C A P Í T U L O C A T O R C E.

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Luka.

—¿Y tú hermana?— pregunta Perséfore mientras mira las obras de arte del museo.

Me encojo de hombros y chasqueo mi lengua.

—Lo última vez que supe fue que se fue a Polonia para participar en una competencia de ballet.

Ella asiente mientras hace un sonido de afirmación, veo como varias personas que nos miran con curiosidad ya que traemos boinas junto con unas gafas oscuras para no levantar sospechas. Me humedezco los labios cuando veo el escote tan voluptuoso de Perséfore, ella parece notarlo ya que la sonrisa llena de burla en su rostro la delata.

—Creí que alguien no quedó satisfecho con las seis horas de sexo— se gira hacia mi.

Me muerdo el labio inferior mientras suelto un suspiro y la atraigo hacia mí sujetándola de la cintura.

—Cuando se trata de ti, las ganas nunca se van— rozo mi nariz con la suya—, ti amo troppo,  la mia stella blu

Ella me mira con diversión y arruga un poco la nariz mientras me sonríe.

—¿Estrella azúl?— pregunta—. ¿Por qué soy tu estrella azúl, zucca ambulante?

—Tus ojos, son como la luna que es azúl, tan profundos e hipnotizantes.

—Ya sé que soy hermosa per...

—¡Perséfore!— un grito chillón masculino resona en todo el museo.

Perséfore se voltea y suelta un jadeo al ver a su hermano menor correr hacia ella mientras que en sus manos trae una caja de chocolates. Stefano frena en seco cuando está a pocos centímetros de Perséfore, al pequeño le empieza a temblar su labio inferior y sus ojos se cristalizan, Perséfore se agacha para quedar a su estatura y abre sus brazos.

—¿Eres real o solamente estoy soñando?— pregunta el pequeño en un susurro.

Miro a Perséfore y la punta de su nariz está de un color rojizo, dando a entender que va a llorar. Stefano se lanza en sus brazos y empieza a llorar mientras se aferra al cuello de Perséfore, escucho un sollozo de la pelinegra mientras abraza fuertemente a su hermano. Alzo mi vista y puedo visualizar a Trevor vestido de traje, algunos mechones caen sobre su frente, camina hasta donde está Perséfore y se detiene al detallarla.

—La mia bellissima sirena.

Perséfore al escuchar ese apodo, alza su cabeza y sonrisa se ensancha, se levanta con su hermano en brazos, se acerca a su padre y deja un beso sonoro en su mejilla. Trevor se sonroja y sus ojos se iluminan, éste ahora carga a Stefano y me hace una seña para que lo cargue, me acerco al pequeño demonio y lo cargo, el pequeño apoya su cabeza en mi hombro mientras de a poco va cerrando los ojos, yo le acaricio la espalda para que se duerma del todo.

—¿Me extrañaste?— Trevor le pregunta a Perséfore.

—Como no tienes idea— Perséfore se quita sus gafas dejando ver esos ojos hipnotizantes.

Trevor se le cristalizan sus ojos al ver a su princesa, éste gira su cabeza hacia mí y me da un asentimiento con la cabeza.

—Haz hecho un buen trabajo— me regala una sonrisa sincera—, le devolviste el brillo a mi hija y eso siempre te lo voy agradecer hasta que muera.

Mi corazón se derrite al escuchar esas palabras viniendo de mi suegro, le regalo una sonrisa llena de ternura y me acerco a Perséfore.

—Sabe que siempre haré todo lo posible para ver a mi bella donna felice.

Trevor suelta una carcajada y agarra a su hija de la mano mientras la mira con preocupación.

—Tenemos que hablar.

PERSÉFORE KARAHALIOS ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora