— ¿Eres más de verduras? — Preguntó Mina al ver la cantidad obsena de estas. Hice un gesto de más o menos. —Aprendí a comer de todo a la fuerza— Me puse a su nivel, estando ahora ambas arrodilladas metiendo todo en el congelador.— ¿Qué cosas en específico te gustan? — Paró un momento de meter cosas para mirarme fijamente a mi. Paré igual, aunque viendo al refrigerador, sintiendo aquella mirada fija.
—La comida japonesa me encanta— Volteé ligeramente a verla, pero su mirada no iba directamente a mi cabeza, estaba un poco más debajo, corrigiendo al notar que pasé a verla.
— ¿Trajiste el tofu que te pedí la última vez? — Se dirigió a Sana, estando está viendo la televisión, sin percatarse del requerimiento de su persona. — ¡Sana! — Grité levemente yo, ya que Mina parecía no quererse levantar ni gritar más.
— ¿Si? — Rápidamente se acercó. — ¿Recuerdas el tofu? — Volvió a preguntar. — ¿Dahyun? — Respondió Sana, sin entender nada yo.
—El tofu tofu— Aclaró, dejando a Sana mirando a la nada intentando recordar. — ¿No está allí? — Señaló la primera repisa dentro del refrigerador.
— ¿No es esa bolsa? — Señaló nuevamente está, levantandome y tomándola, enderezandome y abriéndola, efectivamente siendo el tofu literal.
— ¿Te gusta? — Preguntó Mina, pero yo ya había arrancado un pedazo y me lo estaba comiendo. Igualmente, asentí.
bajé nuevamente a seguir ayudando, terminando por meter todo dentro.
— ¿No tienen nada que hacer? — Pregunté por curiosidad. Ambas negaron. —Mientras estabas fuera terminamos de limpiar lo poco que quedaba y tampoco tenemos que salir— Aclaró Sana.
Nos sentamos las tres en el sofá, viendo lo que estaba viendo Sana, un drama coreano, dejándome a mi en un nocaut por aún no saber mucho de ese idioma, pero al menos usando mi celular para distraerme.
Un par de minutos después de aquello, sentí un pequeño toque en mi pierna, siendo Mina la dueña de aquella sensación.
— ¿Quieres jugar algo? — Preguntó susurrándome. Asentí, en vista de que Sana a duras penas pestañeaba.
Nuevamente, estaba en su habitación, sintiéndose menos ajena la segunda vez.
— ¿Qué quieres jugar? — Preguntó al dejarse caer en su cama. —Di una pequeña vuelta en el medio de su habitación, viendo un par de consolas, su escritorio con computadora portátil, un monitor y otro televisor no tan grande como el de la sala.
—No podemos jugar a algo de momento… — Dije con algo se vergüenza. Ganándome una mirada de no comprender de su parte.
—Aún no tengo una computadora… — Me excusé con una sonrisa tímida por no darme la vuelta, a la par golpeando una fuerte ráfaga de viento, haciendo que cerrara mis ojos.
—Sabia que olvidaba algo— Escuché como cerró la ventana después de aquello. Una vez mis ojos se acostumbraron nuevamente a no recibir un golpe de viento, pude volver a ver, estando Mina ahora más cerca de mi. —Siempre puedo ayudarte a comprar una buena computadora cuando lo hagas— Se ofreció. —Podemos ver algo— Pasó de largo de donde estaba, tomando un control, además de girando un poco el televisor para apuntar mejor a su cama.
Una vez hecho aquello, regresó a su cama, lanzándose nuevamente, riéndome un poco por aquello.
Ella miró un poco a su alrededor, sin entender el porqué de mi risa. —Una vez hice lo mismo y rompí la cama— Revelé, entendiendo ella ahora.
Hice un pequeño gesto de que hiciera lo mismo que ella. —No la podrías romper mi aunque quisieras— Le restó peligro.
Me acerqué un poco, me di la vuelta, di un pequeño salto hacia arriba, dejándome caer, notando la suavidad en la caída, pero rebotando hacia atrás y golpeandome algo fuerte.
Inmediatamente empecé a sobar el area del golpe, pero con algo nuevo a diferencia de cuando me golpeaba yo, Mina estaba haciendo lo mismo.
Poco tardó en sentir la cicatriz en mi cabeza, notando ambas aquello, pero siguiendo con el golpe actual, ya que seguía doliendo.
Luego de un buen rato dejó de doler, además de comprobar que solo fué superficial.
— ¿Sentiste la cicatriz no? — Pregunté ya más seria, aunque con una sonrisa aún para no asustarla, asintiendo ella.
Alcé mi flequillo, notandose mejor la anterior herida, acercándose un poco para detallarla.
— ¿Es alrededor de toda tú cabeza? — Cuestionó, asintiendo.
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Quimera - Mina & Tú.
FanfictionUna mente, dos cuerpos. Dos mentes, un ente. Pese a ser una maravilla andante, a simple vista era alguien más, cargando con mil y un problemas. Pese a ser una persona común y corriente, lo más bello se esconde en los detalles de la simplicidad.