Estrella Mía 🌟 (Meta Knight X Reader)

El Encuentro

Despegaste desde tu planeta en una cápsula de escape. Tu sensación de satisfacción y determinación inicial guiada por la adrenalina se esfuma una vez que te encuentras en medio del espacio avanzando a velocidades indescriptibles. La velocidad de la luz se activa y desactiva al azar por defecto de fabrica mientras pasas entre astros y vacío infinito. Tu misión de escape ya no te parece emocionante y te invade el terror al verte atrapada y sin rumbo en medio de un lugar infinitamente desconocido para ti, donde tu única compañía es tu mochila con ropa, útiles básicos de cuidado personal, agua y galletas. No tienes idea de lo que el futuro te depara y te aterra la probabilidad de ser consumida por el vacío hasta la muerte.

Hasta que tu cápsula se estrella de repente. Ha dejado un camino marcado en la tierra por donde ha pasado hasta perder del todo el impulso. Tu cabeza da vueltas, pero además de eso de milagro estás ilesa. Sales de la cápsula aliviada de estar en tierra, pero tus emociones fuertes y el mareo de tanto movimiento te hacen caer, así que te rindes de tus intentos de caminar y te recuestas sobre la hierba. Tu vista se va enfocando y tu terror va disminuyendo conforme deslumbras la realidad de tu entorno: el radiante cielo diurno y las nubes que navegan el aire desde las alturas. También hay ramas con hojas verdes que decoran agradablemente tu vista. Ya más tranquila respiras hondo, rescatas tu mochila de la nave y te dispones a seguir tu camino.

Desorientada y confundida no sabes qué dirección tomar, tampoco qué buscar o qué esperar. Con inseguridad empiezas a adentrarte en ese nuevo lugar: un bosque.

El lugar a tu alrededor irradia una paz reconfortante: el sonido de la brisa en las hojas es placentero, los tonos de verde son brillantes y esperanzadores, los más vívidos que alguna vez hayas visto.

Sin embargo, cuando está apunto de caer la noche la preocupación vuelve a ti. Vez en la llegada de la noche una amenaza, como si la oscuridad fuera a consumir drásticamente el ambiente pacífico. A eso se le suma la sensación de soledad y desorientación que te llena nuevamente de angustia. Entre más oscurece, más perdida y vulnerable te sientes.

Al caer sobre ti los primeros minutos de oscuridas no puedes ver más que siluetas, por lo que tropiezas con una gran piedra en el camino. El tropezar te hace chocar con fuerza contra un árbol; lo que jamás habrías imaginado era que este lo interpretaría como un golpe injustificado por tu parte y te atacaría.

Te lanza manzanas y te persiguen raíces que se acercaban a ti como cuchillas mientras te grita sobre lo irrespetuosa que eres. Gritas y tropezabas en tu intento por esquivar manzanas y raíces hasta que finalmente te alejas lo suficiente. Has acabado con algunos moretones y rasguños. Además, tienes un corte largo pero poco profundo en el antebrazo, producto de una de las raíces que no lograste esquivar del todo. Sangras, pero consideras que es un herida menor y encontrar refugio era tu principal preocupación. "Al menos pude recoger manzanas. Es de las mejores que he probado", piensas al comer una tratando de ver algo positivo.

Caminabas desolada a través del bosque ahora teñido de oscuridad. Te arde la herida y tiritas de frío bajo la brisa helada de la noche.

Entonces te encuentras con unos seres extraños más adelante, decenas y decenas, tantos que no los puedes contar a simple vista. Primero aparentan ser cabezas de gatito flotantes, pero cuando te acercas, y guida por la curiosidad tocas uno, estos cambian a una apariencia demoníaca. Abren y cierran sus bocas a la vez que tratan de alcanzarte en tu huida. Además, como si no fuera suficiente, también explotan. Uno explota muy cerca de ti y te hace caer al suelo de espaldas. Cuando te pones de pie tropiezas de regreso al suelo. Notas que tus tobillos están atados uno con el otro por una raíz que te sujetaba contra la tierra. No sabes si es mera coincidencia o si las fuerzas de la naturaleza se están vengando contigo por haber golpeado aquel árbol al tropezar.