DIVIDIDO A LA MITAD.

Capitulo 11: La Piscina.

Ya era de mañana, Jeremías aún seguía dormido a mi lado. Parecía un ángel, unos de los más hermosos. Estaba totalmente ipnotizado por su belleza, tanto que estaba aguantando las ganas de rosar su piel.

Hasta que de un momento a otro sonó una Notificación en mi cel. Estuve como loco buscándolo, para que no molestara el sonido y pudiera despertar a Jeremías. Y recordé que lo avía dejado anoche en el escritorio. Cuando lo tome mire que ya eran las 8: 28 am.

-¡Buenos días! -escuche en el fondo.

-¡Hola buenos días!- dije dándole una risa nerviosa a Jere, el cual se acababa de levantar.

-Dormí como un rey en tu cama anoche, me gustaría dormir acá, para siempre.- dijo en forma de broma Jere.

-Puedes quedarte cuando quieras, creo que le caistes bien a mi mamá en la cena.- le dije.

-No quiero molestarte. ¿Dormiste bien anoche?- pregunto Jere.

-No, no eres una molestia, si dormístes bien anoche, puedes venir las veces que quieras.- añadí muy amable.

-¡Gracias! Bueno me pondré los zapatos y me iré- dijo éste muy apenado.

-¿No te quedaras a desayunar?- pregunté.

-No, pero muchas gracias, tengo un compromiso con unos amigos a las 9:00 am.— contesto Jeremías.

-Ya son las 8:29 ¿No se te hace tarde?— pregunté nuevamente.

-Oh Mierda ya es tarde.- expresó éste.

Inmediatamente me llego una notificación de Gabi. Creo que ya miró el mensaje que le envié anoche.

*

MENSAJE DE TEXTO.

Ayer:

Yo:

•Jhonny nos invito a una fiesta mañana.

•¿Quieres ir?

Hoy:

Gabi:

•¿Abra tragos?🍻

•Por que si los hay, claro que quiero ir.

🥳

🤪

Yo:

•Supongo que si.

?🤷‍♂️

Gabi:

•Entonces nos bemos en 5 minutos.

🥰🥰🥰

*

— "NO NO NO" - dije en un breve susurro mirando mi cel.

-¿Paso algo?- pregunto Jeremías fijándose en mi expresión de preocupacion-¿Te noto extraño?- Añadió.

-No, nada, ven te acompaño a la puerta.- respondí, insistiendo.

-Ok?..

Intente bajar rápido con Jeremías pues no quería que Gabriela se diera cuenta que Jeremías paso acá la noche. Y cuando abrí la puerta estaba Gabriela y Maria apunto de timbrar a la casa.

- ¡Hola chicas!- Saludo Jeremías.

Las dos se nos quedaron mirando, con mucha imprudencia, en sus expresiones se notaba lo confundidas y asombradas que estaban, maría inmediatamente me dio una y muy nerviosa sonrisa la cual Jeremías se sintió in cómodo al ver como ella se comportaban. En este momento me sentí totalmente avergonzado, estaba mordiéndome de la vergüenza, quería que la tierra me tragara y me escupiera fuera de este paleta o mejor fuera de este universo en este instante.