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Jeonghan se quedó a su lado en lo que lo conectaban de nuevo a la quimio, su sesión ya había pasado, pero se quedó para acompañar a Joshua, su expresión era perdida y triste hasta cierto punto, y Joshua se sentía culpable por hacer eso.
— Escribí algo para ti. —dijo Jeonghan, de la nada, haciendo que Joshua se sorprendiera por lo abrupto de aquello.
Jeonghan buscó su cuaderno, fue hasta una de las últimas páginas que tenía escritas y leyó con lentitud:
— "Escapando del mar de mis propias lágrimas, en una isla desierta encontré un náufrago, sobran palabras y faltan rimas, en el frío sobra calor y ya no sé qué hago, seguir a mi corazón me ha traído contigo, he tejido amor para ti, pero si quieres lo deshago, pero aun así... con el último de mis alientos susurraré un "Te amo".
Jeonghan lo miró sin saber qué esperar, pequeñas lágrimas estaban atrapadas en sus ojitos.
Joshua extendió una mano hacia él, y con una sonrisa boba, Jeonghan la tomó, el menor entrelazó sus dedos.
— Jeonghan, ¿Quieres tener una cita conmigo?
Jeonghan alzó sus cejas, no esperaba esa respuesta.
— ¿Cita? ¿A dónde?
— A donde tú puedas ir, ¿Cuál es el lugar más seguro para ti afuera de este hospital?
— El centro comercial, creo... No es mi favorito, pero si está más limpio que los otros.
— ¿Quieres ir al centro comercial conmigo?
Jeonghan sonrió y se ruborizó.
— Sí, Shua.
— Y quizás puedas enseñarme a escribir poemas, Hannie... No es justo que no tengas ninguno y que me dediques palabras tan lindas... Y yo no pueda darte lo mismo.
Jeonghan negó.
— Soy malo para recibir esas cosas... Poemas, cumplidos, cosas bonitas, ya sabes... No me va bien.
— ¿Puedo comprobarlo? —preguntó Joshua con una sonrisa juguetona, Jeonghan no entendió, sus ojitos se abrieron ampliamente sin saber qué esperar —. Jeonghan, te amo.
El rojo cubrió su rostro, sonrió y un sonido alegre como de un bebé surgió de sus labios y cubrió su rostro con vergüenza, sintiendo cosquillas en su estómago que se agitó un poco con emoción.
Joshua lo miró, totalmente enamorado de esa reacción, rio para sí mismo y se prometió hacer cosas lindas muchas veces para ver lo bonito que era su chico bonito.
