POV Draco
Mi vida cambio el día en que fui valiente, después de tres años de rivalidad con Potter decidí por fin enfrentar mis miedos, me dirigí hasta donde antes me había humillado con su capa de invisibilidad, sabía perfectamente que era él. Pero de una u otra forma me parecía divertido
Cuando llegue vi las huellas avanzar como si corriese de alguien, me escondí viendo como este lloraba con desesperación, mi corazón se estremeció al verle y sin pensarlo me acerque y le abrace.
- ¿Qué demonios haces aquí Malfoy? ¡¿vienes a burlarte?! Pregunto con sus ojos enrojecidos, simplemente negué y le sonreí, desde ese día comenzamos a hablar, nos juntábamos cada noche en el descanso de la sala común de Slytherin donde le dejaba un poco abierta la puerta, sonreíamos durante horas y nos contábamos lo duro que era vivir en nuestros hogares, no podía creer todo lo que sufría con sus tíos. Después de mucho tiempo dándonos un real tiempo para conocernos nos dimos cuenta que ambos nos amábamos, sus amigos ya sabían eso y nos apoyaban, yo sin dudarlo y de forma sincera le había pedido perdón a Granger y aunque en un principio me llevaba mal con Weasley ahora había incluso visitado su hogar y realmente era muy divertido.
Habían pasado dos años y por primera vez me sentía emocionado por volver a Hogwarts y abrazar a Harry, bajé al salón y vi a mi madre junto a mi tía, no me agradaba mucho, sinceramente me causaba algo de miedo, pero el aura actual era peor, en cuanto me vieron mi padre tomo mi muñeca con fuerza gritando, no entendía nada y menos por qué mi madre no hacía nada.
Mi padre con ira me llevo a rastras al cuarto comenzando a tirar las cosas que estaban en mi libreta y leyendo mi diario el cual usaba para comunicarme con Harry, un fuerte ardor se posó en mi mejilla después de sentir su mano golpearme, cubrí mis oídos escuchando sus insultos y sintiendo sus golpes, por primera vez durante mucho tiempo deseaba no haber tenido estos padres, cuando termino de golpearme se acomodó su gabardina y salió ordenándome acomodar todo para que mi madre me lleve a tomar el expreso.
Claro con la amenaza de no hablar con mi amado Harry, cuando estaba listo me acerque a mi madre y levante la mirada para ver su rostro, pero no hubo peor cosa que ver su mirada de asco y decepción, aquello me destruyo más que los golpes, Salí de casa escuchando de fondo la risa de mi tía Bellatrix, durante el camino los minutos de silencio parecían horas eternas, cuando al fin llegamos simplemente subí y entre rápidamente a un espacio privado, no quería que nadie viera mis marcas de golpes usando especialmente Tergeo para limpiarlas.
Cuando sentí que el expreso se había detenido me sorprendí, aun no me ponía el uniforme y debía darme prisa, sentía como todos bajaban mientras me apresuraba a vestirme, de pronto sentí como las puertas del privado se abrían viendo a Harry el cual tenía una sonrisa en su rostro la que se borró de inmediato al ver las heridas de mi piel, al ver su mirada de miedo y preocupación no pude evitar rendirme ante sus brazos llorando mientras sentía como me ahogaba en mi propio llanto, Harry acariciaba mi cabello apoyándome en su pecho y después de unos minutos me ayudo a bajar mis maletas mientras me terminaba de vestir, sin soltar mi mano me llevo con el ante la mirada de todos, ya me daba igual a pesar del odio de mis padres Harry estaba para mí y yo para él, sabía que ese año no sería fácil pero decidí estar la mayor parte del tiempo junto a los Gryffindor que me ayudaban a olvidar todo, además pasaba gran tiempo junto al profesor Snape y el director Dumbledore quienes hablaban conmigo sobre ver que mi tutela pase a mano de otras personas, ellos dijeron que debía pensarlo bien pues no querían que nada afecte a mi futuro, cuando me dijeron que lo piense negué, no tenía dudas de con quienes deseaba vivir pero ¿y si los Weasley también me tenían asco por ser gay? Realmente no tenía que arriesgarme así que preferí decir que lo pensaría, cuando Salí y volví junto a los chicos de Gryffindor dije mi idea como una broma, pero el silencio incomodo antes de una risa me hizo sentir tan avergonzado, pero cuando vi sus miradas brillantes sonreí, Ron dijo que su tío abuelo era gay y que aquello era algo muy común, además ya todos sabían que Harry lo era, me sentí aliviado y después de cenar se lo comunique al profesor.
