"La hermandad es el vínculo perfecto de almas que se respetan y se ayudan mutuamente en el camino de la vida." - Auguste Rodin"




_ ¿Bueno, empezamos pibe? _ le dijo Ezequiel al joven.

_ Sí señor Haro, cuando guste _ contestó él.

_ Bueno, fue más o menos así...

1ro de Mayo, 1982.

Nos encontrábamos reunidos en el comedor de la amplia casa en una tarde lluviosa de la ciudad de Buenos Aires . La música de una vieja radio acompañaba el encuentro mientras Esther, mi madre, servía dos enormes bandejas de empanadas de carne. En ese entonces tenía el cabello negro, enormes ojos verdes y bigote. Recuerdo que tuve una conversación con Valentín, mi primo menor.

_ Y ahora que terminaste, ¿qué te gustaría hacer?_ le pregunté.

_ Tenía ganas de estudiar psicología _ contestó el joven.

_ Psicología está muy bueno. ¿Por algo en especial? _ volví a preguntar curioso.

_ Después del servicio militar, como que descubrí un montón de miedos que nunca pensé que tenía. Me gustaría poder estudiar cómo funciona el cerebro en ese sentido. Descubrir qué es lo que activa esas fobias y encontrar alguna solución. _ explicó.

_ ¡Eze! ¿O no que el Skyhawk puede flotar en caso de que se caiga al agua? _ interrumpió Maximiliano, mi hermano menor, con sus ojos marrones verdosos enormemente abiertos como signo de que le siga la corriente ante la presencia de Melisa, su novia.

_ Ss...si. Un ratito flota _ mentí, pues no había manera de que los aviones A-4 Skyhawks que piloteabamos ambos en la Fuerza Aérea Argentina, flotaran en caso de caer al agua.

_ ¿Ves? Un ratito flotan _ le dijo mi hermano que en ese momento tenía un abundante cabello castaño, acomodándose el bigote similar al que lucía yo, mirando a su novia, que lo ignoraba sumergida en una profunda impotencia.

_ ¿Vos te pensas que soy boluda, Maximiliano? _ le contestó ella, mientras me dirigía la mirada. _ Eze, ¿es verdad que tu hermano metió un ala en el agua? _ me preguntó la joven, mientras Maximiliano me miraba y movía la cabeza diciendo "no".

Los miré a ambos y rendido no vi otra opción que declarar la verdad, pues sabía que no era una linda experiencia ver a Melisa enojada.

_ Y...lo estaba siguiendo un piloto rival en una práctica y para sacárselo de encima, descendió hasta casi el nivel del agua y viró bruscamente, rozando el ala izquierda en el agua.

_ Osea que sí..._ buscó confirmar Melisa, mientras Maximiliano me miraba con ambos ojos tremendamente abiertos.

_ Bueno...si. Sumergió el ala en el agua. El piloto rival no se quiso arriesgar a volar a esa distancia, mucho menos sumergir un ala, así que abortó el ataque. _ terminé de contestar.
_ ¡¿Amor vos estás loco?! ¡¿Qué te queres, morir?! _ dijo la joven, mirando a su novio con furia.

_ ¡Tenía que escapar Meli! _ intentó excusarse él.

_ ¡Era una práctica Maximiliano! ¡No era de verdad!_ contestó Melisa, que me volvía a dirigir la mirada _ Eze, ¿es verdad esa historia o me está mintiendo este boludo? ¿Lo hace para que me asuste no?

_ Es mentira, ¿o no Eze? _ dijo Maximiliano intentando desesperadamente salir de la incómoda situación que él mismo había generado.

_ No le quieras mentir Maxi, las cosas son así y los dos como pareja lo tienen que tener claro. No Mel, no es mentira _ contesté, levantando mis hombros y con ambos brazos abiertos.

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