♤One-shots Urss X Third Reich♤

🥀02🥀

24 de agosto de 1939

Era de noche en esa ceremonia. La ceremonia se llevó a cabo en la Cancillería del Reich en Berlín, Alemania. Allí fue donde ambos mandatarios pronunciaron sus discursos y firmaron el tratado de paz. La Cancillería del Reich fue la oficina oficial de Hitler durante la mayor parte de su dictadura, y fue el lugar donde celebró sus reuniones y se dirigió a su nación.

—El pacto de no agresión garantizará la paz en nuestros tiempos—. La voz de Reich resuena desde el escenario del Reichstag y resuena por toda la plaza.

La multitud de alemanes que rodean el escenario rugen en señal de aprobación y aplauden mientras se firma el tratado.

—La paz y la armonía entre las dos grandes potencias traerán una edad de oro para Europa. Así debe ser—.completo la URSS

Pero en el fondo, sabía que la paz no estaba destinada a durar. Tenía planes para lo que los alemanes llamaban "Lebensraum". Al este aguardaban las tierras eslavas, esperando la inevitable guerra...

La Unión Soviética estuvo presente, firmando el tratado. Ambos dieron un discurso, el discurso de Reich fue más detallado y largo que el de la URSS.

En parte esto fue lo mejor para Reich, ahora que sabía que la URSS compartía un sentimiento más allá de la amistad, podía usarlo a su favor. ¿Cómo lo supo? El lenguaje corporal, la manera estupefacta en que lo miraba... ni siquiera era así con las mujeres. además ¿quién no se enamoraría de alguien tan hermoso como él? Sólo tenia que mover algunas piezas más en el tablero y ganaba el juego.

Reich sabía exactamente lo que estaba haciendo. Era consciente de que estaba seduciendo a la Unión Soviética, obtendría la tierra que deseaba, incluso si eso significaba tener que darle su cuerpo a la Unión Soviética a cambio... No amaba a la URSS, pero tampoco la odiaba...o eso creia.

todo...todo por el poder. ¿Cuánto puedes quebrantar a un hombre sólo para conseguir lo que quieres? Llénarlo de falsas esperanzas, diciéndole que lo amas cuando ni siquiera es verdad. y que la otra persona este tan... atónita que no pueda abrir los ojos entre tanta mentira.

Después de la ceremonia, Reich y la URSS se trasladaron a una sala privada, 'para discutir más a fondo los términos del pacto de no agresión'

La habitación estaba en silencio  y reich Caminó hacia la Unión Soviética, poniendo una mano detrás de su espalda mientras se acercaba más y más. Se detuvo justo frente al otro hombre y sacó su mano derecha de su escondite, para revelar un ramo de rosas.

para sorpresa de Reich, la URSS también había traído un souvenir de casa, un vino, uno de los mejores que pudo encontrar para el aleman. Planeaba disfrutarlo con él. ¿En cuanto a las flores? Le pareció un gesto hermoso. Tomó una de las rosas y la colocó perfectamente en el cabello de Reich.

Dejando las rosas a un lado, sirvió un poco de vino para ambos, levantando la copa miró a Reich con tanto cariño... cariño que ni siquiera sus hijos recibieron de esa manera.

—por un futuro mejor para Alemania y la URSS —.

Reich lo miró directamente a los ojos y se sintió un poco nervioso. Estaba lo suficientemente cerca como para poder oler el olor del cuerpo del hombre, y era embriagador.

Nunca antes había sentido amor o deseo sexual como este.

Levantó su copa también y se la llevó a los labios, observando a la Unión Soviética hacer lo mismo. Ambos bebieron y Reich tragó nerviosamente, esperando que ninguno tuviera que decir nada.

El sovietico dejó su vaso en una mesa cercana, ahí mismo encendió la caja de música que había en la habitación. Tomó la mano de Reich, sin dejar de mirarlo a los ojos. esos ojos color rubí... podría pasar horas mirándolos fascinado.

