M U E R T E Kooktae/ KookV

Prologo + 𝟙

Se escuchaban pasos acercándose

Taehyung forzó sus oídos mientras está tumbado en aquella oscuridad. En medio de los pasos, pudo descifrar que se trataba de un sonido metálico haciendo click contra metal. Su corazón saltó con expectación - ¿y si era..?- pero se dijo a si mismo que no se ilusionara. ¿Cuántas veces había escuchado aquellos pasos que le llenaban de disgusto en estas dos semanas?

"Kim Taehyung. Despierta." Una voz afilada resonó en la celda apretada del centro de detención. Taehyung abrió sus ojos y se quedó mirando fijamente la pared blanca.

"¡Te dije que te despertases!" le ordenó el ayudante del sheriff en un tono de voz irritante. Taehyung lentamente se levantó de la cama y giró su cabeza hacia la figura fuera de las rejas de metal.

"¡Ven para acá y saca tus manos juntas!".

Taehyung hizo lo que le mandó, fue hacia la reja, y sacó sus manos juntas por un espacio. El ayudante del sheriff lo esposó y abrió la puerta.

"El autobús se va en una hora. Hazte el examen físico y cámbiate"

"¿A dónde voy?" Preguntó Taehyung tranquilamente

"A la Prisión Schelger" respondió el ayudante del sheriff profesionalmente. Taehyung resopló con alivio. Había estado preocupándose como loco de que por algún error lo mandasen a otra prisión.

"Mala suerte. Tendrás que vivir con ello" dijo el ayudante del sheriff, aparentemente malinterpretando el resoplido de Taehyung. No era sorprendente. Ningún criminal estaría contento al descubrir que sería transferido a la famosa prisión de máxima seguridad. Pero para Taehyung, la prisión de Schelger sería el único lugar que lo podría salvar.

Parte 1

Hey, entonces ¿Cuántas veces has sido encerrado?" susurró un hombre joven asiático sentado al lado suya. El chico rubio quien se había montado en San José no parecía tener más veinte. Su cara ansiosa todavía retenía alguna inocencia infantil, y parecía un estudiante de instituto pálido con mareo por pasar tanto tiempo viajando en coche

"Primera vez", Taehyung respondió. Le echó un vistazo rápido al jovencito antes de girar su cara hacia delante otra vez. La parte delantera y trasera del autobús estaba dividida con alambres metálicos, y guardias de seguridad de pie en ambas partes con rifles, vigilando a los prisioneros que allí se encontraban.

"Es mi primera vez, también," dijo el joven. "Hablando de poca suerte. No me puedo creer que me vayan a meter en LA prisión Schelger, ¡DE TODOS LOS LUGARES! Oye, allí no es donde―"

"¡TÚ! ¡NADA DE CHÁCHARAS!" ladró una voz detrás de él. El chico cerró la boca de prisa

El autobús, cargado con una veintena de presos vestidos con trajes de salto naranjas, se dirigía en línea recta hacia el norte por la interestatal.

La brillante luz del sol de abril entraba a raudales por las ventanas valladas, en marcado contraste con los corazones oscuros y nublados de los prisioneros. ¿Cuándo volverían a ver la luz del día? Taehyung se puso sentimental mientras entrecerraba los ojos y contemplaba el paisaje.

Al cabo de un rato, el autobús llegó a su destino. La prisión estatal de Schelger, situada en California, era aún más grande de lo que decían los rumores. Ante él se extendía una inmensa extensión de terreno, cuya superficie apenas podía empezar a calcular, todo ello rodeado de kilómetros y kilómetros de vallas. Alrededor de la parte superior de la valla había una cantidad obscena de alambre de espino en espiral, que probablemente estaba cargado con corriente eléctrica de alto voltaje.