Durante ese tiempo los tramites habían comenzado, los señores Weasley eran muy amables y para navidad la señora me envió un suéter verde con una enorme D bordada, era el primer regalo hecho especialmente hecho para mí, el año estaba por finalizar, pero estaba muy feliz, debía ir a casa por mis cosas y saldría por fin junto a mi nuevo hogar.
Apenas entre recibí un golpe esta vez de mi madre y cuando sentí que el segundo llegaría tome su mano con fuerza, no aceptaría más ese trato así que sin dudarlo la enfrente, mi padre de inmediato se acercó a mí y claro sabía que me golpearía, pero sería la última vez, no sabía que los golpes esta vez serían tan fuertes que me harían perder la conciencia.
Cuando abrí los ojos vi a mi padre frente a mí, me moví y sentí como unos grilletes apretaban mis muñecas y tobillos, me asusté comenzando a gritar con miedo, un método tan arcaico para detenerme sin duda era horrible, pero ¿Por qué mi madre lloraba? No entendía nada hasta que sentí como se acercaba a mí y besaba mi mejilla, sentí miedo, un miedo horrible cuando vi como mi padre tomaba una botella con un líquido comenzando a mojar mi cuerpo, era un producto inflamable que empapo mi cuerpo.
- ¡NO! PADRE NO LO HAGAS. Gritaba aterrado llorando, pero lo hizo, mi cuerpo ardía sintiendo mi piel destruirse poco a poco…POV NARRADOR
Las patrullas rodeaban la casa Malfoy, el ministro de magia indignado veía como se los llevaban a Azkaban, los profesores veían con tristeza la escena y Harry, Harry destruido abrazaba el cuerpo sin vida de Draco besando sus labios que emitían aun calor mientras lloraba con ira y un dolor profundo deseando ser el quien este en ese lugar, rogando que alguien le regrese a ese momento en donde Voldemort mato a sus padres y que esta vez rogando al mundo el hechizo sea efectivo.
Después del triste funeral del chico y de enterrar su cuerpo Harry fue a la torre de astronomía para despedirse de todo, antes de saltar llego el profesor Snape el cual le pidió que se detenga, que antes lo escuche.POV Harry
Nada podía hacerme cambiar de opinión, pero su mirada calmada me hizo dar cuenta de algo y es que sin pensarlo el profesor saco su varita y lanzo un avada contra mí, sin duda entendí por qué lo hizo y es que una antigua leyenda decía que si acababas con tu vida jamás encontrarías la real muerte, si yo saltaba jamás me encontraría con mi amado Draco en el más allá.
Abrí los ojos sintiendo ira, ¿nuevamente sobreviví? Pensé justo cuando escuche su voz, aquella voz “es cierto… lo que decían en el tren Harry Po…” no le deje terminar la frase, sin pensarlo lo abrace llorando, su perfume, era el sin duda era mi Draco, aunque cuando deje de abrazarlo no lo hice por querer, lo hice porque ya no estaba junto a mí, estaba en un lugar vacío completamente solo sintiendo como mi alma se destruía como en el momento en que vi su cuerpo sin vida a mis pies, rogando con todas mis fuerzas una segunda vidaContinuará
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La Valentía
Hayran KurguUna historia en donde las segundas vidas quizás y solo quizás sean la mejor opción