—¿Me permites?

Él asintió, Con mucho 'gusto' permitiría que este hombre hiciera cualquier cosa. Su corazón latía como loco. No entendía por qué su cuerpo reaccionaba así ante un miembro del mismo sexo, pero así era. No podía controlarlo.

Cerró los ojos, preguntándose qué estaba haciendo el contrario. No volvió a abrir los ojos hasta que sintió el primer contacto de los labios de la Unión Soviética con los suyos...

...

No deberías haberte encariñado con él, pero aún así... su tacto y su forma tan gentil de mirarte, te hacían a veces detenerte y preguntarte si todo esto realmente valia la pena... Tu madre alguna vez, que descanse en paz, incluso mencionó que “simplemente no podemos controlar de quién nos enamoramos” “tu corazón lo sabrá y entenderá tan pronto como lo sientas”

No queria pensar en eso ahora, asi que solo se entrego a el.

...

A estas alturas ya habían pasado algunas horas. La URSS y Reich estaban encerrados en un acalorado abrazo en el rincón oscuro de la habitación, con sus cuerpos apretados uno contra el otro. En algún momento, sus ropas comenzaron a desprenderse y sus manos se movieron lentamente hacia áreas más sensibles, haciendo que ambos gemieran suavemente de placer. Hacer el amor se sintió mal, pero también bien. Reich dejó que sus emociones se apoderaran de él, por primera vez en su vida no estaba pensando como un líder o un conquistador... Estaba pensando como un hombre...

Pero ¿qué pensaría su gente de eso? Tenías planes que hacer y el deseo de poder era mucho más fuerte que el vínculo que ambos compartían. O eso pensaba.

Ambos se tumbaron en la cama, exhaustos y sin aliento. Podían oír a la gente fuera de la habitación y sabían que debían levantarse. Ninguno de los dos quería irse, pero sabía que la gente de afuera se estaba impacientando. La idea de dejar a este hombre era como arrancarle el corazón... Esto era peor de lo que jamás había pensado. Lo amaba y no quería que su tiempo terminara. Pero finalmente lo hizo. Reich se levantó de la cama y se vistió, todavía tratando de procesar los sentimientos que estaba experimentando.

La URSS hizo lo mismo, sin entender porque se queria ir tan rapido.

Hasta donde había llegado, no lo nesecitaba, lo habia echo todo solo. Todavía recordaba cómo el mismo tuvo que matar a la República de Weimar, su hermano, por mantener el mando absoluto de Alemania

y tuvo que sacrificar algo en el camino. Ese comunista no sería la excepción. pero su propio corazón le haría una mala jugada.

Reich finalmente había terminado de vestirse y se giró para mirar a la Unión Soviética una vez más.

el deber lo llamaba... Y la Unión Soviética sabía en lo que estaba pensando. en ese momento.

—Esta noche ha sido maravillosa, pero necesito volver a mi habitación ahora—. La voz de Reich era fría, y no había señales del hombre apasionado y vulnerable con el que este otro hombre acababa de hacer el amor.

—Por favor quédate un poco más...—era como si le estuviera rogando por al menos un poco más de su tiempo. Apenas se habia recuperado y ya tan rapido se queria ir?

—Por mucho que me rompa el corazón, no puedo... —Miró a su amante, sus ojos ya no eran fríos, sino vulnerables.—
Quiero estar contigo, pero... No podemos sobrevivir a esto. La gente no lo permitirá. Seríamos vistos como pecadores, y nos castigarían por ello... Tengo que volver a mi habitación ahora o la gente sospechará...— Reich Salió de la habitación, sin siquiera darle al sovietico la oportunidad de responder.

lo dejó ir, no iba a obligarlo a quedarse si no quería. Tenía razón, pero no podía quitarse el sabor amargo de la boca, sentía algo por él. si era hombre o no. Prefería dejarlo allí, tenía hijos y una nación que cuidar. Asuntos mas importantes que atender como representacion.