✘ Stolas - Oc M ✘

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Había llegado el fin de semana, el día más esperado por el príncipe Stolas, ya que su esposa no iba a estar en el castillo y se iba a llevar a su hija con ella, y eso lo calmaba un poco; iba a tener una cita con el diablillo IMP

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Había llegado el fin de semana, el día más esperado por el príncipe Stolas, ya que su esposa no iba a estar en el castillo y se iba a llevar a su hija con ella, y eso lo calmaba un poco; iba a tener una cita con el diablillo IMP.

Cuando cayó la noche, se puso uno de sus mejores atuendos; quería dejar boquiabierto al diablillo, y luego él con ayuda de su asistente personal, que lo veía más como su mejor amigo, empezaron a decorar la mesa. El príncipe optó por tener la cena en un lugar fresco y de aire libre, y en ese caso, su patio trasero era la mejor opción, que estaba muy bien cuidado y habían cientos de plantas y flores por casi todas partes que le daban vida a ese lugar.

—Está muy contento, Su Alteza. —le comentó, entre pequeñas risas.

—¿Tanto se nota? —dejó de acomodar la botella de vino en la mesa y se puso recto, mirándolo nerviosamente mientras jugaba con sus largos dedos.

—Sigo pensando que en cualquier momento empezará usted a rebotar por las paredes como una pelota.

—B-bueno..., es que no pensé que este día llegaría... o al menos no tan pronto.

—¿Se refiere a que Blitz le haya aceptado la cita?

—No me refería exactamente a eso, pero también. Lo que digo es que, no pensé que sería capaz de llegar a invitarlo yo... a una cita... en mi casa.

—Si usted no lo hubiera hecho, estoy seguro de que él nunca hubiera dado el primer paso.

—Sí... Gracias por haberme aconsejado a hacerlo. En verdad, me siento ansioso y nervioso en este momento que apenas puedo contenerme. —le comentó, con una gran sonrisa que no podía evitar ocultar.

—Bien, no falta mucho en que llegue —revisó el reloj que llevaba en su muñeca—. Debería estar aquí en diez minutos. Mientras yo, estaré en la cocina por si algo se les ofrece, ¿sí?

Él asintió muy alegremente con su cabeza.

Su asistente estuvo a punto de irse, pero él lo detuvo tomándolo del brazo. Se giró confundido hacia él.

—¿Y ahora qué pasa?

—¿Y si algo sale mal?

—Usted sabrá qué hacer. Siempre resuelve cualquier cosa cuando algo sale mal.

—Pero... estoy muy nervioso. ¿Y si hecho algo a perder? O peor, ¿le termino tirando algo encima por accidente?

—Sólo confíe en usted mismo y que todo saldrá bien —le acomodó un poco la capa que él llevaba puesta, y luego posó su mano en su hombro.

—Me sigue dando gracia que te tengas que poner de puntas para llegar a tocarme el hombro. —le dijo, con una sonrisa juguetona, y frotó su mano en el cabello del más bajo, alborotandolo.

—¡Mi cabello no! —le quitó la mano casi con cuidado, luego se echó a reír un poco—. Mi estabilidad emocional depende cómo esté mi cabello.

—Si siempre te ves bien lindo.

ONE-SHOTS [Helluva Boss]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora