*•.¸♡ Epílogo ♡¸.•*

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Ashira no podía dejar de mirar a Thranduil y él de admirar a su esposa, pero rápidamente cayó en cuenta y dejo caer su cabeza sobre el hombro de ella.

—Lamento tanto haberlos dejado solos a ti y a nuestro hijo. —Se disculpó Thranduil.

—Tranquilo, lo puedo entender. —Respondió Ashira.

—Fui egoísta, yo...

—Siempre fuiste un elfo de una apariencia hermosa, será natural que un golpe como este te haya dejado totalmente desconcertado, tranquilo, yo lo entiendo.

Thranduil se preguntaba como es que ella podía ser tan considerada.

— ¿Tú también tienes heridas, verdad? —Le preguntó Thranduil cayendo en cuenta.

—Si las tengo o no, no importan. —Ashira no les tomaba importancia.

—Quítatelo, quiero ver tus heridas.

—Thranduil...

—Ahora.

Ashira suspiro rendida y se quito el vestido fácilmente, Thranduil lo tomó y lo arrojó a la orilla, seguido de contemplar el cuerpo desnudo de su mujer, más que deseo, era realmente para inspeccionar su cuerpo.

Tenía pocas cicatrices, pese a la terrible guerra vivida hace un siglo, las marcas estaban desapareciendo de poco en poco.

—Soy un dragón, Thranduil, mis heridas fueron profundas y graves, pero gracias a la regeneración dráconica me recuperó fácilmente, pero no rápido. —Le explicó Ashira.

—Aún con todo esto, te sigues viendo tan hermosa como el día que te hice mi mujer. —Respondió Thranduil.— ¿Le concedes a este ignorante volver a tomarte como su mujer?

— ¿En el lago?

—Si.

—Permiso concedido.

Thranduil sonrió y se acercó a besar ha Ashira, ella llevó sus manos detrás del cuello de él y Thranduil comenzó a desvestirse y dejar su ropa en la orilla.

Al quedar desnudos completamente,

Thranduil puso ha Ashira entre sus piernas y comenzó a frotarse con ella sin penetrar, deseaba tanto el frenesí, pero deseaba hacer correr a su esposa antes.

— ¿Cómo haz soportado tus días de frenesí sin mi presencia o mi toque? —Le murmuró Thranduil.

—Han sido un infierno, cada vez que tenía el deseo, te había recordado, he de admitir que algunos sueños húmedos me calmaron un poco.

—Perfecto, pues yo que apenas reaccionó, me siento tan hambriento y no de comida exactamente.

—Pues ¿Qué esperas? ¡Oh!

—Quiero a mi dragón sedienta de mí.

—Oh cariño, no pidas algo que apaciguar la sed de un dragón no es fácil.

—Correré los riegos.

Los ojos de Ashira se tornaron cual dragón, sin ninguna pena tomó el miembro de Thranduil y aunque él soltó un suspiro placentero, Ashira se encargo de meterlo en su entrada, pero solo la punta, pues al tener un siglo de que no tiene relaciones sexuales, debe de hacer las cosas con calma y cuidado, aunque eso desaparezca en un santiamén.

Thranduil tomó de sus muslos ha Ashira y comenzó a moverla sobre él.

— ¿De verdad no pesó ni un poco para ti? —Preguntó Ashira controlando su reparación.

—Para nada. —Respondió Thranduil tragando saliva.— Sujétate.

Ashira llevó sus manos a los hombros de su esposo y él le penetró de una vez, Ashira soltó un gruñido y pronto comenzó a jadear muy cerca del oído de Thranduil a lo que lo excitaba en sobremanera.

Mi Bella Gema Blanca (Libro 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora