Unreachable 𖤐 Jay Harem + Heejay

𝟎𝟕

Heeseung estaba a punto de besar los labios de Jay, hasta que unos fuertes toques a la puerta de la habitación lograron sacarles de su ensoñación.

Segundos después la puerta fue abierta a la fuerza, cuando Jay vió al resto de los Park se sintió a desfallecer, un alfa ya era demasiado para su lobo, seis era una completa tortura.

Por otro lado, Sunghoon se deleitó con la vista de un Jay a medio vestir soltando jadeos y con las mejillas sonrojadas.

—¿Qué hacen to-todos aquí? —. Inquirió Jay, intentando cubrir su cuerpo con la camisa sin botones e ignorando la desesperación de su lobo que aún se encontraba en celo.

Nadie respondió a la pregunta, contrario a eso, Ni-ki se acercó para apartar a Heeseung de Jay.

—¡Eres un idiota, sabes que está en celo y aún así te atreviste a entrar en su habitación! —. Todos a excepción de Sunghoon y Jake parecían molestos con Heeseung, gruñendo y soltando bajos insultos.

Al oler las feromonas molestas, el único omega en la habitación se sintió aterrado, acercándose a la orilla de la cama más alejada de los chicos para esconderse bajo las mantas, abrazando sus piernas con fuerza en un intento de protegerse.

Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, estaba asustado. En medio del caos Jake logró escuchar los bajos sollozos, caminando rápidamente en dirección a Jay.

El omega alzó levemente la nariz aún sin quitar las mantas sobre su cabeza, solo para olfatear un dulce aroma a fresas, repentinamente sintió el aroma hacerse más fuerte.

Jake tomó las mantas que estaban cubriendo la cabeza de Jay, apartandolas para poder ver los ojitos llorosos del chico, sin dudarlo lo envolvió en un cálido abrazo, dejando que escondiera el rostro en su cuello para que pudiera olfatear sus feromonas más de cerca.

Jay no se negó, colocando sus manos en el pecho de Jake, quien ahora olfateaba su cabello negro en un gesto cariñoso.

—Está bien Jay, no tienes que tener miedo —. La voz salió apenas como un susurro, acariciando los oídos de Jay y otorgándole tranquilidad a su lobo.

Jake sonrió al sentir la nariz del omega en su cuello, le daba cosquillas, continúo restregando su mejilla contra los sedosos cabellos negros, sin percatarse de que estaban montando una tierna escena. 

El resto de los alfas detuvieron su discusión al escuchar la baja risa de Sunghoon, observando en la misma dirección que el chico, admirando lo bonito que era el omega y lamentándose el haberlo asustado de esa manera.

—Lo siento Jay, no fue mi intención asustarte —. Ni-ki fue el primero en pedir disculpas no sin antes dedicarle una última mirada molesta a Heeseung.

Jay por fin se aleja de Jake y trata de sonreírle a Ni-ki. —Descuida Ni-ki, e-estoy bien —. Aseguró, con voz temblorosa. La abundante cantidad de feromonas aún afecta a su lobo.

Los demás parecen notarlo, intentando controlar sus feromonas.

—¿Estás bien? Quiero creer que Heeseung mantuvo la calma y no se dejó llevar por sus bajos instintos —. Preguntó Jungwon, su tono reflejando una evidente amenaza hacia su hermano mayor.

—Jungwon, ¿crees que las mordidas en su pecho son obra del Espíritu Santo? —. El sarcasmo de Sunoo llama la atención de todos y la mirada de los alfas se dirige automáticamente al pecho descubierto de Jay.

Al percatarse de eso, Jay intenta volver a cubrirse aún con la camisa sin botones.

—Y-yo—. Jay tartamudea, sin poder formar una oración decente.

Heeseung sonríe con descaro. —Solo jugamos un poco, pero pueden estar seguros de que no llegamos a más, ¿cierto Jay? —. El nombrado solo puede volver a esconderse detrás del alfa que estaba más cerca debido a la vergüenza, terminando ocultó tras la espalda de Jake, quien rió enternecido.

Sunghoon creyó que era el momento perfecto para acercarse al omega, compartió una mirada cómplice con Sunoo, Jungwon y Ni-ki antes de acercarse a la cama. —Debo admitir que estoy algo triste, supongo que Heeseung es más lindo que todos nosotros, ¿verdad? —. Murmuró, soltando sus feromonas de manera leve.

El lobo de Jay comenzó a lloriquear, no quería que sus alfas estuvieran tristes, los ojos de Jay comenzaron a tornarse violetas y sin pensarlo demasiado, se acercó gateando hasta Sunghoon, que ya estaba sentado en la orilla de la cama.

Se acostó y dejo su cabeza sobre el regazo de Sunghoon, buscando mimos que obviamente consiguió, el alfa sonrió de lado y acarició sus cabellos negros antes de alzar el mentón de Jay, cuando sus miradas conectaron el omega le regaló una sonrisa de oreja a oreja que le dejo encantado, Sunghoon unió sus labios con los contrarios, fundiéndose en un beso que no duró mucho al escuchar las protestas del resto de chicos en la habitación.

—¿Estamos haciendo mal al aprovecharnos de la situación en la que se encuentra Jay? —. Ni-ki se animó a preguntar, recibiendo miradas inquisitivas de sus hermanos.

—Sé que esto es malo, pero en serio necesito besarlo —. Respondió Sunoo.

Jungwon asintió. —Es malo, muy malo en realidad, pero yo también quiero besar a Jay —. Todos parecían estar de acuerdo con esas palabras.

—¿Y porqué no lo hacen? —. La suave voz deja inmóviles a los alfas, todos fijaron su mirada sobre Jay.

Sunghoon suelta una risa algo ronca. —No deberías jugar así con nosotros Jay —. Advirtió, acariciando brevemente el rostro del omega con sus nudillos.

—Yo no juego —. Contradijo.

Sunoo le miró curioso. —¿Hay algo que quieras decirnos Jay?

—Será mejor que seas directo cariño, no somos adivinos —. Pidió Heeseung.

—Solo serán unos días, no pasarán de simples caricias y después todos seguiremos con nuestras vidas, ¿no es así? —. La parte racional de Jay se esforzó por articular algo entendible, todos asintieron, aún sabiendo que en realidad las cosas no serían así de fáciles.

...

Bieeeen lo dejaré hasta
aquí JAJAJA

Solo quería actualizar como una forma de agradecerles por las más de 500 leídas, eso ya es mucho para mí, estoy muy feliz en serio muchas gracias<33