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Había cientos de mensajes de la rubia y ni que decir de llamadas, casi satura la memoria del movil, yibo había apagado su telefono, cuando se dirigía a su casa, solo deseaba pasar el tiempo que tuviera libre con su esposo, se levantó de la cama, paso al baño y alcanzo en la cocina a zhan para ayudarle con lo de la cena.

* ¿De verdad crees que te ama solo a ti?*

Zhan volteo su teléfono con la pantalla hacia abajo, al ver a yibo acercarse, le dio la espalda fingiendo que buscaba algo en el refrigerador. Su marido lo tomo por la cintura abrazándolo y dejando un beso en su cuello, lo soltó para tomar unos platos y cubiertos, para colocarlos en la mesa, zhan lentamente cerro el refrigerador, miro al castaño, ¡le acababa de hacer el amor!, estaba con el, ¡no debía ser cierto!, ¡no podía ser cierto!. Respiro fuerte para no llorar, no lloraría, no le creería a quien quisiera separarlos, confiaría en su esposo.

-- zhan -- lo saco de sus pensamientos -- mañana tengo el sábado libre, ¿te parece si salimos a pasear juntos?, Hace mucho no lo hacemos, ¿Quieres? -- dijo alegre yibo

-- si, había quedado con Momo, pero le cancelaré, ella entenderá -- dijo un poco tenso.

-- ¿estás bien? -- el castaño noto una pequeña sombra en su mirada que no supo definir.

-- y... ¿Adónde iremos?-- fingió una sonrisa, ignorando la pregunta.

-- que te parece si primero desayunamos en algún buen restaurante, y luego paseamos por el centro de la ciudad, comemos algo por ahí y después al cine...todo el día juntos...--- dijo el castaño con una gran sonrisa en su rostro.

-- si, me parece excelente amor -- zhan se levantó de su lugar para irse asentar en las piernas de su esposo, lo abrazó por el cuello, recargo su barbilla en su hombro y susurro cerca de su oído -- te amo yibo, eres mi vida...nunca, nunca lo olvides --luchaba para que las lágrimas no salieran.

-- yo más zhan-- lo abrazó también de la cadera, su conciencia lo estaba matando, solo le basto verlo tan roto esa noche, para darse cuenta el daño que le estaba haciendo, le había mandado un mensaje a kyoka, no quería verla de nuevo, esperaba que lo aceptará, no quería saber nada de ella ya.

En el departamento de cierta rubia, se escuchaba un estallido de cosas y gritos de celos, ira y frustracion, la única persona que presenciaba eso la veía con un poco de irritación -- ya mujer...tu sabías que es casado...¡Eres su amante!, nunca te prometió nada, ni siquiera te dijo que te quisiera ni un poco -- la rubia lo fulminó con la mirada -- no me mires asi...tu lo acosaste, ¿ Cuántas veces te rechazo?, Una.. dos...tres... cuatro, cinco ...chica !¡ten dignidad!-- sung yoo era su único amigo desde que se conocieron en la universidad en Corea del Sur, el sabía porque kyoka habia salido de Japón, sabía de Yibo, y de los planes para separar a la pareja, para que ella se pudiera quedar con él. -- ¡vamos el ama a...---

-- ¡ NO ! -- un grito furioso salió de la boca de la chica -- ¡yibo es mio!, ¡El me lo robo!, -- gruesas lágrimas escurrían sobre sus mejillas, de nada sirvió el tiempo que invirtió para seducirlo, acosarlo, aguardando la oportunidad para acostarse con él, y cuando lo logro, utilizo todos sus trucos para volverlo loco en la cama, para que olvidará al pelinegro entre sus brazos y sus besos, era imposible que un maldito aniversario echara todo su esfuerzo a la basura, todo esos planes no sirvieron de nada, ¡ Maldito !, ¡Mil veces maldito!.

Sung no podía entenderla, si bien no tenía una pareja estable, había más personas en el mundo, porque se tenía que obsesionar con un hombre que era casado, que jamás la vio más allá de una cliente, tal vez la forma en que la termino no era la correcta, pues debió darle la cara, era un claro ejemplo que el castaño no sentía nada por ella y que no dejaría a su esposo por una amante. Se levantó, tomando su chaqueta y se dirigió a la puerta, era su amiga, pero a veces era cansado escuchar las mismas necedades una y otra vez.

Obsesión Por Tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora