Estrella Mía 🌟 (Meta Knight X Reader)

El Duelo

Desafortunadamente, no estabas acostumbrada a quedarte despierta hasta horas tan tardías de la noche; no obstante, había sido una experiencia que atesorabas en el alma y sacrificarías tus horas de sueño infinitamente con tal de admirar las estrellas con el caballero misterioso a tu lado.

Sus atrayentes ojos brillantes que resaltaban entre las estrellas de la noche, su tranquilizante voz placentera acompañada de esas palabras que transformaban tu miedo en hermosura, su seductor misterioso que te cautivaba, su noble caballerosidad protectora que con ternura te hacía sentir resguardada, esa calidez que derretía tu alma a través de tus latidos... 

todo eso no evitaba que el sueño agotador y que la cama cómoda te atraparan. Tus párpados pesaban y tu cabeza amenazaba con desvanecerte devuelta a tus sueños. Sin embargo, tus fuerzas de voluntad por ver el entrenamiento de Meta Knight eran más altas.

Fuiste despertada por unos golpes suaves en la puerta que se escuchan distantes en alguna parte remota de tu mente adormecida.

-¿_____? Casi es hora de partir. ¿Sí vendrás?

Escuchas esa voz: hermosa, agradable, profundidad y envolvente. Acogida en el sonido podrías dejarte llevar por el sueño una vez más. Pero justo antes de que te quedaras dormida nuevamente, le escuchas llamar a la puerta una vez más. Esta vez logras reaccionar ante el sonido de los golpecitos en la puerta y el recuerdo de la invitación al duelo vuelve a ti; entonces, te despiertas un poco alarmada con una sensación repentina de alerta, como si estuvieras en riesgo de perder una ocasión muy importante.

Recuerdas que ese sueño abrumador era el costo a pagar con tal de presenciar acontecimientos emocionantes que habías esperado con ansias justo la noche anterior, pero no podías dejar de preguntarte por qué: ¿por qué de entre todas las horas del día debía de ser al amanecer? Cuando lo racional debería de ser permitirse seguir envuelta en la placentera comodidad de la cama y seguir dejándose llevar por la magia del soñar.

-¡Un momento!- Logras responder en voz alta mientras te levantas de golpe ahora o nunca arrebatándote de las garras del sueño que te amenazaban con sucumbir.

Definitivamente Meta Knight no bromeaba cuando dijo que sería al amanecer, lo confirmas al ver cómo los primeros indicios de luz solar se infiltran a través de las nubes empezando a teñir el cielo con brillos ámbar cálidos y rojos intensos emergiendo como una franja por sobre el extenso lienzo nocturno con las estrellas empezando a ser diluidas por la suave llegada del día. Consideras que posiblemente no solo llegarán a tiempo al campo de batalla, sino que lo harían con lo que Meta Knight consideraría la oportuna antelación.

Tras contemplar un momento el cielo, procesar el sueño que cargas junto al hecho de que no podrás seguir durmiendo y prepararte lo más rápido que puedes para salir, finalmente atiendes a abrir la puerta tras la cual Meta Knight aguardaba. Su máscara, zapatos y guanteletes más relucientes de lo normal, como si recién hubiera pulido su armadura para la ocasión. Además, sostiene una bandeja con tu desayuno y al verte extiende la bandeja en sus manos hacia ti ofreciéndotela.

-¡Buenos días, señorita _____! -Saluda el caballero con su encantadora voz.- Partiremos luego de que desayunes, si es que estás dispuesta.

Te sorprende el gesto, pero ciertamente es tan temprano que aún faltan unas horas para el desayuno usual en el comedor. Puedes imaginarte que el resto de la tripulación aún se encontraría durmiendo en la comodidad de sus camas, a diferencia de ti y el caballero.

-Muchas gracias- . Respondes dirigiéndole una sonrisa agradecida pero tímida.

Te enternece la amable consideración del caballero de haberse tomado las molestias de prepararte el desayuno y traértelo. Sonrojada recibes la bandeja con el apetitoso desayuno que te hace la boca agua. Luego te sientas al borde de la cama y empiezas a comer, disponiendo de la luz tenue que inunda la habitación al atravesar la ventana. Podrías haber encendido la bombilla, pero te tranquilizaba el paisaje y la manera en la que se mezclaban los colores intensos con la oscuridad era llamativa.