La poca paciencia de un gran empresario.
La ingenuidad de un lindo Doncel impertinente.
Los secretos del pasado que los une y pequeñas mentirillas piadosas...
Acaso nuestros Protagonista ¿podrán llevarse bien?
si bien es cierto que del odio al amo...
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Al día siguiente Godfrey no apareció y mucho menos Carol, en su lugar apareció un joven de prolijo aspecto presentándose como segundo al mando y disculpando la situación de ausencia por Godfrey.
De ahí todo pasó con suma premura y cuál rápida tormenta pues de la noche ala mañana mi hogar estaba patas arriba con la gran cantidad de arreglos florales, adornos, cortinas, comida y un sin fin de nuevas personas entre la cantidad inmensa de personas solo pude notar que los jardineros tenía muy buena forma y sin querer después de esa noche ahora mi libido había incrementado de manera descomunal pues miraba los músculos sudoroso y el prominente cuerpo de los mismo jardineros de manera diferentes pues era... excitante.
—¿Qué mira con tanta atención Joven Daniel?—
—Musc... Montículos- aclare mi garganta — Los montículos de tierra que tiene ahí— señala donde los jardineros estaban flexionando sus brazos.
Un cambio interesante ocurrió también, se me asignó un mayordomo, Carol no estaba por ningún lado y eso incrementó el misterio de sus desapariciones. El mayordomo se llamaba Eliot y curiosamente era un doncel igual que yo.
— Si.. ya veo montículos...—Una pequeña risa burlona se escuchó ligeramente.
—No te burles —
La mañana siguió su ritmo habitual, con calma y sin prisa hasta que llegó el atardecer y con él la hora de la cena. Pude ver a Dónovan después de mucho tiempo y eso me tenía nervioso, Los cubiertos generaban un pequeño ruido, tan ligero que qué era sofocante.
—¿Cómo te sientes con la compañía de Eliot? — Expresó con calma.
—Bien — respondí con simpleza.
—Mañana al anochecer se organizará una fiesta en tu honor, te presentare ante la sociedad aristocrática del país junto algunos accionistas de mi compañía y demás CEO's de compañías con las que tenemos tratos y vínculos— Expreso sin más cuál orden dictada.
—Que te hace pensar que quiero participar en este evento tan caótico y molesto—
—Lo harás— Sorbió un poco de vino— No es pregunta— sin más y sin dejar réplica salió del gran comedor, dejándome pasmado.
—Creí que había domado a la bestia... pero es tan... ¡arrogante! —
Lo que quedo del día solo me dedique a juntar cosas en mi maleta pues no pensaba seguir su juego estúpido, Saldría en la noche cuando el personal de seguridad y de la casa se encontraran en cambio y nadie molestara mi escape.
Eliot se veía inquieto pues intentaba convencerme de no salir de casa, sentía pena por el novato pero ... ya lidiara con eso.
Cuando la última luz se apagó inició mi plan de escapar de la mansión pues no planeaba asistir a la dichosa fiesta de pomposos y arrogantes seres.
