Prologo + 𝟏

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Jerry le había pedido que se reunieran en un pequeño café de la 9ª Avenida, cerca de la división neoyorquina de la DEA (Drug Enforcement Administration).

Kim Taehyung se sintió invadido por la nostalgia al pasar junto a la fachada del Chelsea Market de ladrillo rojo. Solía comprar aquí a menudo cuando aún estaba en la DEA.

Miró al otro lado de la calle y vio que habían abierto un nuevo restaurante italiano. El exterior del edificio de al lado se había pintado de otro color.

Después de diez meses de ausencia, el antiguo barrio de Taehyung parecía el mismo a primera vista, pero aquí y allá se veían indicios de lo desconocido.

Taehyung no pudo evitar sentir el paso del tiempo mientras seguía caminando a paso ligero por las calles de Manhattan, que empezaban a mostrar los signos del otoño.

Al cabo de un rato, llegó al café. Taehyung empujó la puerta y entró en el establecimiento de estilo antiguo. Jerry estaba sentado en una mesa del fondo, leyendo el periódico.

"Jerry, siento llegar tarde".

Cuando Taehyung se acercó, su antiguo colega, Jerry Rodríguez, se levantó de su asiento con cara de emoción. Los dos se abrazaron sin dudarlo un instante, y compartieron la alegría de su reencuentro.

"Tienes buen aspecto, Taehyung".

"Tú también".

Cuando la camarera se acercó a tomarle nota, Taehyung pidió un capuchino antes de tomar asiento.

"Perdona por llamarte así de repente", se disculpó Taehyung.

"No te preocupes. Me ha encantado saber de ti. Estuve preocupado por ti todo el tiempo, ¿sabes? Estoy aliviado de que hayamos podido reencontrarnos así", dijo Jerry con una sonrisa. Jerry era un puertorriqueño simpático, dos años mayor que Taehyung, con treinta años. Era el amigo más cercano a Taehyung después de Paul, su antiguo compañero.

"Ah, claro. Aquí está el nombre y la dirección del cementerio donde está enterrado Paul. Está en Flushing, así que no está tan lejos", dijo Jerry.

"Gracias. Te debo una", dijo Taehyung mientras miraba el memorándum que le habían entregado.

Taehyung había decidido parar en Nueva York en vez de ir directamente de Quantico a Washington, DC, para poder visitar la tumba de Paul. Cuando había llamado a Jerry para preguntarle por el lugar, el hombre había insistido en quedar mientras Taehyung estaba en Manhattan, y Taehyung no se había atrevido a negarse.

"Taehyung, ¿estás seguro de que no quieres volver a la DEA?".

"Estoy seguro. Por suerte ya tengo un trabajo. Aprovecharé al máximo mi nuevo comienzo", dijo Taehyung, procurando sonar desenfadado. Sólo le había dicho a Jerry que tenía una oferta de trabajo en DC.

"¿Ah, sí? Es una lástima. Todo el mundo deseaba que volvieras".

Taehyung esbozó una vaga sonrisa y cogió el capuchino cuando llegó, llevándoselo a los labios.

"Entonces, ¿para qué tipo de empresa vas a trabajar?".

Taehyung se detuvo un momento. "Una empresa de seguridad", dijo finalmente.

"Ya veo", dijo Jerry, aparentemente sin sospechar nada.

Taehyung había mentido por conveniencia. Si dijera la verdad, Jerry exigiría sin duda que le contara las razones y los acontecimientos que le habían llevado a tomar esa decisión. Las circunstancias inusuales de Taehyung no era algo que pudiera explicar en breves palabras.

"Parece que has adelgazado", comentó Jerry. "Te lo hicieron pasar mal allí, ¿verdad?".

La mirada de Jerry era comprensiva. A Taehyung no le gustaba que se compadecieran de él, pero era natural que Jerry se comportara así. ¿De qué otra manera podía uno comportarse con un hombre inocente que estaba preso por un crimen que no había cometido?

M U E R T E Kooktae/ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora