35: El pasado controla mi vida (CAPÍTULO COMPLETO)

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ACTUALIZADO 23/07/2015

Estoy escuchando la clase sin demasiado interés cuando mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo. Lo saco y frunzo el ceño al ver el nombre de mi madre en la pantalla. La llamada se corta antes de que pueda decidir si quiero contestar o no, y entonces me doy cuenta de que tengo siete mensajes de texto, un par de llamadas perdidas y un mensaje de voz.

Jueves, 13 de noviembre. 9:33 a.m.

Jennifer: ¿Puedes hablar ahora? Necesito decirte algo

Jennifer: Voy llamarte, es importante

Jennifer: CONTÉSTAME

Jennifer: ¡¿POR QUÉ NO CONTESTAS EL TELÉFONO?! ¡ES UNA EMERGENCIA!

Jennifer: ¡¡NECESITO QUE CONTESTES, SUSAN!!

Jennifer: POR FAVOR, TIENE QUE VER CON LISSIE

El último mensaje es de unos segundos antes de la última llamada

Jennifer: Te dejaré un mensaje. Llámame en cuanto lo oigas

Con la vista borrosa observo como el profesor escribe algo a la pizarra, mientras la sangre huye rápidamente de mi rostro.

Lissie

Mis manos tiemblan mientras lanzo todas mis pertenencias rápidamente dentro de mi bolso, y por un segundo casi creo que me desmallaré. Me levanto y salgo del salón de clases sin mirar atrás, con mis dedos aferrándose al celular.

El mensaje comienza a sonar en mi oído y mi corazón se acelera al escuchar la alarmada voz de mi madre.

- Sue, e-espero que escuches esto pronto... T-Tu hermana... - un sollozo la interrumpe – tu hermana tuvo un accidente. Necesito que me llames cuanto antes...

Las lágrimas comienzan a bajar por mi mejilla antes de que haya terminado de procesar sus palabras. Mis piernas flaquean y me apoyo de una de las paredes mientras marco su número. El tono suena una y otra, y otra vez, pero mi madre jamás contesta. Comienzo a correr arrastrando mi bolso con una mano y sosteniendo el teléfono junto a mi oreja con la otra. En el camino choco con unas cuantas personas, pero no me detengo, tengo que llegar

Salgo del edificio y atravieso el estacionamiento con la mirada borrosa y la respiración cansada. Siento que ya no puedo más, cuando encuentro a Jake en las escaleras de la escuela de medicina. Está apoyado de la baranda hablando con Frank y varios de sus amigos, mientras una chica con una falda muy corta hunde sus dedos en su cabello tratando de llamar su atención.

Todos voltean a verme en cuanto me acerco, y por lo visto notan algo en mi expresión, porque lucen preocupados.

- ¿Sue? – Frank es el primero en acercarse - ¿estás llorando? – sus manos cálidas se apresuran a tratar de secar mis lágrimas, pero no logran terminar su misión porque Jake rápidamente toma su actitud protectora y lo aparta para quedar frente a mí.

Pone sus manos sobre mis hombros mientras sus ojos asustados me estudian con cuidado.

- ¿Qué pasa? – susurra

Tomo una respiración profunda.

- Me acaban de avisar que mi hermanita tuvo un accidente – lucho por contener un sollozo que amenaza con quebrarme y continúo hablando – No sé qué pasó, o cómo está, pero mi madre no contesta el teléfono y necesito ir a verla. Quiero que me prestes la camioneta, por favor. Te prometo que la traeré intacta y llenaré el tanque y...y – el aire comienza a faltarme por hablar tan rápido y tengo que detenerme.

Razones por las que no debería amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora