
- Gracias - suspiro aliviado
- ¡La mesa está lista! - Gemma grita y tomamos esto como una señal para salir de la cocina
Nos reunimos con mi hermana y Michal y cómo puedo, les agradezco por apoyarme con todo esto.
Sabía que mi familia también se sentía intrigada por esta noche, sin embargo, tanto mi madre, mi hermana, así como Michal, estaban haciendo su mejor trabajo apoyándome con los preparativos y tratando de transmitirme la calma que a mí me hacía falta.
