Unreachable 𖤐 Jay Harem + Heejay

𝟎𝟓

Heeseung bajo del avión molesto, detrás suyo el resto de sus hermanos bajaban, todos excepto uno; Sunghoon.

—Lo voy a matar —. Gruñó, Sunghoon había ignorado olímpicamente los planes para tomar un vuelo a Corea dos horas después de haber salido de la sala de juntas.

A las siete de la mañana cuando todos recién despertaban, Heeseung se enteró de que su lindo hermano ya estaba llegando a Seúl, después de treinta y cinco llamadas perdidas Sunghoon por fin respondió el teléfono.

Una hora y media llena de regaños fue suficiente para que Heeseung lograra calmarse, todo esto mientras sus hermanos y el iban hacia al aeropuerto, Sunghoon murmuró un “nada cambiará el hecho de que ya estoy aquí”. Antes de colgar.

—Es un idiota —. Ni-ki habló entre dientes.

—Uno muy egoísta —. Murmuró Jungwon.

—No soy un gran fanático de la violencia, pero quiero partirle la
cara —. Admitió Sunoo, peinando varios de sus cabellos castaños hacia atrás.

Todos tenían pensamientos diferentes, pero estaban de acuerdo en algo; matarían a su hermano en el momento en que le vieran cara a cara.

—En estos momentos debe estar sonriéndole a Jay, haciéndole cumplidos acerca de su bonita sonrisa o sus ojitos brillantes —. Musitó Jake, un puchero instalándose en sus labios.

—¿Porqué Sunghoon hablaría sobre los “ojitos brillantes” de Jay? —. Preguntó Ni-ki.

—¿Has visto sus ojos? ¡Son hermosos! Yo hablaría de ellos todo el día si pudiera —. No había duda sobre el enamoramiento de Jake, sus ojos parecían estar a punto de convertirse en dos grandes corazones cada que hablaba sobre Jay.

Seúl, Corea📍

Sunghoon cortó su llamada con Heeseung y bajo del auto, en estos momentos se encontraba en la empresa del padre de Jay.

Moría de ganas por ver a su omega de nuevo, solo habían pasado unas horas desde que regresó a Corea, pero para Sunghoon fue como esperar una eternidad, en la sala de juntas y después en ese avión rodeado de personas y harto del mocoso detrás de su asiento que parecía tener muchas ganas de joderle la vida con sus lloriqueos.

Todo valió la pena cuando vió el bonito rostro inexpresivo de Jay.

—Sunghoon hola, ¿qué haces
aquí? —. A decir verdad Jay no estaba del todo feliz, había salido huyendo de Los Ángeles por seis grandes razones y una de ellas estaba ahí, parado frente a el con una sonrisa de lado.

—Quería verte —. Esas dos simples palabras causaron estragos en Jay, su lobo aulló feliz mientras daba pequeños saltos alegres.

—Y-yo, hablemos en mi oficina, ¿quieres? —. Sunghoon no se negó y camino detrás del omega, olfateando discretamente sus feromonas, aún sin poder notar un cambio en ese aroma a durazno.

Al llegar, Jay inmediatamente tomo asiento, invitando a Sunghoon a hacer lo mismo.

—Sunghoon, no sé exactamente cuál es la razón de tu visita, pero no puedes estar aquí —. Algo en el tono de Jay le preocupó, parecía asustado.

—¿Y porqué no puedo? Creí que éramos socios.

—Futuros socios —. Corrigió Jay.

—¿No es eso exactamente
igual? —. El omega negó y Sunghoon le ignoró, como era su costumbre.

A medida que los segundos transcurrían, Jay se sentía inquieto, Sunghoon había comenzado a soltar feromonas sin darse cuenta y éstas conseguían alterar a su lobo.

—Jay, ¿estás bien? —. Sunghoon se animó a preguntar al ver la frente del omega cubierta por una ligera capa de sudor.

—Sunghoon, creo que lo mejor es que te vayas —. Pidió, su voz sonando más como un ruego.

Al ver el nerviosismo de Jay, Sunghoon no pudo decirle que no, se puso de pie y con un simple “nos vemos luego Jay”. Salió de la oficina.

Jay por fin respiró tranquilo, sin poder evitarlo comenzó a soltar pequeños jadeos agitados, su pesadilla comenzó a volverse realidad, su celo se había adelantado.

A pasos apresurados tomó su celular y saco, saliendo de la oficina apresuradamente y sin despedirse de nadie, los supresores comenzaban a perder el efecto.

Debido a la prisa no se percató de la atenta mirada de Sunghoon, cuando el alfa iba a seguirle, una mano se posó sobre uno de sus hombros. 

—¿A dónde crees que vas, mugroso traidor? —. La molesta voz de Sunoo acarició sus oídos.

Se giró, encontrándose con las miradas molestas de sus hermanos.

—Ah, por fin llegaron chicos, voy trás Jay, creí que era obvio —. Respondió, intentando volver a caminar y siendo detenido está vez por Jungwon.

—Ni siquiera pienses en ir solo.

—Si Heeseung puede, ¿porqué yo
no? —. Y fue ahí, cuando los cinco alfas cayeron en cuenta de la situación, Heeseung había huido mientras todos estaban concentrados en Sunghoon, seguramente para ir con Jay.

—¡Ese maldito! —. Ni-ki gruñó irritado, no podía creer que sus hermanos fueran así de egoístas.

—¿Todos van a seguir huyendo para ir con Jay? ¿cuándo sigo yo? —. Cuestionó Jake, sin prestar atención a las feromonas molestas de sus hermanos.

...

Este capitulo es más corto de lo que acostumbro hacer, pero es que ya no sabía cómo cambiar de escena, lugar, etc...

Estas cosas se me dificultan más porque aún no tengo un separador, pero ni modo, me toca soportar pq no le sé a la edición 🤕👍