Estrella Mía 🌟 (Meta Knight X Reader)

Noche Estelar

Después de disfrutar de una tarde tranquila en la calma del bosque y la acogedora brisa creando una suave melodía entre las hojas, la noche cubrió el cielo, abriendo paso a un brillante panorama desbordante de estrellas, tan deslumbrante que hasta el azul parecía iluminar. Nunca te dejas de maravillar ante la majestuosidad de tal escenario.

Recién caída la noche, Sailor Dee empieza a bostezar, sentado en la manta de picnic y arrecostado a ti para buscar comodidad; mientras tanto, tú lo sostienes con un brazo y miras al cielo con una mezcla de ilusión e impaciencia. Entonces, a tu espalda un repentino viento fuerte sacude las hojas de los árboles, el césped, tus ropajes y cabello, haciendo que tanto tú como Sailor Dee automáticamente se volteen.

Te levantas de golpe y sonreís ampliamente al descubrir a la Hal Abarda en proceso de aterrizaje mientras al lado tuyo Sailor Dee se sujeta con fuerza su gorrito de marinero para que este no salga disparado por los aires.

La emoción e ilusión bombean con fuerza en tu corazón, estás tan ansiosa de finalmente descubrir qué sería aquello que te había mantenido intrigada por lo que parece una eternidad.

La nave finalmente toca tierra firme, el viento cesa y la escotilla baja, estás a punto de impulsivamente soltar a correr de ahí hasta la proa, el lugar a dónde te parece más obvio encaminarse; sin embargo, Sailor Dee te sujeta de la mano antes de que pudieras reaccionar.

-¿Aún no ha terminado la distracción?- Preguntas confundida.

-Al picnic de la distracción le sigue la caminata hacia tu habitación. ¡Y entonces habré completado exitosamente la misión!- Responde el Wadlee Dee con una brillo de entusiasmo y orgullo propio en sus ojos.

-¿Mi habitación?- Preguntas perpleja, preguntándote por qué habrías de dirigirte allá.

Entonces la impaciencia te consume al caminar con paso moderado mientras tratas de enfocarte en la conversación con Sailor Dee respecto a la agradable tarde de picnic compartida, hasta que al aproximarse al comedor, ya que quedaba de camino, donde la luz encendida y el murmullo de las voces se deslizan por el pasillo desde algunos metros más adelante, el estómago de Sailor Dee rugue haciendo que este se voltee hacia ti con una expresión titubeante y una mirada entre la súplica y la preocupación mientras se sostiene con sus manitas como si así pudiera calmar su hambre, cosa que provocó una leve sonrisa de ternura de tu parte.

-Está bien, puedes ir. Iré directo a mi habitación y me aseguraré que tu misión sea completada exitosamente. Nada de desvíos. ¡Lo prometo!- Expresas firmemente con convicción, provocando una oleada de alivio en el rostro del Waddle Dee, quien te dio un tierno abrazo antes de dirigirse tranquilamente al comedor para unirse a la cena con demás tripulación.

Lo miras hasta que llega frente a la puerta abierta, bajo el cuadro de luz que sale de esta y que sobresalta en el pasillo oscuro, se voltea para despedirse una vez más, moviendo una manita mientras su cuerpo se balancea ligeramente al estar de puntitas. Tú le devuelves el gesto y justo cuando salen mutuamente del campo visual del otro sueltas a correr.

Corres con el corazón acelerado, el sonido de tus pasos siguiendo el mismo ritmo acelerado del huracán de pensamientos arremolinándose en tu interior al teorizar sobre el cómo tu habitación podría calzar en todo aquello más la situación en general, ¿Qué sería todo aquello que con tanto esmero te han estado ocultando?

Entonces, finalmente pones tu mano, temblorosa por la anticipación, sobre la perilla de la puerta de tu habitación. El suspenso te paraliza al experimentar el entusiasmo mezclado con el alto nerviosismo a lo desconocido. Luego de estar paralizada ahí unos segundos, finalmente reúnes el valor y abres bruscamente la puerta de golpe, y había...