-Ya te dije que no sé lo que vi- replicó Hermione a su amigo Harry, el muchacho le miró un poco decepcionado y se puso de pie
-Necesito un poco de aire- mencionó el moreno antes de salir del vagón y caminar por el pasillo del tren a Hogwarts
La castaña no estaba de acuerdo con su amigo, como en todo, solo daba crédito a los hechos, sin pruebas no había sentencia, lo había visto aquel día en "Borgin y Burkes", es verdad, sin embargo. Aquello no representaba nada para ella, podría haber estado haciendo cualquier cosa con su madre, a la Gryffindor le parecía más que Harry se estaba dejando llevar por la enemistad que siempre había tenido con el rubio desde el primer año.
Luego de un rato, ambos notaron que Harry ya había tardado en volver, ella y Ron suponían que el chico seguía un poco molesto por la pequeña discusión que habían tenido, llegaron a la estación de Howsmeade y bajaron para buscar al jóven pero al no verlo dieron por hecho que ya había tomado uno de los carruajes, el tren estaba vacío.
La muchacha se empezó a preocupar al no ver a su amigo entrar al comedor, ni en ningún lado, abrazaba con nerviosismo el libro entre sus brazos con el que unos momentos antes había golpeado a Ron por ser tan desconsiderado y comer ante la angustia que ella sentía.
-¿Quieres calmarte?, mira quien viene ahí- le informó el pelirrojo apuntando con la mirada hacia la puerta del gran comedor, la chica respiró aliviada al observar que se acercaba junto a Luna Lovegood, pero otra melena rubia le llamó la atención detrás de ellos, Draco Malfoy entraba al lugar con mala cara y se encaminó a la mesa de Slytherin tomando asiento justo enfrente de donde se encontraba ella a la distancia, Granger no pudo evitar seguírle con la mirada desde que se apareció en el sitio, el jóven ni siquiera pareció inmutarse de que alguien lo observaba, colocó su mano sobre su barbilla sin mirar a nadie a su alrededor o probar algún bocado del gran banquete. La voz del profesor Dumbledore la hizo salir de sus pensamientos, la cena terminó y se fueron a la cama.
-Nadie puede saberlo, esto no debió pasar, ¡maldita sea, te estoy hablando!- gritó el rubio a la castaña que caminaba por delante de él, sosteniéndola con fuerza del brazo
-¡Suéltame!- exigió ella saltándose del agarre y empujándolo
El muchacho despertó, sintiendo un leve mareo, se llevó una mano a la frente, se sentó en la cama y vió que ya estaba amaneciendo, sus compañeros de cuarto seguían dormidos, volvió a recostarse y se quedó mirando el techo un momento, reflexionando otra vez sobre ese sueño que habitaba su mente en repetidas ocasiones, aquello era muy confuso para él, venía a su cabeza en fragmentos, pero era como si volviera a vivirlo, como si tuviera la sensación de que eso realmente había pasado, sonrió y luego sintió escalofríos, -¡Qué asco!-, pensó, ¿Quién en su sano juicio se cogería a Granger?, se levantó y se dió un baño antes de que sus amigos despertaran, cerró sus ojos y las imágenes regresaban a su mente, su corazón y respiración comenzaron a acelerarse, por un momento se dejó llevar por aquello, se permitió acariciar por el agua que caía encima de él, llevó su mano a su zona y dió leves momentos, su piel se estremeció, de pronto ya no le pareció tan repulsiva la idea, empezó a jadear, y aumentó la velocidad de su mano, alzó su mirada y frunció el ceño mientras mantenía sus ojos cerrados imaginándola encima suyo, incrementó el ritmo en que se daba placer colocando su otra mano sobre la pared para sostenerse, reviviendo la sensación de estar dentro de ella en aquel sueño, en la oscuridad de sus ojos veía sus areolas y pezones rosados, percibía su aroma y la suavidad de su piel al tocarla, casi lograba recordar el delicioso sabor de su boca y sentir su lengua juguetear con la suya, sintió un escalofrío recorrer su espalda y algo cálido emanó de su miembro -¡Ahh!- gimió levemente y culminó el acto, apretó sus labios rápidamente esperando que nadie lo hubiese escuchado masturbarse en la regadera, bajó su mirada tratando de regular su respiración y sus latidos, observando como su semen se iba por el desagüe de la regadera y como la cicatriz en su muslo permanecía ahí.
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POSESIVOS (DRAMIONE) (PARTE 1)
Fiksi Penggemar-Creí que te quedarías con nosotros ayer- mencionó con sus manos dentro de sus bolsillos, ella le dió una mirada llena de rencor-¿Porqué le hiciste eso?, yo no me creo el cuento de que fue un accidente- se acercó a ella intimidante mientras sonreía...
