ONE-SHOTS [Helluva Boss]

✘ Fizzarolli - Oc F ✘

(Pd antes de comenzar; pido disculpas si falta en alguna palabra un acento o alguna falta ortográfica, esas dos cosas son muy importantes para mí cada que redacto, pero llevo escribiendo esto desde hace varios días y apenas fué que pude terminarlo. Tengo la vista algo cansada y, como es largo no puedo estar revisando toooodo)

—Eres la mejor de este circo. Puedes lograr lo que sea si te esfuerzas. No hagas sentir decepcionado al jefe. Haz tu rutina de siempre y sin equivocaciones. La perfección siempre antes que otra cosa —murmuré las palabras que siempre me repetía mi jefe, mirando mi reflejo directamente.

Tomé grandes bocanadas de aire para poder calmarme, específicamente mis nervios.

Escuché al cabo de unos segundos la puerta siendo tocada rápidamente, era Alfred, uno de los trabajadores y encargado de hacernos saber cuánto tiempo faltaba para que saliéramos al escenario.

—¿Estás lista?

—Emm... ¡sí! —solté insegura.

—El show empieza en tres minutos, date prisa y sal a tu puesto. 

—Mierda... —solté, al darme cuenta de que no veía mi máscara por ningún lado de la habitación.

Mi máscara era muy importante. No podía salir al show sin ella, ya que eso le desagradaría al público ver mi rostro. Era mi mayor inseguridad además.

Salí corriendo de mi camerino buscando a mi jefe, dí vuelta por el pasillo y me tropecé por accidente con él. Menos mal no hice que se cayera.

—¡Ay, disculpe señor! —me disculpé al instante, realmente apenada.

—¿Tú qué...? —cuando me vio, volteó su cabeza para otro lado. Me siguió hablando, pero se rehusó a verme la cara—. ¿Dónde está tu máscara, T/N?

—Precisamente para eso lo estaba buscando. No la encuentro por ningún lado de mi camerino.

—¿Cómo, no te dijeron?

—... ¿Decirme qué?

—La botamos; ya estaba vieja y espantosa. Te compré una nueva y seguro que te favorecerá más que la anterior.

—Pero... ¿por qué lo hicieron sin siquiera haberme consultado? Eso era mío.

—Agh, no quiero discutir esto. No tenemos que consultarte nada. Recuerda que yo estoy a cargo de todo. Éste es el circo de la perfección, ahora anda a buscar esa máscara que creo que está en mi escritorio... No querrás desagradar a el público con esa... cara que tienes, ¿o si?

—.... No.... —bajé un poco la cabeza.

—Perfecto. Ahora, mueve el culo y date prisa. Hoy vino gente importante, así que debes hacer tu rutina como siempre lo haces, perfecta. No decepciones a tu superior y hazlo sentir jodidamente orgulloso.

—Sí, señor —le sonreí, pero no lo notó por estar viendo todavía a otra parte.

Me alejé de él y fui a su oficina a buscar la máscara. Aún me seguía pareciendo raro que no me lo dijeran, pero no me sorprendía para nada, no les caía bien, y eso que nunca les he hecho nada. Me adentré a la habitación y al instante mi mirada cayó sobre la dichosa máscara; la tomé y la miré detalladamente. Era bonita, todo era blanco y tenía detalles de pequeñas gemas brillantes que llamaba la atención de aquel que la estuviera viendo. Me encantaba.

—Que el show comience.

(....)

Yo fuí la primera en salir a hacer mi presentación. Caminé de puntas por la larga cuerda floja con un tiempo limitado de veinte segundos, conseguí llegar con éxito y el público me aplaudió. Después, mi segundo acto consistía en ser trapecista. Me estaba yendo muy bien, hasta que miré al público para ver sus reacciones porque me gustaba ver sus expresiones, y mi vista se quedó congelada sobre una persona en particular que estaba parada justo en frente de la entrada, viéndome fijamente desde lejos.